Fernando Lo peor de pasar por un proceso de divorcio era que debía dormir en el cuarto de huéspedes. Como si fuese un invitado. Había decidido tomar distancia de Sofía y darle su espacio mientras se concretaba una separación con la que no estaba de acuerdo en absoluto. Confiaba en que mi comprensión la haría declinar de esa idea y pedirme que no nos distanciemos nunca más, pero mi esperanza iba echándose para atrás al ver que ella no retrocedía. Mis cosas todavía se encontraban en el cuatro principal, así que ese día ingresé con sigilo para sacar nuevas prendas y me topé con ella plenamente dormida en la cama que parecía quedarle grande a una sola persona. Me tomé el atrevimiento de acercarme para comprobar su estado, sin embargo, me sorprendió encontrarla con los ojos bien abiertos