PRE BODA DE RAY

1401 Words
Ray Despierto muy temprano por la mañana y veo como mi futura esposa duerme a mi lado. Se ve como un angelito recién bajado del cielo. No puedo dejar también de observar como se le paga su diminuto pijama a su cuerpo; es realmente sexy. Siento como mi m***o se pone duro con mis ensoñaciones y cambio de inmediato mis pensamientos por otro menos fogosos. No quiero despertarla y tampoco le hare el amor hasta después de la boda (con el dolor de mi alma), quiero que se concentre solo en este gran día. Le beso suavemente su frente sin despertarla y me dirijo a la ducha, tomo una fría para bajar la calentura. Me visto con ropa cómoda, como algo ligero, y empaco mi tenida y zspatos para la boda. Le indico a Payton que me lleve hasta el departamento de Jack. Estaremos todo el día allá alistándonos para el gran momento. Se que el va encargar pizzas y tenemos un barbero que irá a su domicilio a arreglarnos. Estoy ansioso por que sean las 19.30h y ver a Nina caminar hacia el altar. Llego al apartamento de mi primo y el me recibe en pijama. Me da un gran apretón de recibimiento. -Diablos bro. Anoche no pegué una pestaña- insinúa rascándose los ojos con sus manos. -Es la ansiedad primo, ve a la cama y trata de dormir un poco más- le indico con mi dedo en dirección a su habitación. Mientras vuelvo la vista hacia su gran sala de estar me encuentro con unos videojuegos tipo arcade, dardos y una mini mesa de pool. Esto es genial, Jack lo ha alquilado todo para que nos relajemos el día de hoy, que gran idea pienso. Siento su presencia al lado mío, cruza sus brazos delante de su pecho. -¿Qué te parece eh?- me mira con una sonrisa ganadora. -Está espectacular, ¿Sabes hace cuantos años no jugaba en una de estas?- paso mis manos por la máquina de juegos arcade. -Desde que nuestros padres nos iban a buscar de las orejas al centro de videojuego- suelta una carcajada- ¿Lo recuerdas?, que grandes momentos primo- pone su mano en mi hombro y ambos sonreímos con complicidad. Pasan las horas y nosotros comemos y nos divertimos con todos los juegos de su sala, recordamos momentos de la adolescencia y me es inevitable recordar a mi madre, lo cariñosa y divertida que era hasta que conoció a nuestro ex abogado. Pasaba mucho tiempo con nosotros haciéndonos reír e inventando historias, la extraño mucho, en mi pecho quedó el vacío de una madre ausente. ¿Cómo hubiese sido si mi madre estuviera aquí hoy? Seguramente estaría feliz de verme con Nina, se habría enamorado de ella al igual que yo, ella es espectacular. También se viene a mis pensamientos Sara, deseo mucho que ella me hubiese acompañado este día; haber compartido con ella la emoción de mi boda y que me viera formar una familia, compartir estos momentos con mi hermana me hubiese encantado. Siento una desazón amarga en mi pecho, la nostalgia es la peor de las amigas, lamentablemente muchas preguntas rondan en mi mente y que jamás podrán ser respondidas. Suena el citófono y me distrae de mis pensamientos. Vuelvo en mi y contesto. -Buenos días, ha llegado su barberos Sr. Collins- llaman de recepción y me confunde con mi primo, no lo corrijo. -Buenos días, por favor que suba- Al cabo de 2 minutos, entra por la puerta principal un chico de unos 25 años afroamericano, vestido con amplios pantalones que le llegan hasta la mitad del trasero, es un milagro que continúen en su lugar pienso. Una camiseta de un grupo famoso de trap y una pañoleta amarrada en su cabeza, sus cabellos están trenzados. Zapatillas de basquetbolista. Dirijo mi mirada atónica a Jack. El solo sonríe y me cierra un ojo. -Que tal hermano- chocan ambos sus palmas en el aire. -Bien bro. ¿Que tal principito?- el chico me mira a mí. Yo aclaro mi garganta y arreglo mi camisa emporio un poco incómodo. -jajaja Ray no te pongas tieso, el es Bryan nuestro barbero y estilista. Lo conozco hace muchos años, es el hijo de Leo la ama de llaves de mis padres hace 25 años. -Debo decir que es un genio en lo que hace- le hace un gesto de OK a Bryan. Recuerdo perfectamente a Leo, pero no tenía idea que tuviese un hijo. Decido confiar en Jack y el barbero y me entrego. Sólo espero no equivocarme, hoy no es el día para probar nuevos estilos. Bryan nos acomoda unas sillas en frente de un gran espejo que Jack tiene en su alcoba; pone una tela negra suave e impermeable alrededor de nuestros hombros, cuidando no dejar ni un centímetro afuera de nuestras nuevas capas. Y nos indica que tomemos asiento. - ¡¿Ambos al mismo tiempo?! - digo sorprendido- Ehm… digo… ¿nos atenderás a ambos al mismo tiempo? - rectifico mi pregunta tratando de sonar un poco menos alterado. Jack me mira. -Calma primo, te dije que es un genio, confía en mí- chasquea su lengua y me levanta el pulgar en señal de “está todo bien”. No me convence del todo, pero decido no reclamar más. Nos sentamos ambos al mismo tiempo cada uno en su silla. Bryan comienza. Lo veo sacar y sacar utensilios de un bolso n***o. Peines, cremas, spray, rasuradora, tijeras, de todo. Y hábilmente comienza a trabajar en nosotros. Si no lo veo no lo creo, como un pulpo recorre nuestras barbas, nos asperja agua sobre ellas, luego nos masajea con unas cremas perfumadas. En mi pone su mano derecha y en Jack su mano izquierda con ambas manos trabajando a la vez peina nuestros cabellos barbudos. ¡Caray! Si que es hábil pienso. Jack nota mi sorpresa. -Es ambidiestro Ray, el tipo es un c***k- Los tres reímos al oír las palabras de mi primo. Así nos recorta y acomoda nuestras barbas, luego sigue con el cabello, nos pone loción humectante y también un masaje capilar. Luego procede a recortarlo. Lo deja increíblemente parejo. Me gusta el resultado. Mi barba y me cabello han quedado estupendo pienso. Al cabo de 90 minutos hemos terminado con Bryan, el nos limpia y nos retira la capa protectora. Me levanto y me miro en el espejo, mientras me toco el mentón con una mano. -Es perfecto, gracias Bryan. Da por hecho que te volveré a llamar- lo miro mientras me abro un botón de mi camisa. -De nada principito, no juzgues a alguien antes de tiempo- me da un pequeño golpe en mi espalda- es un buen consejo del chico. Luego de ordenar y limpiar la habitación Bryan se despide. Jack le hace un gesto con el celular de que su p**o ya está en su cuenta. Bryan cierra un ojo y hace el signo de paz con los dedos, abandonando el apartamento. Miro el reloj de la sala y veo que ya son las 18:30h, le aviso a Jack y comenzamos a vestirnos para la ceremonia. Siento como el nerviosismo empieza a invadirme. Durante el día he estado muy calmado, pero ahora la ansiedad ha llegado. Mi traje es un frac n***o, con camisa blanca y corbata negra, muy de mi estilo. En la solapa tiene una tela un poco más brillante. Y en el bolsillo delantero de la chaqueta llevo un delicado pañuelo blanco. Jack eligió el mismo frac que yo, pero azul con n***o. Nos vemos bastante bien. Sentimos que golpean la puerta principal, la abro y es Payton. Llega puntual a la hora acordada. -Caballeros ¿están listos para salir? - me pregunta con una sonrisa. -Así es Payton- le doy una palmada a su hombro. Jack nos sigue detrás para cerrar la puerta de su apartamento. -Vamos directo a nuestra vida nueva- le digo a Jack, él me sonríe. -Estoy ansioso por que comience- pasa su brazo por sobre mi hombro, yo le golpeo suavemente su pecho. - Gracias por ser como mi hermano Jack- me pongo sentimental y me tirita el mentón -No, no Ray no te pongas a llorar aquí pues- me regaña, yo hago mi mejor esfuerzo por contener mis lágrimas. Payton nos voltea a ver y se ríe. Se abren las puertas del elevador, entramos y estas se cierran tras nosotros.
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