La amante del jefe

Destinos cruzados

Era lunes en la mañana y me había despertado más temprano que él para ir al trabajo, no quería verle la cara, así que me preparé y desayuné antes de que despertara.

Mi trabajo no era muy fácil que digamos, trabajaba para la persona más tacaña y exigente del planeta. Todo lo quería en su momento y se molestaba cada vez que pedía vacaciones. He tratado de buscar otros empleos, pero no me ha ido muy bien.

Estaba realizando unos informes en la computadora cuando el gerente general entró en la oficina. Nos dijo que se harían cambios en toda la empresa y que me trasladarían a otro sitio. Me alegré un poco pero estaba aterrada de que me tocara un jefe peor.

Termine de enviar los informes y luego lleve mis cosas a mi nueva oficina. Me instalaron en el área de computación y me tocó trabajar con uno de los hijos del dueño llamado Mike, él era agradable y muy diferente a su familia. En su familia, él y su padre eran los únicos que saludaban a los empleados mientras que la esposa y sus otros hijos eran más antipáticos.

Me explico un poco sobre el trabajo que me iba tocar desempeñar y me presento a mis nuevos compañeros. Todos me recibieron muy bien, excepto una que apenas me saludo, se llamada Paloma y era amiga de la hija del dueño. Tenía que tenerle el mismo respeto que el dueño, y eso era lo malo de trabajar en una empresa familiar.

Cuando me presento al jefe quería que me tragara la tierra. El jefe de esa área era justo la persona con la que me había revolcado esa noche. Él se mostró frío y me trató como cualquier otra empleada, no hizo ningún comentario sobre nuestra aventura, actuó como si no hubiera pasado nada entre nosotros y eso me tranquilizo un poco.

Centre mi atención en el trabajo para olvidar lo sucedido con él. Estaba aliviada de que no le haya dado importancia, pero aun así, me sentía incómoda trabajando para él.

Mike me enseñó mis funciones y me contó un poco sobre él, era bastante atractivo y no parecía ser un patán a diferencia de su hermano. Conectamos de inmediato y descubrimos que teníamos varios gustos en común.

En la hora del almuerzo fuimos a comer junto con otra compañera llamada Jenny. Ella era igual de agradable que él, parecía ser alguien sociable y enérgica.

Nos sentamos en la misma mesa y Mike fue a calentar su comida mientras que Jenny y yo esperábamos a que llegara nuestro pedido.

-Y… ¿qué opinas de Mike?

-¿A qué te refieres?, es atento y agradable.

-Y guapo, ¿verdad?

-Si está bien.

-¿Solo bien?, ¿no te diste cuenta que no te dejaba de mirar?

-¿Me miraba?, no me fije.

-Pues pareces estar en las nubes, ¿por qué tan seria?

-Solo he tenido algunos problemas es todo.

-No deberías preocuparte, si lo haces se multiplican.

-Sí, creo que tienes razón.

-Te he visto antes, siempre pareces estar metida en tu mundo, nunca convives con nadie.

-Me gusta ser solitaria, por eso prefiero usar audífonos que estar escuchando a los demás.

Jenny revisó su teléfono y me avisó que ya había llegado la comida. Fuimos a buscar nuestro almuerzo y regresamos justo cuando Mike ya estaba sentado. Iba a sentarme junto a Jenny pero ella puso su cartera evitándolo y tuve que sentarme junto a él.

-Y, ¿qué tal?, ¿te gusta el ambiente?

-Hasta ahora sí, es extraño que Mark y tú sean hermanos, son tan diferentes.

-Todos lo dicen. Espero que estés preparada para soportarlo, puede ser una persona difícil, pero una vez que lo conoces, no es tan malo.

-Si tú lo dices, creo que no será tan malo estar en esta área, de otra forma no los hubiera conocido.

-También pareces alguien agradable.

-Recordé que debo hacer algo, nos vemos en la oficina.-lavo su plato y se fue de la cocina dejándonos solos.

-Y, ¿cómo es que tu hermano tiene un puesto mayor al tuyo? A él siempre lo veo metido en las cosas de la empresa, pero tú no pareces involucrarte mucho.

-No me gusta mucho mi trabajo, solo estoy aquí por mi padre.

-¿Qué te gustaría hacer?

-Estoy interesado en la creación de videojuegos.

-Genial, ¿has hecho alguno?

-No, pero pienso hacerlo. Tal vez podamos jugar juntos un día.

-Sí, me gustaría.

-Tengo pensado estudiar en los Estados Unidos.

-Suena bien.

Terminamos de comer y volvimos a la oficina. El día transcurrió tranquiló, Mike y yo nos volvimos unidos y Mark no dejaba de mirarnos. Me puse nerviosa, pero intente calmarme, me molesto que nos mirara de esa forma, solo esperaba que no estuviera pensando en nada raro.

A la salida todos se retiraron menos yo. Mark me detuvo antes de que apagara mi computadora.

-Hola, buen trabajo hoy.

-Gracias.

-Veo que te llevas muy bien con Mike.

-¿Y?

-Quiero proponerte algo, pero no creo que te vaya a gustar.

-¿De qué se trata?

-Quiero que te acuestes con mi hermano.

-¿Qué?

-Que quiero que te acuestes con…

-Ya te escuche, mi pregunta es, ¿por qué?

-Mi hermano nunca sale con nadie. Desde que murió su novia, él ha rechazado la idea de volver a tener relaciones con alguien más.

-¿Por eso quieres que me meta con él?, ¿por qué no consigues a alguna prostituta que lo haga?

-Se cerró con las persona, no volvió a experimentar interés por nadie y por primera vez, ha vuelto a sonreír.

-No puedes estar hablando enserio, ¿cómo se te ocurre pedirme eso?

-Te pagaré bien, además se nota que tienes mucha experiencia.

Le di una bofetada y me fui a buscar al gerente, para contarle lo que Mark me había pedido, pero ya no estaba en su lugar.

-No te enojes, de verdad no hago esto con mala intención-dijo siguiéndome.

-¿Cómo quieres que no me enoje? Si me estás tratando como una prostituta.

-De verdad necesito que lo hagas, no te lo estaría pidiendo si no fuera importante. Eres la única que conectó con él después de muchísimo tiempo y creo que si pasaras una sola noche con él, dejaría de lamentarse por su novia muerta.

-No quiero, puedes contratar a cualquier mujer que lo haga.

-El conoce todos mis contactos y consideraría una ofensa que le llevara una prostituta. Pero nunca sospecharía de ti.

-No.

-No querrás que mi padre y todos los de la empresa sepan de nuestra aventura.

-¿Me estás amenazando?

-Te pagaré 10.000 dólares.

-El dinero no es algo que me motiva.

-¿Qué quieres para aceptar?

-Se dice que eres dueño de un edificio, quiero que me dejes vivir allí sin pagar.

Era imposible que aceptara un trato que lo hiciera perder dinero..

-Trato.

-¿Enserio?

-Sí, te dejaré vivir en él y podrás pagarme a la medida que tú puedas. ¿Tenemos un trato?

-Sé que me voy a arrepentir de esto, pero lo haré.

Era la oportunidad perfecta para librarme de Frank, pero sentí que había vendido mi alma al diablo por haber aceptado algo así.

No sabía exactamente cómo lo iba a seducir, no tenía ni la más pálida idea de cómo conquistar a un hombre, cada vez que intentaba ligar con alguien, terminaba arruinándolo todo.

Para mi mala suerte, toda la semana se la paso ocupado y apenas tuvimos tiempo de hablar, en una de esas conversaciones, le pedí su número de teléfono y me lo dio.

Comencé mandándole mensajes que respondía a los pocos segundos, escribíamos durante horas a escondidas de Frank y en el trabajo nos hacíamos cada vez más unidos. Era divertido hablar con él, tenía una mentalidad muy abierta y podíamos hablar prácticamente de cualquier cosa.

Un día me armé de valor y quise invitarlo a salir, pero él se me había adelantado. Me mandó un mensaje invitándome a ver una carrera de autos, yo no era muy fan de eso pero acepte.

La verdad no me importaba donde saliéramos siempre y cuando fuera con él. Estaba comenzando a sentir fuertes sentimientos hacia él, por primera vez en mi vida, me había enamorado de alguien.

Me vestí con ropa deportiva y le inventé a Frank que iba a trotar al parque. Él quiso acompañarme, pero le dije que quería ir sola.

-No hace falta mi amor, puedo ir sola.

-No es nada amor, me gusta acompañarte.

-Es que… quería ir a caminar sola.

-¿Por qué?, ¿no quieres que vaya contigo?

-No es eso, es solo que me gusta tener tiempo para mí de vez en cuando.

-¿Te aburre estar conmigo?

-Claro que no, es que…

-Este fin de semana habíamos acordado hacer algo juntos o ¿acaso lo olvidaste?

Se me había olvidado por completo, iba tener que cancelar a Mike.

-Cierto, pero podemos hacer algo cuando regrese del parque, ¿está bien?, no pienses mal mi amor, es solo que necesito esta caminata luego de haber pasado mucho estrés en el trabajo.

-Está bien amor, pero después haremos algo.

-Sí, te lo prometí.

-Diviértete-me beso y luego me fui.

Me encontré con Mike en el rally y compró dos hamburguesas para después sentarnos en las gradas. Me daba risa ver como miraba los autos, era todo un aficionado a las carreras, casi como un niño en una dulcería.

Me contó que le gustaba practicarlo en sus ratos libres y esperaba poder participar en una carrera algún día.

-Eso es genial y claro que iría a apoyarte.

-La carrera ya casi acaba, ¿quieres ir a comer después?

-Me gustaría, pero ya tengo que volver.

-¿Por qué?, ¿tienes toque de queda o qué?-se rió.

-Algo así, ¿podemos volver a salir otro día?

-Claro, te llevo a tu casa.

Su automóvil era un Chevrolet Camaro amarillo con rayas negras, se notaba que lo cuidaba más que a su propia vida.

-Lindo auto.

-Gracias, lo quiero como si fuera un hijo.

-¿A Mark también le gustan las carreras?

-Sí, él y yo compartimos ese mismo gusto, pero a él le pasó algo y desde esa vez, los doctores no quieren que vuelva a participar.

-¿Qué le pasó?

-Tuvo un accidente que casi le dejó inválido, los doctores pudieron salvar su movilidad, pero le advirtieron que si sufría otro accidente igual, se quedaría sin poder caminar.

-Que horrible.

-Se lamenta mucho por eso, su pasión por las carreras es más grande que la mía.

-Sería interesante verte correr algún día.

-Lo harás.

Encendió la radio y sonaba mi canción favorita, comenzó a cantarla y yo hice lo mismo.

-¿Te gusta esta música?

-Es mi banda favorita.

-Qué raro, pensé que era el único que le gustaba.

-Mis gustos musicales son muy raros.

-Ya somos dos, creo que nos vamos a entender muy bien.

Estaciono el coche frente al edificio y en vez de bajarme, lo bese. Pensé que iba a alejarme, pero correspondió y me acerco más a su cuerpo. Nos separamos por falta de aire y se disculpó.

-Lo siento Mike.

-No te disculpes, me gusto.

Volvimos a besarnos cuando escuche la voz de Frank y rápidamente me separe de Mike, me despedí de él y bajé del auto antes que Frank se acercara.

-¿Quién es él?

-Hola frank, es un amigo.

-¿Por qué vienes con él?

-Lo encontré por el camino, nos detuvimos a tomar helados y quiso traerme porque estaba oscureciendo.

-No será el compañero con el que te vieron entrando al hotel, ¿verdad?

-¿Sigues con eso?, ya te dije que no pasó nada y él es solo un amigo. No tienes por qué estar celoso.

Mike se marchó y Frank se quedó mirando el auto con ganas de apuñalar a la persona que estaba adentro.

-Tienes que calmar tus celos, siempre te he demostrado fidelidad y no puedo creer que ahora dudes de mí.

-Lo siento. Sé que a veces exagero, pero es que estabas tan distanciada que pensé…

-No pienses cosas que no son ¿de acuerdo?-lo besé para que se calmara y luego entramos.

Intenté comunicarme con Mike, pero no atendía mis llamadas, Frank comenzaba a sospechar de mí y apagué el celular.

-¿A quién le llamas tanto?

-A mi mamá, es que quería que la llamara, ¿ya nos vamos?

-Sí, te tengo una sorpresa muy especial.

-¿En serio?, ¿qué es?

-Como sabes el lunes es nuestro aniversario y te tengo preparado algo especial.

¿El lunes?, se me había olvidado, era malísima para recordar fechas, siempre olvidaba el cumpleaños de todos mis conocidos.

-Esta cena será solo una previa.

-Qué tierno eres, pero podrías darme la sorpresa ahora, el lunes es día laboral y sabes que llego cansada.

-No, el lunes y no aceptaré un no por respuesta.

-Está bien, el lunes.

-Pero ahora la previa-me hizo cerrar los ojos y puso dos entradas en mi mano.

-¿Qué es?

-Entradas para tu grupo favorito.

-Estaban agotadas, ¿cómo hiciste para conseguirlas?

-Tengo mis contactos.

Lo abrace emocionada, quiso besarme y lo solté.

-Gracias por el regalo, mejor vámonos para alcanzar buenos asientos.

-¿Tan fría?, ¿no me darás ni un beso como agradecimiento?

Lo besé y fui a cambiarme de ropa para ir al concierto. La banda estaba espectacular y cantaron todos los temas que me gustaban. Estaba tan feliz, pero no podía disfrutar del todo porque Mike no me contestaba y temía que se hubiera enojado conmigo.