Eyra estaba tomada de la mano del latino frente a muchos criminales peligrosos a los cuales Nacho les hablaba como amigos de toda la vida. Al principio se sintió nerviosa, pero la confianza, las palabras de ánimo de Nacho le dieron la valentía que necesitaba y ahora estaba riendo y hablando con ellos justo como Nacho. Tatiana Dixon era provocadora, sexy, coqueta y sin miedos, esa era la chica que Nacho había creado para su identidad y era justo la que Eyra estaba representando. — Tienes buen gusto, Salomon, haces honor a tu nombre, en tener la mujer más guapa del lugar. — Claro que sí – sonrió Nacho al mirar a la rubia con una sonrisa. Nacho desvió la mirada a una chica de cabello azul que estaba mirándolos desde lejos, estaba sola y le daba mala espina. — Nena – la miró. – Porqu