Capítulo 14 — El beso (parte II)

1494 Words
Patrick arrancó en su auto con una extraña sensación, ¿qué había sido ese beso?, luego de varios minutos conduciendo, él todavía podía saborear el dulzor de los pulposos labios de Nicole y hasta sentir su aroma, él seguía pensando en ella. No había experimentado algo así antes y deseaba más, estaba muy dispuesto a probar mucho más de ella, pero… En el momento en que Patrick intensificó el beso, Nicole se detuvo, ella se retiró repentinamente y parecía asustada. Patrick no podía dejar de pensar en que, ¿quizás se sobrepasó con ella? Además, ella pareció ponerse nerviosa cuando vio a su exesposo… «¡Pero claro!», una certeza llegó a la mente de Patrick. Él tenía que recordar que, Nicole seguía enamorada de ese hombre, de su exesposo, por eso era la venganza y por eso lo había contratado como un gigoló, para hacerse pasar por su novio, porque quería darle celos y hacerlo pagar… Solo por eso. Pero, ¿podría ser que Nicole también esperaba que su exesposo se arrepienta de lo que le había hecho, para luego ella volver con él?, algo dentro de Patrick se removió ante esa idea, sin embargo, él intentó ignorar esa extraña sensación. Solo había algo que tenía muy claro, debía disculparse con Nicole y explicarle bien por qué actuó de esa manera tan impulsiva. * Nicole sentía las piernas temblar, el rostro caliente y el corazón acelerado, ella caminó lentamente hacia la entrada de la empresa intentando verse segura. Walter seguía observándola fijamente, con esa expresión severa, con las manos en la cintura como jarras, parecía un padre dispuesto a regañar a su hija, sin embargo, no se esperó que Nicole prácticamente le hubiera pasado a su lado, ignorándolo. — ¡Oye! — Walter se giró sobre los talones, llamando la atención de Nicole. — ¿Eh?, ¿qué…?, ¿sucede algo? — Nicole parecía perdida. Walter inspiró profundo, «ella me vio, ella me miró a los ojos y tuvo que haber notado que estaba enojado, entonces, ¿por qué Nicole no parece intimidada?» «No, es más que eso, ella parece perdida en su mundo, si me había visto, pero pareció no importarle que yo estuviera allí viéndola con ese hombre», sopesaba Walter, sintiendo como se iba escaldando cada vez más por dentro. — ¿Qué pasa? — Nicole sacó a Walter de sus pensamientos. — Escucha, esa no es forma de comportarte en el trabajo… — Gruñó Walter señalando el estacionamiento. — No estoy en el trabajo… — Nicole arrugó el entrecejo. — Estaba afuera de la empresa, en el estacionamiento y no estaba en mi horario laboral, además, soy una mujer adulta, ¿qué tiene de malo que me despida de mi novio con un beso? — ¡Por Dios! Eso es… Eso es indecente… — Voceo Walter alterándose un poco. — ¿Indecente?, ¿en serio tú me hablas de decencia? — Preguntó Nicole irguiéndose para enfrentarlo, pues este era el colmo del descaro. Walter la miró de arriba para abajo, ¿qué le sucedía a Nicole?, ¿por qué parecía que de un tiempo para acá, no le bajaba la cabeza?, y entonces la detalló mejor, no era solo su actitud, toda ella se veía diferente. — ¡¿Y qué es esa ropa?!, ¡¿cómo se te ocurre venir vestida así al trabajo?! — Gritó Walter con más fuerza, provocando que los empleados que estaban en los alrededores, llegando, voltearan a mirarlos. Nicole observó a su alrededor, todos los miraban, pero también pudo detallar la ropa que llevaban otras empleadas, quienes hasta mostraban mucho más que ella, luego bajó la vista para detallar su propio atuendo, no era revelador, era elegante. — Pero, ¡¿qué te pasa?! — Contestó Nicole cruzándose de brazos. — Vengo mucho más cubierta que con la ropa que vino vestida tu amante la última vez que la vi por aquí. Replicó Nicole dejando a Walter por un instante perplejo, a los alrededores se escucharon algunos murmullos y risas contenidas, ¿qué fue lo que ella le dijo?, ¿acaso se estaba burlando de él? — Ella no trabaja aquí… — Gruñó Walter mirando a Nicole a los ojos, al tiempo que apretaba los puños a los costados, él comenzaba a sentir la presión de verse humillado. — ¡Ah!, entonces si aceptas que es tu amante… — Nicole elevó una ceja con cierta molestia. — ¡Pues, eso sí que es una indecencia! — ¡Ya basta!, si sigues respondiéndome así, no podré aceptar, ni tolerar que trabajes en esta empresa… — Voceo Walter, sintiendo que con esas palabras recuperaba su autoridad, no podía permitir que sus empleados lo vieran en esa situación tan incómoda. — Tendrás que irte… — Entonces tendré que denunciarte por negarme un puesto legalmente mío, por una gran infidelidad que ya fue confesada y por acoso, tanto laboral como s****l… — Contestó Nicole. — ¿Qué? — Balbuceó Walter, sorprendido. — ¿Crees que no me he dado cuenta de como me has estado mirando desde que llegué? — Ah… Eh… Yo… Por instinto, Walter bajó la vista hacia el cuerpo de Nicole y entre los nervios, terminó deslizando la mirada precisamente por los lugares que quería evitar ver en ese momento. Sus grandes pechos erguidos, la cintura enmarcada por el cinturón y esas grandes caderas que resaltaban en la tela de ese ajustado vestido, sin darse cuenta, Walter ya estaba tragando grueso. — Puedes irte… — Terminó soltando Walter, sintiendo como comenzaba a sudar frío. — Vete a trabajar. Sin decir más y de inmediato, Nicole se dio la media vuelta sintiendo como exhalaba todo su aliento, nunca había estado tan nerviosa en toda su vida y no sabía de donde había sacado toda esa seguridad. La verdad, por dentro tenía el corazón a millón y las manos ya las tenía sudorosas, pero por lo menos pudo mantener su actuación y seguridad el tiempo suficiente y delante de tantas personas, ¡no se lo podía creer!, pero, ¡ya no más, ya no iba a dejar que Walter la hiciera menos, ella pensaba luchar! Nicole caminó apresurada, buscando la oficina que se suponía le correspondía por su cargo y apenas estuvo adentro, sola y con la puerta bien cerrada, se pudo tirar en el sofá. Había tantas emociones en su interior, tantos sentimientos encontrados, todo eso aunado al hecho de que sentía que casi no podía respirar, ella todavía no sabía cómo no había colapsado. El encuentro con Walter fue… Fue como una pastilla revitalizadora, la verdad es que se sentía cada vez mejor cuando le contestaba y le replicaba, ver la expresión desconcertada de su exesposo no tenía precio. Parecía que Walter pensaba verla sumisa y callada para siempre, pero se iba a seguir sorprendiendo… Nicole sonrió ante ese pensamiento. Y también estaba… El beso de Patrick, instantáneamente Nicole se llevó la mano a los labios con solo recordarlo, acariciándolos con la punta de sus dedos, todavía podía sentir la sensación de ese beso. Ella nunca había sido besada así, nunca había experimentado algo igual, ¡y la manera en que reaccionó su cuerpo, cielos!, ¿sería de eso de lo que hablaba Brenda cuando le decía que tenía que probar a un hombre de verdad? Nicole sintió como se le enrojeció el rostro de solo imaginárselo, pero al mismo tiempo una pequeña sonrisa llena de picardía se reveló en su expresión. Y justo en ese instante, sonó un golpeteo en la puerta, al abrir Nicole se sorprendió de encontrarse nuevamente con su exmarido, Walter. — Veo que ya encontraste tu oficina… — Murmuró Walter de mala gana. — Sí, ¿por qué?, ¿hay algún problema? — No, solo quería verificar… En un rato enviaré a alguien con tus tareas y asignaciones, las responsabilidades que te tocan y la lista del equipo de trabajo que estará a tu cargo. — Explicó Walter. — Vale, gracias… — Nicole lo miró con cierta sospecha, notando que él seguía allí parado, pero no decía nada. — ¿Eso es todo o hay algo más? — No, nada… Ya me voy. — Terminó para darse la media vuelta y Nicole cerró la puerta. Walter caminó hacia su oficina, pensativo, «pensé que me invitaría a pasar, que quizás ella querría hablar sobre lo que acababa de pasar», sopesaba Walter, «pero eso nunca pasó, ella no me invitó a su oficina» «Además, Nicole se había encerrado en la oficina y cuando abrió, su cara estaba completamente roja, tal como la tenía cuando ella lo besó para despedirse, en el estacionamiento…» Walter seguía dándole vueltas a ese momento. «Y tenía una sonrisa con un pequeño brillo en su expresión, algo que la hacía ver sensual» «¿Será por ese hombre y el beso que le dio?, ¿de verdad Nicole estará así por ese tal Patrick?» Algo como un pequeño y muy diminuto pinchazo, dolió en el pecho de Walter.
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