Stella

2066 Words
"La familia es un tesoro que puede que sea el único baluarte en que se apoya el cansado viajero cuando se detiene un momento a descansar" Kilómetros al este, a unos cuantos cientos de metros de el acantilado Varfrond en dónde se hallaban numerosos muelles que eran medio de subsistencia de muchas personas sobre todo pescadores y recolectores de ostras que se dedicaban a buscar ostras por su elevado precio aunque ya eran cada vez más escasas debido a las migraciones de las criaturas a otros habitats mientras que muchas criaturas marinas como nautilus, caracoles y peces como bacalaos y atúnes hacían. de la zona un sitio pesquero proliferó para los ciudadanos y su medio de trabajo, había muchos centros de pesca y venta y de compra de pescados, que se encontraba en la costa, donde el mar y la brisa marina llenaban el ambiente de un gusto salado por las aguas del mar, y de la vista de las olas que impactaban furiosamente las rocas de los acantilados de la parte este, esculpiendo la rocas con agua salina de mar embravecida, mientras los cangrejos rojos y pequeñas tortugas trataban de caminar en las arenas blancas de la playa para poder iniciar su temporada de desovar. En las playas blancas llena de arena fina y limpia como un paisaje cubierto de sal, y sin de residuos de la magnífica ciudad portuaria, desde donde desembarcaban y navegaban embarcaciones desde los confines más alejados de los imperios, era también un centro de las artes, la religión, el teatro y también la ciencia donde florecía con gran trabajo ya que varios inventores importantes habían nacido o vivido en la ciudad la perla del noreste llamada la Ciudad Estado de Carianis también llamada Carianópolis era dónde también como en todos los reinos del norte se hablaba la lengua Furshta, en concreto la variante del este, que tenía muchos viejos términos heredados de su pasado,, y era conocida como la ciudad Mítica por sus templos Hiperboreos de proporciones matemáticas sagradas. on gran belleza construidas de mármol y algunos con hermosas cúpulas de piedra, mientras se respiraba la brisa salada del mar y se veía un hermoso paisaje de cielo azul, digna de una detallada pintura al óleo, era un atardecer especialmente bello y lleno de nubes que parecían suaves pinceladas en un lienzo azulado, asimismo el océano en cuyas aguas surcaban galeras con remos, pequeños botes pesqueros y veleros por igual, en aquel momento estaba lleno de gaviotas y de aves marinas que revoloteaban en los puertos buscando crustáceos o peces que comer, mientras éstos, protegidos en su cardúmenes de peces, se agolpaban en aguas más profundas para huir de el enemigo de la superficie que representaban las gaviotas, aquella costa era una playa sumamente blanca que estaba llena de jaibas y cangrejos en las temporadas de desove, además de tortugas marinas que hacían sus nidos y eclosionaban muchas tortugas en el otoño, las playas blancas del este del continente eran algo que muchas personas que vivían en las cercanías, disfrutaban, dado que en tiempos libres después de una jornada de trabajo o de una temporada sirviendo a los señores feudales de la ciudad y el puerto, muchos trabajadores y campesinos descansaban observando las playas blancas en compañía de amigos y familiares, era una de las particularidades que hacían única a la zona cercana al puerto y las aldeas pesqueras y madereras circundantes, sin duda alguna era una gran manera de descansar, Mientras tanto se veían a lo lejos hermosas estructuras de piedra con columnas altas, la acrópolis en lo alto y varios templos y centros de educación y con techos enteramente de piedra simbólica construcción herencia de una mitica Hiperborea, eran los Palacios de Frytkos, hermosos edificios construidos de piedra blanca y mármol, todos a la vieja usanza, las columnas eran esculpidas usando solo un enorme bloque de piedra inmenso, por lo cual era sumamente conocida como la "Ciudad Mítica", cuyo nombre antiguo era Karyánopoli, y era una de las principales ciudades estado independientes situado junto a los reinos del Norte, famosa por su guerra antigua contra el reino perdido que tiempo atrás se hundió en el mar, muchos sobrevivientes de aquel reino perdido se dice se fueron a Asgard y otros se integraron en la ciudad aportando grandemente a su cultura, que era una de las más avanzadas en ciencias y artes de todo el continente y cuna de grandes trabajadores talentosos de la piedra y las musas del arte, es decir, las bellas artes. Sus murallas albergaban dentro grandes bibliotecas, universidades, templos y grandes leyendas, muchas personas hombres y mujeres viajaban a esta gran ciudad estado para estudiar, para comerciar o para vivir, grandes sabios así como grandes científicos e ingenieros vivían en esta ciudad, además era conocida por sus mujeres de mítica belleza, que habían inspirado la creación de numerosas esculturas. Además, cerca de la costa, el mercado y un tanto al sur del gran teatro se encontraba el puerto, donde venían grandes galeras con velas pintadas de varias insignias y colores además de embarcaciones de diferentes dimensiones que traían grandes mercancías, mercaderes y viajeros de todas partes del continente, mucha gente se quedaba a vivir en aquella ciudad Estado, famosa por su prosperidad que albergaban sus murallas, era sin duda una de las ciudades favoritas de aquellos estudiosos o mercantes. Carianis era una metrópolis con hombres y mujeres vestidos con túnicas de color verde pistache o blanco, y según decía la leyenda, descendían de una conocida unión entre el Dios de las profundidades del mar abismal y la primera Nínfula. Las nínfulas eran criaturas mágicas que existían tan solo en los cuentos de niños, que eran mujeres capaces de convertirse en insectos como libélulas y volar libremente. Sin dudas era una historia muy tonta a oídos de Stella, una hermosa princesa de piel rosada, con cabello rizado, cuyo padre era un sabio llamado Akartkas era el Rey de la ciudad libre de Carianis, por siglos no había pertenecido a ningún reino y se mantenían como una ciudad estado libre, eso gracias a que los Carienenses habían librado sendas batallas para poder conservar su independencia, y lo habían conseguido a gran costo, las murallas de Carianis habían soportado asedios de los invasores de las islas del oeste, los así como bandidos del sur ya hacia bastantes siglos, también habían tenido sendas contiendas en contra de los saqueadores y piratas del mar de las Pléyades, y también ya hacía varias décadas cuando los navegantes alfgardianos habían sitiado la ciudad desde el mar y la habían asediado, con grandes trabuquetes, pero la ciudad pudo vencer al final, se dice, que con la ayuda de los habitantes del bosque Elfen, aunque esto no es nada mas que una leyenda, Al final, el rey Agnar había hecho alianza con el rey de Carianis, era no solo una alianza de carácter comercial, en la que varios barcos de ambas naciones intercambiaban madera, ciencias, recursos, metales, gente o arte, sino que era una alianza militar, lo que quiere decir que ambos estaban obligados a acudir en ayuda de el otro si alguno de ellos era atacado por algún otro reino, esto debido a que últimamente los invasores del desierto, que ya hace bastante tiempo que habían llegado de una lejana isla al sur, pasando por el mar de la muerte, y habían conquistado la parte sur del continente, incluyendo al importante puerto de Nuevo Domikarián, y se habían hecho bastante fuertes con el tiempo convirtiéndose en una serie amenaza para los reinos del norte, estos invasores eran llamados los aluces, o salvajes del desierto de manera despectiva, eran diferentes en todo al resto de los demás reinos, tenían otra manera de vestirse, eran sumamente crueles en la guerra y usaban ropajes del desierto, los hombres y mujeres se vestían de maneras extrañas, con ropa holgada que cubría su cuerpo de la luz del sol, Además tenían extrañás practicas religiosas, y eran completamente diferentes a todos los habitantes del norte del continente. Mientras tanto, Stella, una mujer que se veía de 19 años, con tez clara y gran belleza se dispuso a bañarse en las aguas del mar de las Koanidas, , cuando regreso al palacio escucho a su padre decirle a su madre algo sobre la guerra, sobre una amenaza de invasión, del reino de Carcafaz, pero a ella simplemente no le interesaban tanto esas charlas de guerra, a ella solo le importaba tocar el Arpa, un instrumento en el que era sumamente experta, y hábil, aunque hace años, su padre había intentado entrenarla como Guerrera en el manejo de la espada, puesto que ella era su única hija y el trono de su padre pasaría a ella, sin embargo ella prefería mil veces el arpa, y tomaba clases con sus profesores de música. Esa tarde Stella practicó tocar y ensayar además de perfeccionar la técnica del arpa durante unas 3 horas con su profesor Alinius, un músico del consejo del rey, después de practicar sobre el arte de representar la música en papel y tocar unas notas en el arpa, Alinius se sentó mientras tomaba unos papeles y pergaminos -He escuchado que hay rumores de Guerra, tu padre me dijo que -No me interesan esos temas ahora, no me gusta hablar de política o de guerra, entristece mi inspiración -lo se niña- Dijo Alinius,- pero es que algún día serás la reina de Carianis, debes de estar preparada para poder defender a tu pueblo, es la responsabilidad de un monarca -Solo tengo 15 años, aún ni siquiera cumplo los dieciocho, por el momento solo quiero dedicarme a mi música- dijo Stella tratando de evadir el tema -Tu padre me pidió que te diera esto pequeña.- Sacó de una inmensa gabeta de madera una espada brillante, , y se la entrego en las manos- Esta es la espada Sagaz -Pero yo no....comenzó a decir ella. -Ya se que no se lo habéis pedido, señorita, pero tu padre me dió ordenes estrictas de dártela, esta espada era propiedad del Rey Sigans, el valiente, tu bisabuelo quien logró defender la ciudad del ataque de los Alfgardianos, tu padre te la da para que puedas entender la importancia de ser la heredera al trono, y me pidió que te informara que prontamente estarás siendo instruida en el arte de usarla correctamente. -Pero yo no puedo, es demasiado pesada para mi -Eso lo se, por lo tanto solo tendrás que practicar con alguna que sea mas ligera, cuando estés lista para usarla, podrás esgrimir esta hermosa espada -Yo no se que decir -durante que tiempo que he sido tu profesor, tu padre me ha confiado el poder ser como un tutor de la familia, tanto tu como tu hermana menor han sido parte de mi responsabilidad desde que el Rey ha estado como siempre atendiendo los asuntos del rey, por eso es que tu padre no ha podido dar este regalo o estas palabras personalmente,- Le entregó un pergamino con el sello del rey. -¿Que es esto? Es el decreto del rey que hace acreedora a ser la heredera del trono de Carianis, como sabrás, no tienes hermanos varones desde hace dos años, la fecha que sucedió la tragedia en la batalla del Mar del Aquironte, donde vuestro hermano falleció honorablemente, por eso solo quedáis vuestra hermana menor y tu, aunque vuestra madre está esperando otro hijo por el momento no sabemos si se trata de varón o mujer, por lo que el rey ha ordenado entregaros esto -Esto es demasiado inesperado, entiendo que mi padre este muy ocupado para darme la noticia, pero el sabe que no me gustan estas responsabilidades, debió de hablarlo conmigo antes -No debes preocuparos, cuando sea vuestro turno de reinar ya seréis toda una dama, y tendrás mucha mas experiencia señorita, mientras tanto os aconsejo que no penséis tanto en este asunto y volváis a vuestras practicas mañana mismo, Esa noche no pudo dormir pensando en el futuro, pensando en que no le gustaba nada la idea y que si pudiera saldría volando lejos de ahí con su arpa en la mano, pero no había nada que hacer, era una orden del rey, de repente comenzó a tratar de imaginarse las responsabilidades de ser monarca y participar en guerras, la idea por un momento le pareció emocionante pero muy difícil era tan solo una niña de dieciséis años. -
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