Ricardo Bustamante, siendo el único hijo varón de don Fernando Bustamante, recibió toda la atención mediática que era apenas normal al tratarse del heredero del emporio del café. A mi mamá le encantaba. A todas las mujeres de la época les encantó este hombre. Era como el Brad Pitt colombiano. Todo en el país tenía que ver con él.
Practicó polo en su juventud —obviamente, ya que desde siempre ha sido el deporte de los ricos —, posaba en portadas de revistas, acompañaba a su padre a las reuniones de la asociación nacional de cafeteros y asistía a los eventos más importantes de la farándula colombiana, y tal vez fue eso último lo que lo hizo andar en malos pasos, ya que se juntó con gente que no debía juntarse, aunque Carlos me dijo hace poco que en realidad hubo algo más; hubo otro desenca
