La Venganza de la Exesposa Curvy con el Gigoló

Capítulo 10 — La venganza de la exesposa

— Gracias. — Musitó de pronto Nicole.

— ¿Gracias por qué? — Patrick levantó la vista de su plato, haciéndose pasar como si no supiera de qué hablaba ella.

— Por no abandonarme… O mejor dicho, por no dejarme abandonarte… Algo así… — Murmuró Nicole con la mirada gacha, avergonzada.

Luego de toda la locura en la oficina del ahora exesposo de Nicole, Walter Gibson, ella había invitado a Patrick a un pequeño restaurante cercano para almorzar.

Patrick trataba de disimular, pero él no podía dejar de deslizar la mirada hacia ella a cada momento, él se sentía intranquilo, pues aunque todo había acabado por el momento, Nicole todavía lucía muy roja, hinchada y deprimida.

Parecía que todo eso le había afectado demasiado, mejor dicho, era obvio que le había afectado, ella se acababa de divorciar, su esposo le había restregado a su amante de la peor manera y lo más cruel era que, aunque se trataba de un matrimonio arreglado, Nicole parecía estar de verdad enamorada de ese sujeto.

— ¿Cómo llegaste a la empresa? — Continuó Nicole.

— Te seguí…

— Estabas dormido…

— Duermo con un ojo abierto y otro cerrado… — Patrick intentó sacarle una sonrisa a Nicole y aunque funcionó, el brillo no llegó hasta sus ojos apagados.

— Bueno, pues… Gracias por hacerlo, gracias por seguirme y por apoyarme… — Nicole suspiró pesadamente. — Si no hubiera sido por ti…

— Si deseas… — Patrick deslizó una mano sobre la mesa, tomando la mano de Nicole con ternura, ella lo miró sorprendida, pues ahora que estaban solos, él ya no tenía que actuar. — Solo si lo deseas, puedes contarme todo lo que sucedió…

— Es que… Yo… — Nicole volvió a sonrojarse y balbucear nerviosa ante el gesto de Patrick.

— ¿Sabes? Podría servirte de terapia, sacar todo eso y a mí también me ayudaría para entender un poco lo que sucede… — Patrick esbozó una enorme sonrisa, con la que abrumó a Nicole con el brillo de su perfecta dentadura.

— Yo… — Aturdida y nerviosa, Nicole se soltó del agarre de Patrick, escondiendo sus manos. — Sí, mmm… Yo creo que después de todo lo que hiciste por mí… Te lo debo… Y la verdad es que… Yo me enamoré de Walter desde muy joven, nos conocimos hace mucho y él fue el único hombre que ha sido amable conmigo…

— ¿Amable? — Patrick elevó una ceja con incredulidad, Nicole sonrió ante el gesto.

Pero no solo eso le pareció extraño a Patrick, ¿Walter había sido el único hombre amable con ella?, ¿y su padre o sus tíos, primos?, ¿ella no tuvo otros amigos?

— Aunque no lo creas, Walter solía ser amable y se convirtió en un gran amigo, el único que tuve… — Nicole suspiró pensativa, como si añorara aquellos recuerdos. — Pero sucedió que nuestros padres arreglaron nuestro matrimonio y Walter creyó que fui yo quien lo orquesto todo por amor, para obligarlo a estar conmigo, porque aparentemente todos sabían que yo estaba enamorada de Walter, aunque yo siempre lo intenté mantener en secreto… Él me odió por eso.

Patrick se tiró hacia atrás en su asiento, escuchando con gran interés, ¿qué todos sabían que ella estaba enamorada en secreto?

Eso no le extrañó en lo más absoluto, pues desde que conoció a Nicole, Patrick entendió que ella era como un libro abierto, con cada gesto, sonrojo y movimiento, Nicole parecía mostrar todo lo que sentía.

— Yo intenté cancelar ese matrimonio, pero mi padre no lo permitió, se suponía que se trataba de una alianza empresarial que beneficiaba a ambas familias y aunque intenté explicarle a Walter que no tuve nada que ver, él nunca me creyó, por eso, nuestro matrimonio se convirtió solo en un trato frío, casi nunca tuve contacto con Walter, excepto por ocasiones contadas y eventos en los que era obligatoria mi asistencia, pero en cada encuentro, él fue… Fue hosco y frío… Siempre me creyó una mentirosa y una manipuladora… — Murmuró Nicole mientras los ojos se le cristalizaban de nuevo.

— Pero cómo pudo hacer algo así y no creerte… ¿No sé suponía que era tu amigo? — Preguntó Patrick extrañado.

— No lo sé… Eso pensé… Creí que él era mi amigo, que solo estaba enojado y con el tiempo, podría hacerlo entender, hasta pensé estúpidamente que podría enamorarse de mí… Pero al parecer me equivoqué, mi vida en un gran cúmulo de equivocaciones… Tal como sucedió hoy… — Nicole suspiró abatida. — Decidí desistir de mi plan contigo porque no me pareció justo hacer pasar a Walter por un momento como ese, no cuando él siempre respetó nuestro matrimonio y nunca se involucró con otras mujeres… O eso creí… — Nicole se limpió rápidamente un par de lágrimas que ya se le escapaban. — Debes pensar que soy una tonta, lo siento…

— No, claro que no… — Patrick se tiró hacia adelante, sintiendo como se le arrugaba el corazón con cada lágrima derramada por ella. — De hecho, creo que has sido muy valiente…

— ¿Qué? — Nicole arrugó el entrecejo, confundida.

— No cualquier mujer puede pasar por todo lo que tú pasaste, aguantar todo lo que tú aguantaste en ese matrimonio con ese cretino, y todavía así, seguir sintiendo compasión y empatía por el hombre que te lastimó… — Explicó Patrick pensativo con la mirada perdida, dejando a Nicole perpleja. — Debes estar muy enamorada de ese sujeto y eso… De hecho, eso me da cierta envidia…

— ¿Envidia? — Susurró Nicole sintiendo como su corazón se detenía momentáneamente.

— Sí, envidia y rabia… — Patrick arrugó el entrecejo, volteando la vista hacia Nicole, para verla a los ojos. — Envidia de él, por tener a alguien que lo ame así, con tanta fuerza como tú lo amas y rabia de que ese idiota te trate de esa manera, aun conociendo tus sentimientos… Ese tipo es un imbécil y se merece mucho más castigo del que tú serías capaz de darle…

Nicole sintió un estremecimiento en el cuerpo, su mirada se perdió al concentrarse en una ventana del restaurante, viendo pasar a los transeúntes en la calle, “más castigo del que tú serías capaz de darle”, ¿eso le acababa de decir Patrick?

Patrick prácticamente acababa de conocerla y, ¿tan débil la veía, tan buena y tan incapaz de poner a Walter en su lugar?, la veía como una mujer incapaz de hacer pagar a su exesposo por todas las injusticias y malos tratos.

De pronto, a través del mismo cristal de la ventana, Nicole vio tenuemente su propio reflejo, su rostro estaba hecho un desastre, hinchado, enrojecido y todo manchado por el maquillaje corrido con el llanto, ahora ella entendía por qué todos la miraron cuando habían llegado al restaurante.

¿En esto se había convertido por su amor a Walter?

— ¡No! — Voceo Nicole volteándose nuevamente hacia Patrick, llena de convicción. — ¡Eso se acabó!

— ¿Qué? — Patrick la miró confundido.

— No seguiré siendo la mujer tonta que se deja pisotear… — Soltó Nicole llena de resolución. — Tal vez me cueste un poco, pero…

Nicole recordó cuando en la oficina, le respondió a Walter con altanería, haciendo escuchar su voz, imponiéndose y lo bien que se sintió.

— Pero lo voy a lograr… Walter no me verá derrumbada, todo lo contrario, me verá ser feliz y triunfar y algún día… — Nicole apretó un puño sobre la mesa y Patrick vio la fuerza de su deseo. — Se tendrá que arrepentir de todo lo que me hizo en estos dos años… Él va a pagar por todo, por cada lágrima que derramé, por cada noche solitaria en mi habitación, por cada insulto que aguanté.

— Entonces, ¿seguimos con el plan? — Preguntó Patrick, mucho más animado, pues Nicole se veía con un brillo muy diferente, parecía relucir.

— Mucho mejor, lo reforzaremos…

— ¿Qué?

— No solo asistiremos a algunos eventos empresariales, estaremos en cada fiesta importante de la ciudad y quiero que hagas el papel de un novio dedicado y amoroso de tiempo completo… De esos que visitan en el trabajo y buscan a su novia para llevarla a casa.

— ¿Tengo permiso de ser todo lo chocante que quiera? — Preguntó Patrick con picardía.

— No, claro que no… Soy yo quien te pide que seas lo más chocante que puedas… — Contestó Nicole con una sonrisa ladeada que contagió a Patrick. — Patrick, desde el día de hoy, Walter y Tabitha, ese par de imbéciles me las van a pagar… A partir de hoy, empieza la venganza de la exesposa.