Clara
La sensación en mi pecho no paraba, era como si me hubieran privado del oxígeno de una forma molesta y agónica, era un nudo que me comprimía la garganta a tal punto que tragar se me hacía difícil, la comida no pasaba, mi ánimo estaba por los suelos, comía porque tenía que hacerlo, porque mis padres me llevarían a su casa o Sam me patearía el trasero, pero la realidad es que no podía pasar bocado, nada pasaba, todo se quedaba ahí, mis dolores de cabeza eran insoportables y los ojos me dolían por tanto llorar.
Estaba esperando, procesando y tratando de ver cómo llevar adelante todo esto, porque siendo honesta, no sabía cómo hacerlo, no sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar, estaba esperando algún movimiento de su parte, esperando que me dijera algo porque quería que me lo dijera en la cara, pero a la misma vez, no tenía ganas de que me dijese nada.
— Clara - los golpes en la puerta me hacen girar. - Llevas todo el día en la cama, ¿por qué no sales? - niego
— Mañana viajo temprano, prefiero dormir - suspira.
Sus pasos suenan por el suelo hasta que el colchón se hunde en mi espalda. No necesito mirarla para saber que ella si lo hace, tampoco tengo que ser una genio para entender que la han mandado mis padres, que todos están enterados, a pesar de que les pedí que no hablaran, sé que ella es la intermediaria porque les dije que no quería que se metiesen en este asunto.
— ¿Vas a ir? - se la escucha asombrada.
— Es mi trabajo, hago esto - era verdad, trabajaba.
— Pensé…
— Hilary también va, ella hace una parte de la campaña - no mentía.
— Creo que no… - se queda en silencio - ¿Por qué no hablas con él? - no tenía sentido.
— Solo me envió un texto preguntando si me había ido, le respondí, no me llamó, no vino, no pregunto por qué, era lo que quería - las lágrimas amenazan - Creo que le hice un favor, se ahorró las palabras – suspiro
— Creo que están cometiendo un error - niego.
— Creo que piensa distinto - escondo mi rostro.
— Ve a hablar con él, hablen como los adultos que son - sí, teníamos que hacerlo.
— Cuando vuelva hablaré con él - observó las paredes. - Ahora no puedo Sam, te juro que no puedo, no quiero escucharlo decir que no se quiere enamorar de mí, no quiero que me diga que prefiere seguir soltero, joder - niego - Lo amo, lo amo y me duele - un sollozo sale y ella me acaricia.
— Te vas una semana - muerdo mi labio. - Quizás eso ayuda o quizás piensa que no te interesa
— Él lo sabe, no es algo que no tuviera planeado, lo hablamos, le dije que tenía este compromiso, así que, lo sabe, sabe que me voy y no le importa que me vaya estando así - me remuevo algo inquieta - Por ahí simplemente tenemos que aceptar las cosas, entender que no todos sentimos de la misma manera y eso está bien. - me siento para mirarla - Es sano dejar ir, sí él es feliz así, lo entiendo, yo quiero que sea feliz. - era verdad.
— Quizás tampoco es feliz - suspiré, últimamente lo hacía mucho. - Tú no puedes saber si es feliz o no, tienen que hablar Clara - me detuve un momento en sus ojos.
— Tengo curiosidad, antes no me querían con él y ahora no quieren que lo deje - niego - Yo no los entiendo, en verdad no lo hago - suspiro y ella también.
— Es diferente ahora - mira sus manos y la puerta se abre para que simón entre.
— Ven aquí - abro mis brazos y vuelvo mi vista hacía ella - ¿Qué es diferente? - Sam miró a su hijo y luego a mí.
— Ahora lo amas, eso lo hace diferente, cuando te casaste no tenías sentimientos por él - muerdo mi labio - No lo querías, pero ahora estás sufriendo, se lo que es pasar por eso Clara, sé lo complicado que puede ser no estar con la persona que amas, no quiero eso para ti, quiero que seas feliz, qué experimentes todo tipo de cosas, que formes tu familia - niego.
— Creo que eso no va a pasar - una lágrima se me escapa y Simón me la limpia.
— No llores - murmura mi niño antes de besarme la mejilla - No llores tita - cerré mis ojos.
— Es qué a la tita se le metió una pelusa en el ojo - negó.
— No, tita miente, tita está tiste - apreté mis labios - Mamá, llama tito Andu - miré a mi hermana que hizo una mueca.
— No mi vida - capte su atención - Tito Andrew está de viaje y por eso la tita lo extraña - me miró con desconfianza.
— Tita id con tito - suspire.
Me encantaría que todo fuera así de sencillo, simplemente hacer eso, tomarme un avión, subir a mi coche e ir con él, me gustaría que simplemente fuera un maldito sueño y que nada de todo esto hubiera pasado, aun si eso significaba vivir en esa mentira unos días más, hasta que me llevara el acuerdo de divorcio, entonces yo estaría un poco más jodida, dolida, pero no esperando a que me llegaran los papeles en cualquier momento, porque era lo que esperaba, que me enviara los papeles del divorcio, algo que todavía no había llegado.
— Vamos a dejar que la tía descanse, mañana tiene que viajar a trabajar.
Eso era así, tenía que seguir trabajando, haciendo mi vida, aun cuando quería parar todo esto, aun cuando lo único que quería hacer era quedarme aquí entre estas paredes, mirando al patio donde hicimos aquellos juegos.
La noche llegó y con ella una gran tormenta, los relámpagos iluminaban el cielo nocturno, las gotas parecían una pequeña sinfonía, era una mezcla peligrosa, viento, lluvia, truenos, relámpagos. Mis sobrinos estaban asustados, la mayoría de ellos se despertaron llorando en la mitad de la noche, pensé que quizás iban a venir a dormir conmigo, pero eso no pasó.
Había decidido tomar una pastilla para dormir, una que empezaba a hacer efecto cuando me pareció escuchar el timbre de la casa, llevaba muchas horas sin dormir, muchas noches en vela esperando que algo pasara y ya no aguantaba más, mañana por la tarde viajaría, mañana por la tarde cruzaría el océano para hacer mi trabajo y volvería.
Mis ojos se cerraron y puedo jurar que escuche su voz, lejos, profunda y algo confusa, balbucee su nombre mientras luchaba por quedarme despierta, después todo simplemente se volvió oscuro.
Me levanté con dolor de cabeza, mis ojos estaban hinchados y la nariz algo roja, miré al lado de mi cama, buscando algún rastro de algo, pensando que quizás no había soñado y su voz se escuchó en la casa, que la tormenta no me hizo alucinar, pero no había nadie, sin embargo, mi mente no paraba de procesar su fragancia, esa mezcla amaderada, con limón, incienso y vainilla.
Estaba alucinando, completamente loca, porque estaba sola, porque él no estaba acá sin embargo podía sentir su olor en mi piel, en la cama, como si eso fuera posible, como si hubiera estado acá.
Me levante aturdida y camine directo al baño, mis pies se movían despacio por el suelo, procesando cada parte de mi sueño, ese sueño donde él me decía que me extrañaba, donde me confesaba que también me amaba, estaba loca, jodida y completamente fuera de mí.
Baje minutos después para encontrarme con mi hermana y los niños, les di un beso a todos en la cabeza y por último abrace a mi hermana que me miraba de reojo y con pena, la ayude a hacer el desayuno en completo silencio, acordando cosas de la empresa por mi teléfono, la ayude a limpiar y salí directo al aeropuerto.
Mi auto se movía por las calles tranquilo, primero para buscar a Hilary y luego para ir al aeropuerto, ninguna de las dos hablaba, ella estaba en su mundo y yo en el mío, era como si una lámina de vidrio se hubiera colocado entre ambas, porque siendo honestas, no queríamos hablar de lo que nos pasaba, ninguna lo quería, pero sabía que la charla llegaría, tarde o temprano ella diría lo que sentía y yo haría lo mismo.
Estacione mi auto y suspire, los asesores de imagen estaban en el hall esperando, había algunos paparazis, por lo que bajé mis lentes y escondí mi mano, al menos que él quisiera hacer. Yo no tenía mi alianza puesta, ninguna de las dos, las había dejado en la mesa de luz, en mi lado de la cama, deje los dos anillos juntos, dos anillos que no habían representado nada en su momento y que pasaron a representar todo para mí después.
— Hermosa como siempre Clara - observe al fotógrafo de la empresa, sus boca se curvó en una sonrisa, él era el encargado de hacer las campañas todas ellas.
— Ey gracias - balbuceé y Hilary rodó los ojos.
— Vamos, quiero acabar con esto pronto - la miré y ella me observo a mí - ¿Qué?
— ¿Hace cuanto no pasamos tiempo de hermanas? - duda un momento.
— No lo sé, meses o quizás más - sonreí.
— Creo que es momento de que lo tengamos - paso mi brazo por el suyo - Tú y yo, como en los viejos tiempos - sus dientes asomaron.
— Nos emborracharemos - observe a nuestros guardias.
— ¿Van a poder cuidarnos? - la sonrisa de Charles apareció.
— Siempre señorita - aplaudí.
— Nos emborracharemos - Hil grito mientras levantaba los brazos.
— Saldremos a bailar, molestaremos gente - su rostro se iluminó - Oh, saltaremos en la cama y pediremos servicio al cuarto mientras vemos películas románticas y tristes - elevo una ceja.
— No veremos de nuevo Titanic - bufa.
— Joder Clara, es lo mejor, ver a Jack partir - mueve su mano para hacer la escena - Jack, Jack, despierta - cambia la voz a la de Rose y todos reímos.
Nos montamos en el avión, nosotras íbamos en primera clase y los demás en turista, había pedido estar acá por las dudas que hubiera algún reportero, quería evitar los chismes, solo lo básico, salir por trabajo, que nos persigan y ya, no quería ningún comentario, no quería hacer nada de esto mediático, no quería que se supiera nada.
— ¿Quieres hablar? - Hilary toma un trago de su refresco mientras espera mi respuesta.
— ¿Tú quieres? - consulté y ella afirmó.
— Quiero, creo que puedo hacerlo - subí mis pies al asiento, mis manos tomaron el paquete de frituras y mis ojos se clavaron en ella.
— ¿Quién empieza? - hizo una mueca.
— Lo mío es más corto - toma aire y luego lo suelta despacio. - Tengo miedo, mucho miedo, es como sí entre nosotros se hubiera instalado una especia de manta o pared, o no sé, no puedo explicarlo, pero ahí está, la convivencia se ha vuelto un poco pesada y sé que en muchos aspectos es mi culpa, joder, lo sé, pero es qué - suelta el aire y niega.
— ¿Qué es lo que realmente te preocupa? - sus ojos van a sus manos donde sus dedos juegan.
— Que se enamore de alguien más, que decida que su vida es más fácil sin mí, que lo que pasamos se termine, que todo esto al final se resume en un acá no pasó nada, porque me dolería, me dolería muchísimo y tengo miedo, mucho miedo, de que las cosas no funcionen, que la distancia sea muy pesada para ambos, que me olvide - sus ojos se llenaron de lágrimas.
— Vamos, estamos hablando de Jared, el chico que no dejo de pensarte en todo este tiempo y estaban peleados, el mismo que se ganó a toda la familia en una noche, el sujeto que no te toco un pelo hasta que todos sabían y habían hablado con él, él que espero hasta después de pedirte ser la novia - levantó un dedo - Con una propuesta alucinante, por cierto - sus dientes asoman. - Ese chico no te va a olvidar, no te va a cambiar, mucho menos dejar, ese chico te ama Hilary, esto es una prueba, ustedes pueden con eso. - tocó su pierna.
— Gracias, siempre sabes que decir. - guiñe mi ojo mientras la observaba divertida.
— Obvio - rodó los suyos.
— Ahora te toca. - hago una mueca - Exactamente ¿Qué pasó?
— Habló con quién creo es su abogado - suspiro - Me desperté sola, aquella noche actuó raro, simplemente fue todo muy raro, cuando me desperté estaba sola, nunca me deja sola en la cama, desde que le dije que no me gustaba nunca más lo hizo - niego - No lo entiendo, porque se tomaría tantas molestias si no quería enamorarse de mí, yo te juro que sentí esa conexión, lo sentí a él conectado conmigo, pero al parecer - niego - Lo amo, me enamore de él, pero eso no importa, porque lo escuché pedirle a ese sujeto que acabara nuestro acuerdo, dijo y lo digo lo más textual posible, “No me quiero enamorar de ella, consigue el divorcio” - muevo la mano - Quizás con algunas palabras más o menos, pero lo dijo y lo único que me pregunto es ¿Tan malo es enamorarse de mí? ¿No soy suficiente para él? - suspiro - Porque él era suficiente para mí, lo era.
— Entonces pelea por ello, me dijiste que pelee por estar con Jared ¿Por qué no haces lo mismo? - es que parece que no me escucho.
— Porque Jared te ama, te ama, a mi él no me ama, si me amara yo estaría en esa casa, si él me amara lo más probable es que ahora estaría ansiosa por alejarme de él o lo hubiera convencido de venir.
— Y dejarme sola mientras follas en el caribe - cruza los brazos - Grandioso plan - la empujo.
— Yo tolere tus noches de sexo - abre la boca y la cierra.
— Joder, es verdad - ambas reímos. - Sabrás arreglar esto, quizás tienes que dar el primer paso tú - tomó aire - Da el primer paso Clara, hazlo y valdrá la pena, estoy segura - afirmó.
— Veré cómo está todo a la vuelta y si veo ganas de su parte lo hago.
No volvimos a tocar nuestras penas, ninguna de las dos dijo más nada, simplemente nos quedamos viendo una película en la pantalla del avión comiendo frituras y llorando, porque Hilary puso el Titanic apenas dejamos de hablar, ahora yo no sabía si lloraba por Jack o por mi vida, seguramente era lo último, pero nadie más que mi prima y yo sabía eso.
Llegamos a las paradisiacas isla de Bora Bora, un lugar repleto de parejas con ganas de una cosa, bueno quizás dos, disfrutar su amor y follar, esto último con muchas ganas e ímpetu. Hilary hizo gestos con su cara y manos mientras los gemidos marcaban nuestro camino a la cabaña que nos tocaba, ambas dormiremos juntas, era una gran pijamada.
Me cambie por los bañadores y deje que el maquillador entrará, Hilary me hacía caras mientras nos colocaban las bases, sombras e iluminaban los puntos claves, teníamos que grabar un video, sacarnos fotos en traje de baño y terminar con las campañas, eran semanas donde recorremos diferentes sectores del lugar, cinco días de trabajo, cinco días para ahogar penas, cinco días de relajación y para pensar.
Salimos de la cabaña juntas, ambas con nuestros bañadores puestos y un pantalón de jean corto, Hilary no paraba de parlotear que haría su luna de miel aquí, yo me imaginaba a Andrew saliendo del agua y caminando todo mojado hacía mí, era una buena imagen, muy buena imagen, joder, lo extrañaba.
— Vamos Clara, ponte ahí.
Comencé con las indicaciones, moviéndome, caminando, siguiendo los pasos que me marcaban, Hilary hacía lo mismo con el otro, era algo que hacíamos con frecuencia, nosotras estábamos acostumbradas a esto, a cada parte de esto, tener que sonreír a la cámara, las poses, los flashes.
Terminamos entrada la tarde, todos fueron a sus respectivas habitaciones, para hacer lo que quería, nosotras íbamos a ir a la playa para tomar algo, ese era el plan inicial hasta que Jared llamó y Hil se enfrasco en una conversación con él, los deje para hablaran tranquilos, yo por mi parte salí directo a la playa.
Mis pies se movieron por la arena despacio, llevaba mis sandalias, unas que decidí sacarme para sentir la arena en mis pies, suspire y seguí, en lugares así siempre me encontraba con Andrew y por alguna razón, esperaba que está fuera una de esas ocasiones, quería que él apareciera por acá, que viniera a estar conmigo.
Me senté en una de las mesas y pedí una piña colada, mis ojos se centraron en el agua y el cielo estrellado, suspiré y negué, quería hablar con él, necesitaba hablar con él. Busqué mi móvil y entre a su chat, figuraba en línea, mordí mi labio y comencé a teclear aquellas simple palabras.
— ¿Disfrutando la vista? – la voz a mi espalda me hizo tensar.