Travis regresó con Raven cuando guardó el teléfono en su bolsillo. Ella tenía el helado derretido en su mano. Travis no tardó demasiado, y aun así, la mitad de su helado estaba derretido. Travis le agradeció y usó el cubierto de plástico para tomar el helado como si fuese una sopa. Travis le señaló la acera para que continuaran caminando. Raven percibió que había algo distinto en él cuando regresó de la llamada. Raven intentó sacar varios temas de conversación, pero era como su Travis no pudiera enfocarse. —Estás distraído —dijo ella—. ¿Sucedió algo? Travis lamió sus labios y miró la iglesia a la que se acercaban. El pueblo era un lugar colorido con sus cafeterías, tiendas de ropa, mercados de frutas ambulantes y varias floristerías, además de una sola iglesia principal, la cual era un