Después de ese día Stiles visitaba a sus padres dos o tres veces a la semana sin que la manada se diera cuenta, no quería que vieran ese lado de él, ya tenía suficiente con que lo vieran preocupados en todas las comidas. Habían ya pasado unas cuantas semanas que llego y podía comer un poco más gracias a la ayuda y paciencia de todos, para su sorpresa respetaban su espacio pero sabía que querían estar todo el tiempo a su lado, más Scott, Isaac y Liam.
Stiles había decido solo verlos entrenar ya que solo entrenó con ellos una vez y casi hiere de gravedad a Jackson y no podía perdonárselo, él estaba distraído cuando el rubio ataco y su cuerpo se movió sin pensarlo, era demasiado agresivo para entrenar con la manada, se negaba a hacerles daño aunque les dijeran que estaba bien así los ayudaba a hacerse mucho más fuertes.
Derek era el único que estaba más cerca del castaño, casi todas las noches estaban en el balcón del castaño, mientras él fumaba Derek lo acompañaba, a veces charlaban o se quedaban callados nada más disfrutando de la compañía del otro. Stiles sabía a la perfección que era el compañero de Derek y le gustaba mucho, el mayor era amable, de un gran corazón, un poco amargado pero aún así comenzaba a quererlo y le daba miedo, no quería que Derek estuviera atado a alguien tan roto como él pero por más que trataba de alejarlo o marcar un límite el lobo amargado no desistía.
En ese momento la manada se encontraba entrenando mientras que Stiles estaba un poco apartado recargado sobre un tronco jugando con una llama azul en sus manos.
- Sigue sorprendiéndome tu manejo del fuego como si fuera un juguete - dijo Derek llegando a su lado
- No es un juguete es una extensión de mi así le perdí el miedo, como brujo la naturaleza y todo lo que me rodea se volvió una extensión de mi propio cuerpo - le dijo el castaño apagando la llama de su mano
- Si, no soy fan del fuego y no creo que llegue a acostumbrarme a el por completo
- Lo sé, no tienes porque acostumbrarte a el. Es completamente normal, hay cosas que no podremos jamás enfrentar - le dijo esbozando una ligera sonrisa
Esas pequeñas sonrisas no eran comunes con la manada y no porque no quisiera sino que simplemente no salían pero con Derek era tan natural, cuando estaba con el lobo se sentía más como su yo de antes.
En un momento todos los lobos se tensaron y se pusieron en defensa viendo con atención el bosque pero Stiles levantó una mano tranquilo.
- Tranquilos son aliados - dijo Stiles
Unos segundo después apreció un impala frente a la mansión, del auto salieron dos hombres y dos ángeles unos cargaba a un pequeño de 5 años rubio de ojos azul cielo; también salió Deucalion el cual se veía mucho más tranquilo y relajado que años atrás.
- Bienvenidos - dijo Stiles caminando hacía ellos con Derek detrás de él, sabía que su chico se podía defender pero aún así lo cuidaría
- ¡Mica! - gritó el pequeño bajándose de los brazos de su padre para correr al castaño, el cual lo tomó en brazos
- Estas muy grande Jack y te estás volviendo muy guapo pequeño angelito - le dijo Stiles dejando un beso en la mejilla del niño - manada ellos son Dean y Sam Winchester y sus esposo los ángeles Gabriel y Castiel, este pequeño es el hijo de Dean y Cass, Jack Winchester
- Un gusto manada Mccall - dijo Sam
- Es bueno verlos de nuevo, ya no son los mismo niños de ante s- dijo Deucalion obteniendo gruñidos como respuesta, puede que Stiles dijera que ya no era un amenaza y que tuvo un buen motivo para llevárselo pero seguían resentidos, su amigo, su ancla de manada había sufrido por que se lo llevó, seguían algo resentidos
- Deu, no los provoques y ustedes basta, han pasado nueve años, estamos aquí para que hagan una alianza - dijo Stiles entrado a la casa con el pequeño aún en brazos
- Se que las cosas están muy tensas y se que jamás me perdonaran el haberme llevado a Mieczyslaw conmigo pero era necesario. Era el único que podía ayudarnos, es descendientes de una rama muy poderosa de brujos que se había esfumado pero cuando Rafael lo mordió ese linaje volvió a l vida aunque no de inmediato. Si no acabamos con Jennifer, una darach, todo el mundo hubiera perecido; no busco pelear con ustedes, son una manada bastante fuerte y estoy aquí porque Mieczyslaw me lo pidió y tiene razón, ¿qué mejor manera de hacer las paces que con una alianza?
- Deucalion tiene razón Scott además Stiles es quien lo conoce mejor, si fuera una amenaza no estaría aquí. No confíes en Deucalion confía en Stiles, tu mejor amigo - le dijo Peter tranquilo
- Esta bien, no me agradas y no sé si algún día pueda perdonarte el haberte llevado a Stiles pero por el trataré de convivir contigo - le dijo el alfa
- No pido más
- ¿Qué tanto paso Stiles en esa guerra? - preguntó Liam tímido llamó la atención de todos
Liam estaba viendo al piso mientras jugaba con sus manos, tenía miedo de que lo rechazaran o estuviera invadiendo la privacidad de Stiles pero quería saber un poco más. No quería atormentar a Stiles porque veía que sufría, sus ojos mostraban mucho dolor cuando sacaban ese tema.
- Demasiado para un cachorro de 14 años - dijo Deucalion con tristeza
- Mica sufrió mucho cuando Jennifer nos atrapó. Cuando esa perra me secuestro él ya estaba ahí - apretó los puños con fuerza - ella disfrutaba de torturarlo, quería su poder pero no pudo quitárselo así que lo torturaba todos los días, creo que estuvimos todo un años ahí. Aún así no se quebró pero todo cambió cuando entró al campo de batalla, cuando enfrento al ejercito de Jennifer - dijo Dean con tristeza
- Mieczyslaw quiso salvar a todos como es su costumbre así que siempre estaba al frente, no les voy a mentir, él acabo con muchas vidas pero eran del ejercito de Jennifer pero aún así se sigue culpando, el terror de una guerra cambia a cualquier, perdimos muchos compañeros y varios murieron en los brazos de nuestro castañito. Él fue torturado una y otra vez, eso lo destruyó; fue demasiado para él, era muy chico. Siempre voy a arrepentir de arrastrarlo a esa guerra pero lo que puedo hacer ahora es cuidarlo y estar a su lado. Espero que un día vuelva a sonreír de esa hermosa manera que cautiva a todos - miró a Derek - con su ayuda tal vez lo logré