«Deliciosa como lo imaginé», pensó Alessandro.
Vuelve a chupar la v****a de su amante por un rato más y una vez que termina, se levanta y busca un condón en su guantera, lo destapa y se forra su falo, estaba claro que no quería accidentes.
—Aún soy virgen —le avisa antes de que él se acomode en sus piernas.
—Perfecto, entonces es un honor ser el primero en estrenarte prometo ser cuidadoso solo está vez. —Se acerca a sus labios y le planta un beso.
Él cumplió con lo que dijo porque ella es importante para él y si ella no estaba cómoda, entonces no habría sexo con ella, cosa que eso no se lo puede permitir este ninfómana.
Entra en ella con delicadeza moviéndose de adelante y atrás suavemente, a pesar de que era cuidadoso, Sam no pudo evitar no quejarse de dolor, aunque a la vez tenía ex
