Kelsey seguía insistiendo que al profesor le gustaba y yo seguía negándolo. Vimos la puerta a la que se refería Mike y nos dirigimos a ella, pero no estábamos solo nosotras. Cuando me di cuenta que Alex estaba sentado en la silla que estaba al lado de la puerta me quedé paralizada. No somos las únicas que vienen aquí el primer día de clases. Alex todavía no se daba cuenta que me estaba dirigiendo a él. Estaba escuchando música en sus auriculares. Con Kelsey nos sentamos en la silla que estaba en frente de él, aún seguía sin prestarnos la más mínima atención. —No me extraña —murmuró Kelsey. —¿Qué cosa? —Este chico se llama Alex. Me contaron de él ¿Has visto que en cada instituto y universidad siempre está el típico chico malo, mujeriego y eso? Bueno él es de esta universidad —Te has o