Se encontraban reunidos en la casa de los ejecutores, ambas Alfas, el Beta de los lobos, su compañera y hasta Matt, pululaban por cada rincón de aquella pequeña sala, mientras que las risas y el buen ambiente envolvía a todos.
Bruno apareció con su compañera en sus fuertes brazos, sonriendo con real felicidad al ver a cada uno de aquellos cambiaformas reunidos sólo para ver a su bonita leona y asegurarse de su avance.
—Me siento una estrella pop — bromeó la castaña.
—Ya quisieras saber cantar. Esa misión al territorio de los osos me dejó bien en claro que jamás lo harías de manera decente — sentenció Matt.
—Ni siquiera sé para qué vino — aseguró Cló mirando a su lobito. Bruno se encogió de hombros a modo de respuesta y la acomodó con cuidado en aquel enorme sillón.
Nia intentaba conce
