Esta no es la primera vez que debo trabajar escoltando a alguien. En el ejército tuve que escoltar muchas veces a altos mandos de las fuerzas militares junto a mi equipo, así que yo ya sabía que este trabajo podía ser, en la mayor parte del tiempo, aburrido, pero es que al menos cuando yo escoltaba a coroneles, la adrenalina de estar siempre al pendiente de que no nos hicieran algún atentado ya me mantenía despierta y entretenida, pero esto de escoltar a un empresario que la mayor parte del tiempo se la pasa encerrado en su oficina follando con sus empleadas es...demasiado aburrido. No me sorprendo cuando veo que la voluptuosa contadora de la empresa se acerca y Lleras me dice que la deje entrar, ya que el jefe ha requerido de su presencia para tratar asuntos laborales. Jum, sí, claro. A