TRES SEMANAS CON ÉL

1873 Words
TESSA Miré mi teléfono, la hora marcaba las 12:12 p.m. Me levanté y recogí mis cosas y las deslicé de nuevo en el cajón de mi cubículo antes de agarrar mi bolso y caminar hacia Naomi. —Oye, estoy a punto de ir a comer algo. ¿Quieres venir?— le pregunté apoyándome en la pared del cubículo. Ella se levantó rápidamente y cogió su bolso del suelo. —¡Sí! Pensé que nunca me lo pedirías—. Dijo riendo un poco. Salimos por la puerta y nos dirigimos hacia el ascensor. El timbre sonó mientras entrábamos, fue entonces cuando escuché una voz familiar. —¡Detengan el ascensor!—. Naomi pulsó el botón para abrir de nuevo las puertas mientras Nick entraba rápidamente. Apreté los dientes y di un paso atrás. —¡Gracias!— Dijo sonriendo a Naomi, ella se sonrojó. —No hay problema. —Tessa— Dijo haciéndome un gesto con la cabeza antes de sacar su teléfono y desviar su atención hacia eso. No dije nada, Naomi me dio un codazo en el brazo con el suyo y miró de mí a él mientras se ponía delante, dándonos la espalda. Me quedé quieta y en silencio. Cuando la puerta se abrió y llegamos al vestíbulo, Nick se bajó y caminó rápidamente hacia las puertas principales. —Lauren— dijo guiñándole un ojo a una chica mestiza de pelo castaño oscuro rizado que trabajaba en la recepción del edificio. —Sr. Pierce— dijo ella con una mirada seductora en sus ojos mientras hacía girar un mechón de su pelo alrededor de su dedo. Volví a poner los ojos en blanco. Parecía un ligón. Naomi y yo salimos y bajamos los escalones solo un par de segundos detrás de Nick, vi como un hombre vestido con un traje oscuro le abría la puerta de un elegante Audi n***o. —Me pregunto cómo será eso—. Dijo Naomi mientras pasábamos junto a él y el coche. —¿A qué te refieres? —Lo que es venir de dinero... Y tanto. Fruncí los labios. —En mi opinión dudo que sea algo de lo que estar orgulloso. —¿Por qué dices eso? —Bueno, piénsalo. Creces con toneladas de dinero, no tienes que preocuparte por pagar la escuela, o los deportes, o un contrato de arrendamiento de un apartamento, no tienes que preocuparte por cocinar para ti, o ir de compras para ti tampoco.— Dije cruzándome de brazos. —Vaya... alguien se ha levantado con el pie izquierdo esta mañana. ¿Qué te pasa? —No es nada. —Tess... hemos sido mejores amigas y hemos trabajado juntas durante cuatro años, sé que cuando dices que no es nada es algo. Entonces, ¿Qué pasa con Nick?—, dijo mientras nos acercábamos a un paso peatonal y esperábamos a que pasaran los coches. Suspiré: —Bien... ¡Es un playboy arrogante, egocéntrico, que no sabe hacer nada por sí mismo y no puedo trabajar con él!—. Dije enfadada. —¿Qué te hizo exactamente? —No es tanto lo que me hizo, sino cómo trata a los demás. Cuando Harold y yo íbamos a hablar con él esta mañana, le pidió a Harold que le trajera una bebida de Starbucks. —¡Oh, no! Starbucks no—. Dijo Naomi sarcásticamente con una carcajada. —¿En serio? —Lo siento— se volvió a reír —Continúa— dijo tapándose la boca para ocultar su sonrisa. Caminamos unas cuadras más hasta llegar a una tienda de ensaladas y sándwiches en la esquina. —Ni siquiera habíamos hablado con él más de cinco minutos. Algo tan simple como ir a buscar tu propio café, y, sin embargo, hace que alguien vaya a hacerlo por él. —¿Y qué pasó con lo de no juzgar a la gente antes de conocerla? —No es alguien a quien quiera conocer—. Dije apartándome el pelo de la cara mientras me acercaba al mostrador de la tienda y pedía. —¡Hola chicas! ¿Qué os traigo hoy?— preguntó Danny un amigo nuestro y el dueño de la tienda. —Lo de siempre para mí—. Dije mientras dejaba que Naomi pidiera delante de mí. —¡Ya lo tengo! Lo tendré para las dos en un momento— dijo mientras pagamos a otro de los trabajadores y luego tomamos asiento en una mesa en la esquina de la tienda. —Entonces dile a David que no puedes trabajar con él y deja que lo haga otro—. Dijo Naomi mientras sacaba su teléfono del bolso. —Naomi ¿te acuerdas de la última persona que dijo que no podía trabajar con alguien? David también lo despidió. A mí no me pueden despedir. La paga está mejorando poco a poco para mí, y a diferencia de algunos realmente disfruto de mi trabajo.— Dije apoyando los dos brazos en la mesa. —Bien. La única otra cosa que puedo sugerirte... es que sonrías y te aguantes. Solo tienes que trabajar con él tres semanas. Se acabará antes de que te des cuenta. Suspiré y me cubrí la cara con las manos mientras el pelo me caía sobre la cara. —Mierda— dijo Naomi, mi cabeza se levantó para mirarla. —¿Qué pasa? —Recuerdas que te hablé de la hermana y la madre de Colton. ¿Cómo estoy segura de que las dos quieren atraparme?— La miré levantando las cejas y asintiendo. —Vienen a la ciudad de visita y se quedarán en casa de Colton las próximas semanas. —¿Y qué? —No puedo con sus críticas y las miradas groseras que me echan. —¿No crees que estás leyendo demasiado en esto?— Dije —¡No! No hace falta ser un científico espacial para darse cuenta de que no les caigo bien. —¿Por qué no ibas a gustarles? Eres divertida, dulce, guapa y una cocinera increíble. —Gracias... no lo sé, solo tengo esa sensación cuando están cerca. —Mira, ve a pasar tiempo con Colton y no pienses dos veces en su madre o su hermana, y si de verdad necesitas ayuda, mándame un mensaje y pensaré en una forma inteligente de que te vayas—. Le dije sonriendo. Ella sonrió. —¿Qué haría yo sin ti?— ella preguntó riendo —Aquí tenéis chicas. Entonces, ¿qué ha sido de ustedes dos últimamente?— Danny preguntó mientras ponía nuestra comida en la mesa, olía delicioso. —Bueno, Tess está lidiando con una crisis en el trabajo, y yo estoy siendo víctima de una reunión familiar en casa de Colton en la que no quiero asistir—. Dijo mirando a Danny que era un chico un poco más grande con el pelo oscuro y ojos oscuros. Uno de los chicos más dulces que conocía. —Haz lo que yo hago cuando tengo que asistir a reuniones familiares, solo quédate en tu teléfono todo el tiempo, y si estás realmente desesperada inventa una excusa para irte... di que el perro de tus vecinos está enfermo y tienes que llevarlo al veterinario... o algo así—, dijo con una sonrisa, no pude evitar reír. —¿Esto te funcionó?— preguntó —No estoy diciendo necesariamente que funcione... pero no hace daño intentarlo—. Naomi negó con la cabeza y tomó un bocado de su ensalada. —Entonces, ¿cuál es tu dilema Tess?— preguntó cruzándose de brazos. —Tengo que trabajar con un playboy incompetente—. Dije suspirando y dando un sorbo a mi taza de café. —¿Quién es? —Nickolas Pierce. —¿El Nickolas Pierce? ¿Como el hijo del multimillonario Roberto Pierce?—, preguntó asombrado. Asentí con la cabeza. —Sí. —Mierda... lo siento por eso. —¿Por qué dices eso? Probablemente, ni siquiera sea tan malo. Además, es bastante mono—. Dijo Naomi, Danny y yo negamos con la cabeza. —Solo se preocupa por sí mismo—. Danny dijo —¿Cómo lo sabes? —Porque… Fui a la universidad con él—. Danny dijo metiéndose las manos en los bolsillos. —¡Danny! Espera, ¿fuiste a Harvard?— Pregunté sorprendida. —Sí... no suenes tan sorprendido— dijo riendo —No. No, es solo que no pensé que ese tipo de lugar sería tu escena. Quiero decir... —Puedes decirlo. Otros lo han hecho— dijo —¿Decir qué? —Cómo un tipo que maneja y es dueño de una tienda de sándwiches, puede darse el lujo de ir a una escuela como Harvard. —¿Qué? No, eso no es lo que iba a decir en absoluto. ¿La gente dice eso? —Claro que lo dicen. Automáticamente, sacan conclusiones sobre mí. Vengo de una familia muy agradable y vivimos bastante bien. Así que sí, fui a Harvard con él, estuvimos en la misma fraternidad...— dijo sonando avergonzado. Naomi se echó a reír. —¡Naomi!—. Le dije. —¡No! Lo sé... siento que haya sido fuera de lugar. Es que no puedo verte en una fraternidad—. Le dijo a Danny. —Sí... No es algo de lo que esté orgulloso ahora. De cualquier manera estuve en la casa durante dos años antes de mudarme y conseguir mi propio lugar fuera del campus.— Danny dice. —Entonces, ¿qué es lo que hizo?—, Preguntó —Me alojé dos puertas más abajo de su habitación. Probablemente, tenía una chica diferente cada dos noches...— dijo, con una mirada de asco en su cara. —Ew— dije —Continúa— dijo Naomi —Cada viernes por la noche en nuestra casa se celebraba la fiesta más loca del campus, Nick siempre encontraba la manera de conseguir alcohol y otras cosas para las noches. Pero hubo una noche que nunca olvidaré. Saltó desde el balcón y se metió en una piscina que había comprado para el patio trasero; la música estaba muy alta y apestaba a alcohol y hierba. Creo que vi a algunas personas haciendo líneas de la mesa de la cocina en un momento dado. No puedo contar las veces que vi parejas entrando y saliendo del piso de arriba esa noche. Fue horrible, fue por esa fiesta que decidí irme y mudarme. Bueno, eso y su actitud, se metió en peleas por la mierda más estúpida y fue arrestado dos veces, pero por supuesto su padre multimillonario envió dinero para pagar la fianza cada vez—. Danny termina su historia, sacudiendo la cabeza. —Dios, así que podría ser tan malo como todos esos periódicos dicen— dijo Naomi. —Una cosa es segura, el Nick que conocí en la universidad no parece haber desaparecido. No esperes mucho de él, Tess, siento decirlo. Fruncí los labios y suspiré. —Es bueno saberlo. Naomi me miró y me tocó el brazo. —Tres semanas Tess, y luego no tendrás que preocuparte por él nunca más. Asentí, esas tres semanas no podían ir y venir más rápido.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD