A diferencia de mí, noto que Dmitry no borra la sonrisa que tenía mientras me veía fijamente a los ojos, pero eso solo es algo que noto a simple vista, si me fijo un poco más, puedo darme cuenta que tiene la mandíbula apretada y una vena en su frente se hincha. Me quedo callada, prefiriendo mantenerme concentrada en ese par de ojos dorados que en el recién llegado. - Nikolai, estás siendo bastante descortés – estira su mano para pasarse su trago de un tirón, hago lo mismo y no tarda en hacer una seña pidiendo otra ronda. La necesito. - No he dicho nada que no sea verdad, no tengo tiempo, lo sabes – al llegar nuestros vasos, deja de rodearme con sus manos para tomar ambos y pasarme el mío primero. - Pues déjame decirte, hermanito, que te equivocaste, como siempre, todavía te falta pens