leo decide decirle a Alexander que Venecia estaba por fin comiendo, pero como decostumbre Alexander estaba abrió, —señor la joven ya está comiendo—le dijo leo, pero lo ve y estaba totalmente abrió, —genial,¿entonces ahora si quiere vivir?—pregunto Alexander, —no lo se señor—respondió leo confundido, no entendía a lo que el jefe se refería, pero de igual forma se fue, bien perra ahora quieres vivir voy a matar esas ganas cada vez que tengas esperanzas o alguna ilusión, quiero que vivas como yo lo hago, en un mundo gris y perverso, en donde la esperanza muere todos los días, Alexander entra a la habitación de Venecia y ella se asusta cuando lo ve, —¡me alegra de que estés comiendo!—grito Alexander, me gustan las mujeres con curvas, —¡no puede ser!—murmuró Venecia, harta de Alexand