— Que guapo se ve señor Sokolov – sonrió Alina al ver como Kosntantin terminaba de acomodarse las pistoleras.
— No deberías ser tú la señora Lodbrok – sonrió pícaro sonrojando a la morena.
— Dejémoslo en que tú eres Sokolov y yo Lodbrok – Alina se acercó y le dio un corto beso en los labios al Pelirrojo - ¿Listo para volver al rodeo Superintendente?
— No, quiero quedarme en cama todo el día, contigo a mi lado – acaricio su mejilla - ¿Puedo?
— Ya estuviste mucho tiempo de vacaciones, debes volver.
Alina no sabe la verdad de donde estuvo o que hizo, Konstantin solo le dijo que estuvo en la oficina con mucho papeleo.
— Fueron vacaciones con pilas y pilas de papeles acumulados – suspiro dejándose caer de nuevo en la cama – Si eso para ti son vacaciones no sé qué harás cuando te lleve a Hawaii.
— Idiota – susurró sonriendo – Vamos, te prometo que será divertido.
— Adoro cuando dices esa palabra – se levantó de nuevo y alisó su camisa, no se puso corbata porque solo la usa cuando de verdad debe usarla no le gusta mucho – Entonces, te dejo y nos vemos cuando tenga que ponerte las esposas.
— Ya veremos si puede conmigo Superintendente – le dio un guiño y salió de la habitación.
Konstantin solo rió divertido, tomó su arma y la colocó en su pistola.
En verdad necesita vacaciones, pasó las últimas dos semanas con Max encerrado en casa ya que ahí tiene de todo y no hay necesidad de salir y casi todo el tiempo la pasaron en el jacuzzi o en la piscina que tenía en la terraza, peleando con su jefa por teléfono, tener que revisar el papeleo y claro ver la situación de sus alumnos que están en supuesto castigo.
Aunque pudo escaparse estos últimos cuatro días, se fue a casa de Alina y pasarla como debía, en paz, relajado, entre las piernas de su chica.
Ya tenía planeado sus verdaderas vacaciones en Hawaii, desaparecer con Alina un mes y olvidarse de toda su mierda. La idea de poder sentar cabeza ronda en sus pensamientos desde que Lebrant salió de su interior, ella lo sabe todo y aún así sigue a su lado.
Es su decisión más lógica. Tomar a Alina como esposa. Pero su corazón le dice que Alina no es la chica que él quiere, sino Eyra.
Sacudió su cabeza y volvió a la realidad, tiene que enfrentarse a su Central de mando, pocos saben que ellos son la famosa Familia Dixon, la poderosa familia criminal de Sacramento. Ahora tiene que borrar los pasos de los Dixon para que pueda volver al trabajo normal.
— ¿Cenamos esta noche? – dijo Alina con una sonrisa.
— ¿Aquí o donde? – dijo Konstantin, tomando su taza de café.
— Pensaba en salir a un restaurante, puedo cerrar el taller más temprano – dijo acercándose al pelirrojo.
>> Alina es dulzura pura… > Este día será muy divertido. > Tengo mucho que decir, pero me reservaré las palabras para un momento más íntimo con la rubia de ojos azules- <<
— Lo has dicho todo – sonrió y miró a la malla – Y ya que estamos todos aquí, Alonzo te quedas en H50 junto con Alan, Z20 Ethan y Tobias, Z10 Max y Kyle, el resto a hacer lo que mejor hacen y eso es su trabajo – suspiro – Pueden irse – carraspeo – Grey, Volkov, Ivanov y Wayne se quedan.
Lo sabían.
La sala se vació pocos segundos después, dejando solo a los alumnos y el Superintendente.
Más de uno iba a salir herido.
Konstantin se sentó en el escritorio que estaba ahí, sacó un cigarro y lo encendió, los alumnos solo lo miraban, el silencio era muy incómodo pero parecía que Konstantin se alimentaba de ese miedo e incomodidad que les causaba.
— Superintendente, sentimos mucho lo que hicimos y aprendimos la lección de hacernos los héroes – dijo Ivanov – Le prometemos que no lo haremos de nuevo.
Konstantin sacó el humo de su cigarro y lo sacudió para tirar la ceniza.
— Actuamos de forma imprudente – dijo Grey – No debimos hacerlo pero al estar los cuatro creímos que podíamos con ello, pero no fue así. Aprendimos la lección y no volveremos a actuar así.
— Recibimos nuestro castigo pero si usted quiere imponernos otro castigo lo vamos a aceptar – dijo Volkov siendo fulminado con la mirada por Ivanov.
Konstantin terminó de fumar su cigarro, lanzó la colilla al bote de basura que había cerca, suspiro y se cruzó de brazos, fijando su mirada en la rubia.
— Actuamos de forma imprudente desde que los cuatro nos fuimos a patrullar cuando solo deberían ir dos, fuimos irresponsables y merecemos lo que nos imponga – dijo Eyra sin mirarlo.
Konstantin quería postrarle de rodillas, que se la chupara y comenzará a rogar porque la follara, eso quería ordenarle.
— Ivanov, vete a patrullar con Jose Maria – carraspeo – Grey te vas con Brown y si se llega a sobrepasar tienes todo el permiso de patearle las bolas al cabrón, ya va siendo hora que respete a las mujeres – suspiro – Volkov, te quedaras haciendo papeleo junto a Landon y Wayne te quedaras levantando denuncias – los miró y los cuatro tenían una cara de no saber qué pasaba - ¿Qué esperan nenas?
— Creímos que…
— ¿Qué los iba a levantar la mierda de los perros ahora? – soltó una risa – Ya tuvieron la humillación suficiente y aún les queda mucho camino que recorrer y esto solo les atraso en su proceso – suspiro - ¿Estoy decepcionado? En efecto, ustedes eran los mejores hasta ahora. No esperaba esta actitud de su parte, pero cometieron un error que casi les cuesta la vida, espero valoren mejor su vida – los miro de nuevo – Tengan en cuenta que no estaríamos teniendo esta conversación, que yo estaria frente a cuatro tumbas hablando como un idiota al aire porque ya no estarían aquí conmigo – eso les helo la sangre – Tendria las manos machadas de sangre porque no hice bien mi trabajo que fue instruirlos – tenso la mandíbula – Cargaria con cuatro muertes mas sobre mí, fue un puto milagro que salieran con vida de ese lugar. Ahora tomen su puesto con responsabilidad y valoren la bala con su nombre, somos una familia y cuidamos nuestras espaldas – se levantó y los cuatro alumnos en verdad se sintieron demasiado mal por lo que hicieron ya que ninguno lo tomo como el super lo tomaba, pero Eyra se sentía peor ya que de los cuatro él era el único que sentía algo por él – Ahora, levanten el culo quítense ese asqueroso uniforme. Sus placas están en sus casilleros – Konstantin salió sin decir nada más.