Sergio. Subo corriendo con ella en mi hombro hasta su departamento, va todo el camino diciendo que la baje, no grita ni habla fuerte, me da risa porque no debe querer que nadie la vea de esta forma, porque yo si veo a una hombre llevando a su chica así lo primero que me imagino es que van a tener una noche de buen sexo, me encantaría que tengamos esa noche de buen sexo con Morena pero es su decisión y respeto eso, llego a su departamento y voy directo a la habitación, la tiro en la cama y me saco la remera. —¿Qué haces?. —Te voy a demostrar que eres mía... Que esa no sé quien carajo sea no me calienta... Ni en ese momento ni ahora. —me mira con los ojos gigantes cuando abro mi pantalón. —Sergio para... —se sienta sin dejar de ver mis manos, me agacho agarrándole las pierna sacándol