— ¿Hace cuánto que no venías aquí? – dijo Jack. — Lo que tengo en Manchester City – suspiro Gustavo – Solo venía a divertirme y bueno posiblemente esta sea mi última vez aquí, como soltero. — Sí – susurró Jack y en el tramo que llevaban caminando se había olvidado de que seguían tomado de la mano una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Gustavo vio esa sonrisa en Jack, no dijo nada, solo apretó su mano y siguieron caminando sobre lo que pasó la noche anterior con las azafatas y como ganaron plata en el casino. — Es aquí – sonrió de lado y entraron a un lugar iluminado por luces blancas, una vez dentro vio que se trataba de una heladería. Soltó su mano cuando llegaron a la mesa – Los mejores helados. — ¿Los mejores? — Si – le sonrió – Pide el que quieras – una vez vieron el menú, o