Helena. Hace cuatro días no se nada de él. Mentiría si dijera que no me importo en lo absoluto y que no estuve tentada en usar el numero que me dio, llamarlo y preguntarle si esta bien. Estuve muy tentada. Luego, me quedé pensando en que este tipo de tentaciones se hacían presentes con la Helena, más joven. Recuerdo la desesperación que sentía cada vez que peleábamos, dispuesta a que si no pedía disculpas el primero, yo lo haría con tal de no perderle. Yo lo buscaría como perro faldero, como siempre hacíamos el uno con el otro. Recuerdo como el me tenia tan cautivada, tan enamorada que simplemente no podía contenerme a él. Me sentía sucia y fácil cada vez que me tocaba, pero no me importaba porque sus manos en mi piel me hacían sentir completa. La verdad que ahora yo se es que nunca f