CAPÍTULO CUATRO Caitlin estaba sentada en el asiento del pasajero de su camioneta, estaba agotada, con el corazón roto, mientras Caleb conducía sin parar por la ruta 9, recorría las calles hacia arriba y hacia abajo como lo había estado haciendo por horas. Ya estaba amaneciendo, y Caitlin miró a través del parabrisas el cielo fuera de lo común. Le sorprendió que ya estuviera amaneciendo. Habían estado conduciendo toda la noche, los dos en la parte delantera y Sam y Polly en el asiento trasero, manteniendo los ojos bien abiertos mirando la orilla de la carretera, buscando a Scarlet por todos lados. Una vez, se habían detenido en seco, Caitlin había creído verla pero se dio cuenta que era un espantapájaros. Caitlin cerró los ojos por un momento, sentía sus párpados muy pesados, hinchados,