La Venganza de la Exesposa Curvy con el Gigoló

Capítulo 23 — Claro que gané

Walter ya lo sabía y lo había comprobado, Nicole seguía sintiendo algo por él. Aunque ella lo rechazó al empujarlo, por obvias razones, para Walter era evidente que Nicole había sido afectada por su abrazo.

Pero ella prácticamente huyó junto a ese hombre, ese tal Patrick, ¿por qué?, ¿para que Walter no le viera la cara?, ¿para que no la descubriera?, pues no, él no se la iba a poner tan fácil, porque ahora era el momento de poner a Nicole en su lugar.

Así que luego de unas rápidas palabras para cerrar con la presentación, Walter bajó de la tarima, apresurado, debía alcanzarlos, él no iba a permitir que Nicole huyera, sin embargo, una figura se atravesó en su camino.

— Walter, me puedes explicar, ¿qué está sucediendo? — Tabitha se cruzó de brazos frente a él.

— No… No sé de qué hablas… — Murmuró Walter sin ponerle mucha atención, él estaba más atento a Nicole que se alejaba con Patrick por un pasillo.

— ¡La abrazaste!, dime por qué… ¿Por qué abrazaste a tu exesposa? — Se quejó Tabitha con el entrecejo arrugado.

— Por favor, qué pregunta tan tonta… — Walter volteó los ojos. — Cariño, estamos en un evento de la empresa, en un gran lanzamiento que nos traerá muchos beneficios, es crucial que todo salga perfecto y en armonía, por eso, esa mujer y yo tuvimos que hacer una tregua por esta noche…

— ¿Qué? — Tabitha dudó.

— Tú sabes perfectamente que yo no siento nada por mi exesposa, ¿no es así?, me divorcié y aunque ella sigue tras de mí en la empresa, has visto que he hecho todo lo posible por sacarla…

— Bueno, sí, pero…

— Ese abrazo fue una actuación, aunque odié hacerlo, servía para demostrar ante los clientes, el trabajo como equipo que estamos haciendo… — Siguió explicando Walter.

— Pero ella te empujó… — Refutó Tabitha.

— Ay, cariño… — Walter tomó su barbilla con delicadeza. — ¿Es que no la viste?, ¿no te diste cuenta?, Nicole estaba roja como un tomate y nerviosa, ese abrazo la aturdió, recuerda que ella sigue enamorada de mí… — Anunció como si estuviera orgulloso, para luego intentar pasar, por un lado, de Tabitha. — Ahora, si me disculpas…

— ¿A dónde vas?

— Yo… Tengo asuntos que resolver, vuelve a la mesa… — Contestó Walter, quien parecía apurado.

— ¿Qué?

— Cariño, estamos en una fiesta, pero yo sigo trabajando, así que por favor, vuelve ahora mismo a la mesa… — Ordenó Walter con cierto tono de autoridad, para luego intentar calmarse al ver la expresión extrañada de Tabitha. — Yo… Te alcanzaré en un momento.

Y así Walter se marchó, a paso apresurado, hacia un pasillo. Tabitha tuvo un mal presentimiento, pues todo esto parecía que no estaba pintando bien.

*

En el umbral de la puerta, Walter se veía histérico, con el rostro enrojecido, la respiración agitada y su expresión estaba toda contorsionada por la ira.

Nicole y Patrick lo miraron sorprendidos, aunque sin moverse de su lugar.

— ¡HABLEN DE UNA BUENA VEZ! ¡¿QUÉ CARAJOS CREEN QUE ESTÁN HACIENDO?! — Insistió Walter al no obtener respuesta.

— ¿Acaso eres ciego? — Patrick se irguió con una sonrisa socarrona. — Aún no hemos hecho nada porque llegaste interrumpiendo…

— Patrick… — Susurró Nicole asustada, sosteniéndolo por el pecho, ¿qué pensaba hacer?

— Tranquila… — Respondió él apretándole las manos.

— ¡¿ES QUE NO TIENEN VERGÜENZA O RESPETO?! ¡NICOLE! ¡ESTÁS TRABAJANDO Y TE ESCABULLES COMO UNA ZORRA PARA REVOLCARTE CON ESTE SUJETO!

— ¡Oye! — Nicole arrugó el entrecejo, molesta ante las palabras de Walter, pero Patrick no la dejó hablar.

En un instante, Patrick ya la había soltado a Nicole y en tres zancadas ya estaba frente a Walter para soltarle un manotazo, del impacto, Walter chocó la espalda contra la pared, deslizándose por ella, aturdido, hasta caer sentado.

— ¡Te lo advertí! — Lo señaló Patrick desde arriba. — ¡No vuelvas a insultarla o no respondo!

— ¡Patrick! — Nicole se abalanzó para sostenerlo por el brazo y hacerlo retroceder.

— Mald!to infeliz… — Mascullo Walter desde el piso.

— ¡¿Quieres seguir?!, ¡¿eh?!, ¡¿no te basta con que te rompa la cara?! — Voceo Patrick desde unos pasos más atrás, mientras que Nicole lo sostenía.

— Patrick, espera…

Nicole acarició con suavidad su pecho para calmarlo y lo miró a los ojos, paralizándolo, luego ella se dio la media vuelta moviendo su cabello para un lado, mostrándole el vestido abierto.

— ¿Podrías ayudarme? Creo que lo mejor es que nos vayamos a casa.

Con sumo cuidado, Patrick movió un poco la faja rota y estiró el vestido para cerrarlo hasta donde pudo, pues ahora que Nicole no llevaba la faja, la prenda quedaba más ajustada.

Mientras tanto, Nicole veía de frente a Walter, quien seguía allí tirado, se veía tan enojado, pero por lo menos no estaba sangrando, Patrick lo había golpeado en la quijada y según Nicole notó, no había usado tanta fuerza.

¿Por qué Walter seguía allí, mirándola y juzgándola?, ¿por qué no se levantaba y se iba?... Pero para empezar, ¿por qué Walter había llegado justamente a esa pequeña oficina?, ¿acaso los estaba buscando y por qué?

— Listo. — Anunció Patrick al terminar con el vestido.

Nicole solo asintió y tomó la mano de Patrick, para llevarlo a la salida antes de que sucediera algo más, no es que sintiera compasión por Walter, pero tampoco quería que se involucraran en una pelea y quizás verlos sangrando.

— ¿Crees que ganaste? — Gruñó Walter justo cuando Patrick le pasaba por un lado.

¿Se refería a la pelea?, sopesó Nicole extrañada, porque era obvio que Walter había perdido, ¿o no entendió?

Pero Patrick sí entendió el sentido de la pregunta de Walter, pues él pudo verlo, pudo ver claramente los celos y la rabia en la expresión de Walter cuando entró en la habitación y los encontró juntos.

— ¿Qué si gane? — Replicó Patrick con un tono de sarcasmo. — Claro que gané y ahora mismo, nos iremos juntos a casa, para continuar celebrando y terminar lo que interrumpiste.

¿De qué hablaban y que era lo que Patrick quería terminar?, se preguntó Nicole, sintiendo como se enrojecía de solo suponerlo.

*

El auto se mantuvo en silencio durante todo el camino, Nicole seguía con la mirada gacha, parecía avergonzada.

¿Quizás se arrepentía de lo que estuvo a punto de hacer con Patrick?

Luego del extraño incidente con Walter, Nicole tuvo que despedirse abruptamente de los integrantes de la junta, inventando un malestar, para después salir apresurada de la fiesta.

Y sí, ella tenía mucha vergüenza, se moría de vergüenza por el abrazo de Walter y como lo había empujado frente a todos, aunque no se arrepentía, Nicole no podía dejar de pensar en lo que dirían todos los presentes.

También tenía vergüenza de como entró Walter en la oficina, encontrándola junto a Patrick en una situación tan comprometedora, pero no por lo que pudiera pensar Walter, sino que sentía vergüenza por lo que pudiera pensar Patrick, por el insulto que Walter le dio y que Patrick tuviera que golpearlo.

Pero sobre todo, sentía vergüenza por la condenada faja, la única prenda que había podido comprarse y que había usado todo este tiempo para definir su figura, pero por querer lucirse esa noche, Nicole la había ajustado mucho más y ahora, Patrick lo sabía, la había visto.

¿Qué pensará de ella?, ¿cómo la verá ahora?, Patrick había dicho que pasó toda la noche imaginándose como arrancarle el vestido, quizás la vio sensual con las curvas marcadas por la faja, pero y, ¿ahora?

El corazón de Nicole latía acelerado, pensando en todas esas cosas y todo lo que sucedió, si no hubiera sido por Walter… Ella hubiera sido capaz de ir mucho más allá con Patrick, sin importar esa condenada faja.

El solo imaginarlo hacía que la piel se le erizara, el auto se detuvo y antes de que Nicole se diera cuenta, ya habían llegado a su casa.

Patrick se bajó de inmediato para abrirle la puerta y la acompaño hasta la entrada, Nicole abrió y lo miró por un instante, él no parecía tener la intención de marcharse y ella tampoco quería que se fuera.

— Tú… ¿Quieres…? ¿Te gustaría pasar? — Balbuceó Nicole algo nerviosa.

— Si no es mucha molestia…

Patrick la siguió y apenas Nicole cerró, él se le pegó al cuerpo recostándola contra la puerta.

— No sería un caballero si no terminara de ayudarte con el favor que me pediste… — Susurró Patrick en el pie del oído de Nicole.

— ¿Qué?

Patrick le mordisqueo suavemente el lóbulo, Nicole largó el bolso que traía en las manos, exhalando todo su aliento y sintiendo como todo su cuerpo comenzaba a temblar.