Capítulo 25: Horace
Horace por fin encontró tiempo para darle las gracias a Ava.
―No tendría este trabajo si no me hubieras dado ese empujón ―dijo, sentado al otro lado de la mesa.
Se habían movido a otra para hablar.
La asiática rica hizo un gesto de desdén con la mano.
―Lo que tú digas. Esto servirá, por ahora. Pero no te acomodes en este trabajo sin futuro. Hay mucho ahí fuera para ti, nuevas alturas que alcanzar, dinero que ganar.
Ella apretó su puño delgado y sus joyas se estremecieron.
Horace parpadeó ante eso.
―¿Cómo… perdón? Espera, ¿quieres decir que hay más?
Ella se rió como una pija.
―¡Pues claro que hay más! Mira a tu alrededor. Coches, ropa, joyas. Dinero ―dijo la última palabra como Danny DeVito en la película Heist.
Horace se sintió extraño al escucharla. Quería r
