- Ya sabía que eras peligroso – comienzo con la mirada fija en el fondo de mi bañera, tratando de ignorar su cuerpo a mis espaldas sosteniéndome – Pero nunca pensé que tanto ¿sabes? No quería saberlo, te dije que no quería saber absolutamente nada, si lo sabía, iba a perder mi estabilidad mental, preví que esto pasaría. Sigo murmurando más cosas que ni siquiera yo puedo entender porque efectivamente, estoy perdiendo la cabeza. - Espera, yo no te he dicho nada, he respetado tu decisión de no querer saber nada, lo razonable es que hubieses exigido información, pero me alegra que no la pidieras, es menos peligroso así – me alejo de un tirón de su abrazo y me encojo en la esquina más alejada de la bañera. Que tampoco es tanto porque lastimosamente, mi lugar feliz no es tan grande como quisi