Arturo Abad En la habitación estaban mis padres y mi hermano acompañándome. Me miraba al espejo aún me parecía un sueño todo lo que tuvimos que pasar Ana y yo para poder vivir este momento. Nuestra boda era sólo uno de los sueños que compartíamos dentro de nuestros planes de vida, el primero de muchos. Me sentía feliz por que fuera a su lado. Y a pesar de que la manera en que nos conocimos surgió de un accidente, no puedo más que agradecer a la vida por haberla cruzado en mi camino. Ana me devolvió a la vida después de tanto tiempo que estuve encerrado negado a volver a amar a una mujer, pero recuerdo que en cuánto comenzamos a tratarnos ese miedo fue desapareciendo, por que ella tiene algo en su mirada que me reconforta, me hace sentir que puedo ser el hombre que ella necesita, él que la