CAPÍTULO ONCE Gwendolyn recorría las calles de la corte del rey, serpenteando, tratando de recordar su camino a la taberna. Sólo había estado aquí una vez en su vida, cuando intentaba buscar a Godfrey para alguna cosa, y desde entonces nunca había frecuentado esta parte de la corte del rey otra vez. Era demasiado sórdido para ella, y se sintió incómoda por todas las miradas, mientras las calles se llenaban de tipos indisciplinados. Le entristecía que Godfrey hubiera desperdiciado gran parte de su vida aquí, en este lugar que estaba debajo de él. Había puesto una mancha en el honor de la familia real, y ella sabía que era mejor que eso. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas y su corazón aún estaba acelerado al recorrer en su mente, una y otra vez, lo que había pasado en el río. Su