—Sos hermosa...— Susurra mordiendo su labio y soltando el agarre de las manos. —Dormí conmigo...— Pide. Ella arquea las cejas al verlo de ese modo, él jamás pedía algo, simplemente lo tomaba, pero que lo hiciera, le hace reconsiderar el echo de irse a su habitación provisional. Adela suspira y se encamina, de nuevo, a la cama, agachándose y tomando la camisa, que hace horas le había sacado al rubio de su cuerpo, colocándosela en el suyo. Él la ayuda con los últimos botones dejando tres sin cerrar y la guia hacía la cama para que suba nuevamente. Mantienen el contacto visual unos segundos, Adela descansa sobre la esponjosa almohada de Demian, mientras que él la mira apoyado en su mano... Arquea sus cejas y niega con su cabeza rápidamente. Los pelos lacios, ya casi secos, le caen en