Ya llevo una semana trabajando para el idiota de Bustamante, y siento que perderé la cabeza. No puedo ni siquiera ir al baño porque ya me está haciendo un llamado de atención, y me manda a hacer tareas que se supone le corresponden a Lleras, como prepararle su café, sacar fotocopias e ir a la cafetería a comprarle su refrigerio; y a veces incluso tengo que salir del edificio, ya que siempre se le antoja una ensalada de frutas que venden en una cafetería que queda a dos cuadras de la Torre Colpatria. Pareciera que no me quisiera ver quieta en ningún momento, como se supone que nos tenemos que quedar los escoltas. Siempre parados. Y tras de que este trabajo es extenuante, debo irme corriendo a la universidad apenas finaliza mi jornada laboral, y llego a casa totalmente muerta. Hoy es