Apenas estamos a miércoles y he estado agotadoramente atareada, yendo de un lado para el otro porque ya no creo en que puedan hacer un buen trabajo si no estoy sobre ellos, pero como culparme si hay personas que están atentando en contra de lo que me costado tanto construir. Pero al menos hoy podré hacer algo que me gusta más, la sesión de fotos. Cuando entro al estudio me consigo a un grupo de personas alistando todo, las luces, cámaras, fondo y utilería, de un lado veo en donde están los diferentes vestuarios que usaré y un poco más allá la silla con un gran espejo y luces. Ahí me espera Scott. Camino rápido en su dirección y lo abrazo fuerte, intentado demostrarle con ese simple gesto como lo quiero tantísimo. - Hola bebé – me dice como lo hacen casi todos los de mi círculo cercano,