Adiel. —Chicos, díganme la casa. —Ahi, el auto blanco y el rojo, —¿Dónde me puedo estacionar?. —Al frente, esta el mio, pero puede ponerlo delante. —Que lindo tu auto Carli. —Gracias Mari. —Despues nos vamos en tu auto gordi, asi ya lo dejas en casa. —Bueno, vemos que dicen. —bajamos y vamos a la casa, abre con su llave y golpea antes de entrar, igualmente había avisado que veníamos—. Permiiiisoooo. —abre la puerta así entro, lo primero que veo es la mesa donde están los cuatro tomando mates. —Hola. —Pasen, Michel, Mari, pasen por favor. —Permiso. —su papá viene sonriendo. —Pa, él es Adiel mi novio. —Un gusto señor. —Igualmente, queria conocerte hace tiempo. —mira a mis suegros estirando la mano—. Esteban, un gusto. —Michel. —Marina. —la madre nos saluda a todos y después l