La Declaración

3142 Words
Episodio 5   En mi debut en la Lucha Libre fue de alguna manera con sabores completamente amargos. A pesar que debía ganar la Lucha y se me había puesto todo a disposición, termine perdiendo por un movimiento final que simplemente no lo evite y quede tendido sobre la lona y por la cual termine esa primera vez derrotado. Pero todo era producto de lo acontecido dos días antes con White y Dalia, mi mente la tenía perdida y sin ánimos de seguir adelante en lo que estaba haciendo. Pero desde ese primer enfrentamiento luchistico hasta el último que sostuve en un mes fueron 5 victorias y 3 derrotas, lo que al final pude compensar la primera derrota. Pero en específico en ninguna de las 8 luchas Dalia no tuvo ni la decencia de darme una sola visita. Podía comprender que la situación no era la mejor, pero si esto que había sucedido era lo que necesitaba para darme cuenta que entre nosotros simplemente no iban a funcionar las relaciones, seguramente era lo mejor que pudo haber sucedido. Aparte había algo que sentía que ella me estaba ocultando y lo tenía que averiguar en su momento determinado, Mientras tanto White insistía en seguir viéndome y querer tener ese acercamiento que le estaba ganando la partida a Dalia. Por supuesto que entre que veía y hablaba con White, de momento no le mencionaba nada al respecto, de lo sucedido, pero ella sabía que en algún momento determinado se lo haría saber. Al termino de cumplir un mes y Dalia simplemente no respondía mis llamadas ni mensajes y en dos ocasiones que la había ido a buscar a su casa, simplemente se negó a salir, supuso que no había arreglo a lo acontecido, por lo que me estaba dando por vencido y en esa situación White tenía un olfato para cuando me sentía triste o decepcionado, y fue cuando aprovecho a caer con todo. Iba llegando al residencial donde vivía en esa actualidad, pero que ya tenía en venta dicha casa, pues estaba dispuesto a olvidar el pasado y comenzar uno nuevo pasado en vida. ¿Un Nuevo Pasado? ¡Así! Como se lee, porque a donde sea que fuere después de ahí sin duda comenzaría una nueva historia en mi vida que automáticamente se convertiría en un pasado futuro para mi vida. Al ingresar vi que estaba en la garita de acceso White esperándome, no es que me haya causado descontento o algo parecido, pero tenía algo atravesado entre pecho y garganta que cuando la veía no podía dejar de pensar en esa traición tan asquerosa que me había dado con anterioridad. Simplemente no servía para olvidar, por más que la hubiese perdonado, pero mi recuerdo no estaba aún dispuesto a olvidar la situación pasada. Me orille para que pudiese subir al auto, en ese momento vino a mi memoria la vez en que La Loba había subido a mi auto por primera vez cuando fui por ella a su hogar por primera vez, simplemente andaba en todo momento con los sentimientos cruzados y encontrados que todo era como estar viviendo en una realidad alterna. Al subirse su reacción natural fue abrazarme y no tuve ninguna resistencia en hacerlo, de inmediato ella lo ¡Supo! Se dio cuenta de inmediato que había algo en mí que me estaba haciendo Mierda el pensamiento o el corazón y como una astuta serpiente me comenzó a acariciar y abrazar entre su pecho que en verdad era lo que más me gustaba de ella. Al estar ahí pegado a su pecho y con el corazón destrozado y herido por la situación con Dalia por culpa de White y que ahí la tenía a mi lado. No soporte más la presión que venía soportando desde que venía de casa de Dalia y me eche a llorar entre sus brazos. Ella con más fuerza y de seguro con una enorme sonrisa en su rostro, me decía: -¡Ya cálmate amor! Todo estará bien de ahora en adelante- Estaba completamente segura que todo volvería a hacer como antes con ella, pero aun no me sentía preparado para dar nuevamente ese paso con ella. Estuve ahí parqueado llorando como unos 3 minutos y me desprendí de sus brazos, arranque el auto y directo a casa. Ella seguramente iba completamente feliz que había hecho lo que quiso hacer conmigo y estaba más que seguro que ese día estaría conmigo todo el día e incluso la noche y desgraciadamente así fue. Solo lloraba una vez y no me recordaba más del asunto y no lo volvía hacer, eran debilidades que sentía en momento de rompimiento y simplemente brotaban sin siquiera poder controlarlo, a lo que ella pregunto al ingresar a casa. -¿Por qué estas triste? ¿Te paso algo con tu zorra?- A pesar que ella sabía que era por su culpa y con un enorme sarcasmo no dejaba de tratarla como lo que ella era también, porque de seguro ella siempre fue una zorra y por esa causa para ella todas las que por cualquier razón se me acercaban era unas zorras, como dice el bendito dicho “El León por su condición juzga” -¡Por favor no le digas así! ¡Porque en todo caso por tu culpa es que estoy así!- -¿por mi culpa? ¿Por qué iba a ser por mi culpa? Si lo único que trato de hacer es que te sientas bien a mi lado- -¡Pues no parece que lo hagas de esa manera! Te digo ¿Por qué?- -¡Pues dime porque en verdad no entiendo porque es que tengo que pagar los platos!- En verdad ella estaba completamente haciéndose la desentendida en el esta ocasión queriendo que como siempre sea yo el que tenga que darle las explicaciones y no me iba a quedar callado a pesar que era lo que siempre hacia cuando se trataba de pelear con ella. Me limitaba y mucho querer hacerlo porque siempre ella era la que terminaba ofendiéndose y era yo el pagadero de sus enfermedades. -¿Si te recuerdas del blúmer que dejaste debajo de la cama verdad? ¡Deberías acordarte porque lo hiciste a propósito y Dalia lo vio y me lo restregó en la cara y desde entonces ya no quiso volverme a hablar!- -¿Y cómo se dio cuenta? O ¿que se ponen hacer ustedes a solas aquí? Como para que lo haya visto debajo de la cama, seguramente de tanto movimiento la botaste y ahí fue donde lo vio- -Pues para que veas que el sexo con ella ha sido mejor que últimamente contigo, pues si fue así, y no me gusta darte detalles de nada, pero me la estaba cogiendo por el culo y desgraciadamente ella se agacho tanto que vio debajo de la cama y ahí fue donde ella vio tu blúmer- En verdad se ofendió cuando le dije a boca abierta que me la había cogido por el culo a Dalia y lo primero que hizo fue aventarme un sartén que tenía a la mano y sin razón alguna, bueno sin razón no tanto, pero de alguna manera ella no tendría que ser la ofendida. -¡Como me dices las porquería que haces con ella! Y de seguro tuvo que ser ese mismo día que me cogiste- -¡Lo siento mucho! ¡Pero yo no te cogí ese día! Ese día lo que aquí hubo entre nosotros fue peor que coger con una almohada porque ya no eres como nada, ni las sombras de cómo lo hacíamos antes y eso sí que aburre- -¡Ósea que viene otra y te la chupa y ya es mejor que yo!- -No precisamente, pero al menos ella si le gusta coger y no solo esperar a que yo haga todo el trabajo y no se tumba como muerta en la cama esperando que yo haga todo lo que normalmente se hace entre dos-   De cierta forma la situación se estaba haciendo más tensa entre los dos y más de alguien debía de parar para evitar que eso pudiera seguir creciendo y como casi siempre era la situación, era yo el que terminaba callándose y así era como ella se desesperaba más y terminaba haciéndose la victima llorando. -¡Sabes que White! ¿No sé a qué viniste hoy? Pero creo que será mejor que te lleve a donde quieras que te lleve, porque en verdad no quiero pelear, me siento muy mal por mi situación y estoy a punto de reventar y si seguís así sabes que me callo y no te vuelvo a hablar- -¡Lo sé! ¡Perdóname, ya no peleemos! Mejor vamos a la cama y te prometo que seré diferente de ahora en adelante, te voy a consentir como lo hacía antes o incluso mejor que antes-   ¡Si! Frustrado y dolido del corazón y con ella haciéndome saber que cambiaría para bien conmigo lo único que quedaba era averiguarlo antes de tomar una decisión respecto a Dalia. Pero no iba a subir con ella, no sin antes dejarle en claro que no porque fuéramos a la cama iba a regresar con ella, no mientras aun tuviera esperanza con Dalia. A lo que ella amablemente me respondió.   -¡No te preocupes! Yo sé que esa perra no te volverá a buscar y voy hacer que te olvides de ella, ¡Porque yo tengo mejor culo que esa zorra! -¡Por favor no la trates así, porque el perro y zorro en este momento soy yo por putear contigo ahorita! Era todo lo que iba a pasar ese día con White, iba a terminar pecando de lujuria y traidor con ella nuevamente, aunque no sé si decir traidor, porque literalmente estaba en una situación fuera de relación con Dalia.   Cuando ella se lo proponía en ser buena mujer al respecto sí que lo era, y se podría decir que no había ¿Quién? Se comparara a ella, la única que si le podría bajar el primer puesto era la Loba. No es que fuera así pero los pechos de la Loba eran un poquito más redonditos y tiernos que los de ella, bueno si era así, es porque la Loba era más joven evidentemente que White por lo tanto de alguna manera era más atractiva físicamente, pero como nunca tuve sexo con la Loba, pues simplemente no podía decir o decidir ¿Cuál? De las dos lo hacía mejor. Al estar en la alcoba lo primero que hizo fue desvestirse por completo y no quería esperar mucho tiempo en calentamiento ni nada parecido ella deseaba o quería, para el termino era lo mismo, que me la cogiera por el culo, queriéndome decir con eso que podía mejorar a Dalia en ese sentido. No me sentía completamente cómodo ante la situación, quería ir despacio pero ella insistió en querer coger así, por lo que no tuve otra opción más que hacerla mía nuevamente pero por el culo. Se recostó piso abajo dejándome todo el trasero a disposición y si era más grande que el de Dalia, no era por querer comparar pero sí que lo era, y solo por el hecho de no ser tan indecisa que Dalia a la hora de querer coger por el culo, era que me aprovechaba más con White. Sin lubricante y queriéndome desquitar un poco el sartenazo que me había dado en la cocina, me deje ir de lleno con mis 18 centímetros dentro de su culo sin piedad. Le metí como 5 empujones bien fuertes. Ella solo se apoyó en la orilla de la cama con las manos para soportar los empujones que le comencé a dar más seguido. ¡Hay, Hay! Más despacio, me grito a lo que le conteste: ¡Ni v***a, hoy te aguantas! No era muy amante del lenguaje soez y vulgar, pero estaba enojado con ella y la única manera de desquitarme era cogérmela con fuerza para que aprendiera un poco a respetarme, bueno mientras vivíamos separados, porque cuando eso cambio ni cuenta me di de lo que sucedió en ese entonces. -¡Vamos grita que eres mi puta! ¡Porque de hoy en adelante serás mi Puta nada más!- De seguro no lo iba a ser, fue lo que pensé pero ya entrada en el dolor y la excitación pues si lo hizo como se lo pedí, al escuchar que lo había gritado la tome por la cintura y le apreté las costillas y le deje ir un empujón tan fuerte que hasta a mí me dolieron los testículos a la hora de penetrarla así. Me levante sin querer seguir penetrándola así y le dije que se levantara que me la chupara hasta acabar y que si después aun después de terminar tenía ganas me la cogía para que ella terminara. Al final término chupándome la v***a tan duro que la desgraciada me mordió más de una vez queriéndose vengar de los empujones que le había dado antes. Al final y después de darle muchos chupones y mordidas me hizo acabar en sus pechos tal y como me gustaba hacerlo, lo que más me excitaba era ver salir el semen y mancharlas todas y más si era en el trasero. Aunque no me había quedado satisfecho con lo acontecido, ella al parecer si, por lo que al ver que ella había quedado agotada, la tome la recosté en la cama y como le encantaba el misionero, pues a darle batalla hasta que gritara mi nombre o se desmayara. Por lo regular con White me costaba un poco saber exactamente cuándo es que iba a llegar al clímax, por lo que por si las dudas yo seguía penetrándola hasta que se relajara por completo y sintiera que ya no quería más. Solo así es como realmente me daba cuenta que ella ya había llegado al orgasmo, en todo acaso aprovechaba a seguir desquitándome y a pesar que ella llego a su orgasmo le propine al menos unos dos más antes de bajarme de su cuerpo cansado y manchado de tanto semen corriendo por su cara y pechos. Al final del día y sabiendo ella que yo no era de los que se conformaba con un solo polvo en el día teniendo con quien hacerlo. Se levantó nos duchamos y quise que tuviéramos sexo en la ducha pero ella simplemente ya no se sentía capaz de hacerlo más, por lo que lo deje de ese tamaño. Pero también lo hacía para que se desesperara y se fuera. Se fue como a las tres horas después de comer y descansar un poco, tuve que ir a dejarla a su casa y como presentimiento raro que tenía, quise regresar de inmediato a casa, pero en el camino de regreso no pude evitar pasar por casa de mi Madre y al pasar por ahí vi que iba con mis hermanos a pie. Como había cambiado de auto no me reconocieron y tampoco los salude, por lo que me fui de largo sin saludarlos. Solo me recordé de lo mal que había pasado mi vida anterior con mi Madre respecto a mi relación con la Loba y con White y de puro milagro no sabía de mi relación con Dalia. Al llegar a casa estaba el presentimiento dicho y hecho, Dalia como buena sabuesa estaba ese día en casa con muchas cosas para pasar una buena velada con ella. No estaba ni cerca de estar cansado y si ella quería reconciliación de seguro lo iba hacer con ella las veces que quisiera repetir. Al acomodarme no me hizo mención de nada y solo se limitó a decirme que la habitación estaba hecha un desastre pero que ya la había ordenado. No pude resistirme a preguntarle. -¿Por qué no querías verme ni me contestaste una sola llamada o mensaje? Te estuve buscando en tu hogar y tampoco, ¿Y ano quieres verme?- Se quedó callada queriendo evadir la pregunta, pero después se quedó viéndome y me respondió. -¡Yo sé que White estuvo esta tarde aquí contigo! Incluso la fuiste a dejar no sé a dónde y no me corresponde saberlo. Pero sabía cuándo te conocí que todo esto pasaba contigo y no tenías claros tu sentimiento. Lamentablemente no solo eres tú, yo también me siento confundida y no tengo claro mis sentimientos hacia ti y así como posiblemente lamentas el hecho de no poder estar solo conmigo así me siento. En la misma situación, no es que al salir de aquí o después de verte valla y coja con otro hombre, pero la verdad es que si me veo y estoy quedando con alguien más, mientras tú haces lo mismo- No es que me sorprendiera, porque no debía de hacerlo, ella estaba en su derecho de hacerlo porque no eran ni una ni dos veces las que siempre caía con White y debía aceptar que ella hiciera lo mismo y de seguro era ese el punto exacto por el cual nunca me sentía completamente arraigado al corazón o sexo de Dalia. Por lo que le pregunte. -¿Tú me amas realmente o solo estás conmigo para ver si puedes amarme?- -Lo mismo podría decirte yo a ti, pero sé que tú cuando te propones amar a  alguien lo haces pero veo que no has podido de amar a White y de seguro ella te da lo que no puedo darte- -¿pero no me respondiste mi pregunta? ¿Me amas?- -¡No! La verdad creí que podía amarte, pero falle en eso y por eso estoy aquí para que tengamos nuestra última cita y nos despidamos como debería de ser- -¿Según tu como debería de ser esa última cita? Porque si no me amas ¿Para qué?- -Solo quiero tener una última vez contigo y además con quien estoy saliendo no es con otro hombre es una mujer, ¡Soy Lesbiana! Pero contigo ha sido diferente y me has hecho sentir mujer como ningún hombre antes me hizo sentir, y ahora con ella, con la que salgo me siento feliz satisfecha y segura, ¡Lo siento!- -¡Aun así! ¿Quieres que tengamos sexo una última vez?- -¡Si quieres! ¡Ahora sino procedo a retírame para siempre!-   La verdad creo que la vida me estaba diciendo ¡Ya ves te lo dije! Y la verdad sentí que me iba a quebrar en ese rato frente a ella, pero quería demostrar hombría y valentía y si eso era lo que ella quería, pues tendríamos sexo una última vez y también sería mi última vez con ella y de seguro eso era un paso para decir por parte de la vida, que debía estar con White…….
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