Capítulo 5

1073 Words
Alex. —Helena, no viene. Se siente muy mal y esta acostada en la cama —Dice el imbécil de Kyle antes de que siquiera entre. ¿Así que se siente mal, eh? Pues, que bueno que Helena no cambio del todo, sigue siendo igual de cabeza dura que siempre. No quiere hablar conmigo y no puedo decir que no la entiendo, pero tengo muchas ganas de verla, me conformo con verla de lejos, pero ahora lo necesito. Quiero ver su ceño fruncido, su mueca al verme, sus ojos tirándome dagas constantes, sus labios fruncidos y su nariz arrugada cuando grita y toma respiraciones profundas —¿Qué le pasa? —Consigo decir con veneno en mi voz. Estoy cabreado. ¿Sigue siendo tan inmadura? ¿Piensa que si se encierra en su habitación voy a desaparecer mágicamente? Está muy equivocada si espera que eso pase. — le duele mucho la cabeza —Dice encogiéndose de hombros. ¿Y el gilipollas prefiere quedarse a comer conmigo que cuidarla a ella? Eso solo me hizo hervir más la sangre. —Andy se fue a la casa de un amigo de él, yo hoy recién me entero. Si hubiera sabido te invitaba mañana así podíamos cenar todos juntos —Dice en una sonrisa que hasta me llega a dar miedo. Es la sonrisa más falsa que vi en mi vida. Helena es inteligente. Ya me parecía raro que ella se sintiera mal y me dejara a solas con Andy. —Toma asiento si quieres. La cena ya esta lista, Helena estuvo preparándola toda la tarde ¿Helena la preparo? Está envenenada, seguro. Me senté y esto me pareció lo más incómodo del mundo. Estoy enfrente del prometido de la chica que... Que bueno... Es mi... No importa.  —¿Hace cuando estas con Helena? —Las palabras salieron rápido de mi boca. Si las decía tranquilo, la irritación en mi voz iba a ser evidente al aceptar que alguien que no soy yo, está con ella. —Ya cinco años —Dice todo sonriente como un imbécil «Te voy a borrar esa sonrisa de tu puto rostro» —Mucho tiempo... —Es lo único que pude decir. Él es la única forma que tengo de llegar a Helena.  —Sí. Ella es lo mejor que me ocurrió y la espera con ella vale la pena —Miro sorprendido a su plato, él no quería decir eso y esperaba que no siguiera con el tema. —¿La espera de qué? —Pregunté interesado —Lo siento, olvidó que recién nos conocemos —Dice riendo nervioso. ¡Dios! Este tipo de saca de mis casillas. —No importa. Tú cuéntame si quieres —Le dije  —Bueno, pues ella y yo nunca estuvimos juntos... ya sabes... —¿Nunca follaron? —Pregunte riendo y sintiéndome el más dichoso al saber que aún sigo siendo el único que estuvo allí. Y si puedo, seré el primero y el último. —Me gustaría decirlo más "nunca hicimos el amor" —Dice frunciendo el ceño. No le gusta nada mi forma de hablar, de hecho, le incomoda. «El amor lo hacía conmigo cabrón» —Ella quería esperar hasta la luna de miel... —Sigue diciendo. Es obvio que no está conforme con la decisión de Helena. Me da pena y gracia este chico. Se perdió uno de los mejores placeres que pueden tener un hombre, y es estar con ella. —Pero sabes que no es virgen. ¿Por qué esperar? —El maldito que la dejó con Andy... ella solo no podía volver a entregarse tan rápido ¿entiendes? Y ahí es cuando mi sonrisa desapareció. Me siento tan mierda cuando nombran a Andy. Ese niño es hermoso, y yo me perdí cinco años con él. Una de las cosas que quería era tener un hijo con ella y lo tengo. Pero ahora no puedo estar con ninguno. Lo veo y pienso que si hubiera podido cambiar el destino... hubiera deseado no conocer a mi hermano. No conocerlo. O conocerla a ella en distinto tiempo, distinto lugar, y no tener relación familiar. Si pudiera cambiar el destino, no importa que me tocara, la hubiera elegido a ella siempre. Sería siempre mi primera opción. Si me hubieran dejado elegir mi destino... La hubiera elegido a ella. No importa como, ni donde, solo quiero estar a su lado. —Hey, estás bien. Estás pálido—Kyle me saca de mis pensamientos y trato de no mostrar signo alguno de debilidad frente a él. —Sí, estoy bien —Respondo y voy a la comida.  «No, no estoy bien. Necesito verla.» A Kyle le suena el celular y lo toma. Ve un mensaje y su rostro se contrae con preocupación. —Disculpa Alex, tengo que irme unos minutos. Si quieres puedes esperarme ¡Si! Si él se va puedo hablar con ella.  —Si, como quieras —Trato de sonar lo más indiferente posible. El hombre es un idiota ¿cómo mierda deja a un hombre solo en una casa con su prometida? Es un enfermo, pero ahora agradezco que lo sea Kyle, asiente. Se levanta, agarra su saco y sale como un demonio fuera de la casa. Yo decidido, me levanto y voy a buscar el cuarto donde está Helena, pero primero entró al cuarto de Andy. Es pequeño, pero para un chico de su edad. Tiene una cama de una plaza y una pequeña televisión en la esquina del cuarto. Una repisa llena de libros para niños, un escritorio con una lámpara y lleno de lápices para dibujar. El lado un baúl en el que pienso, está lleno de juguetes y a su lado un armario. Lo abro por curiosidad y dentro de él, en la puerta, hay una fotografía de Helena con Andy en brazos. Ella tenía el pelo n***o aun allí.  El rubio le queda bien, pero extraño su hermoso cabello negro... Andy no estaba de más de dos meses allí y Helena estaba llorando en la fotografía. Yo debería estar en esa maldita foto. Salí del cuarto rápidamente no queriendo estar mortificándome más por lo que perdí. Fui directo a la última puerta, que me imaginaba que era la de Helena. La puerta estaba entreabierta y tomé un par de respiraciones preparándome para entrar. Antes de que abriera por completo la puerta, ella lo hace y sale rápido, su frente choca contra mi barbilla y cae.
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