- Entonces Tomy y Zo recordaron que eran viejos amigos y que no podían lastimarse. Así que el obediente perrito y el amigable zorro perdonaron sus actos y volvieron hacer amigos hasta la eternidad. – Sara le contaba un cuento como siempre a Enzo antes de dormir. Acarició sus mejillas cuando observó que el niño se durmió por completo, le dio un beso en la frente, apagó la luz y salió de la habitación en total silencio. Mientras caminaba rumbo a su recamara, Fernanda la detuvo al decir. - ¿Por qué tan feliz? – la rodeó, mientras caminaba. – Era un hermoso vestido el que traías puesto. - ¿Cenaste con alguien? – preguntó emocionada. Sara la tomó de la mano y se la llevó a su habitación. Se sentaron en la cama y le dijo. - Hoy fui a cenar con el señor X. Fernanda abrió sus ojos de la al