En búsqueda de la libertad

1848 Words
Enahkant y Fivsala extrañaban su casa, ya hacía aproximadamente 2 meses que habían sido capturados por el mercader de esclavos y un mes de ser liberados y puestos al servicio de el reino de Aluz, extrañaban el olor de la comida y el encargarse de su negocio en su casa las lluvias, a diferencia de su hogar donde siempre llovía y era un clima tropical con grandes parcelas de vegetación y abundantes arboles frutales, Aluz era un lugar árido, desértico y con casi nada de lluvia, se preguntaban que habría sido de el, que seria de sus padres, de sus mascotas, pensaban cada día y noche en regresar, pero aun no ser habían armado de valor para pedirles a la familia de Zafiria que les regresara a su hogar, ya que tenían que su reacción inmediata fuera el echarlos del palacio donde ellos servían, y además, ellos habían sido muy buenos con los dos, y estaban aprendiendo lentamente el lenguaje de los aluces que era muy diferente del suyo, aun así Zafiria pasaba mucho tiempo con ellos cuando tenía tiempo libre de ayudar a su padre en la gestión de Aluz, como una hermana mayor, enseñándoles el idioma y jugando con ellos en las tardes, nunca les maltrataban y les habían dicho que ya no eran esclavos sino libertos, por una parte extrañaban su hogar pero por otra les resultaba de muy buena suerte que los dioses les hubieran traído a la casa de una persona tan gentil como ella y no de algún loco, o maltratador capataz, entre ellos hablaban a menudo acerca de como volver a casa, por otra parte, les encantaban los dulces y la comida de los aluces, era algo que nunca habían comido antes, por ejemplo, en comparación, había muchísima mas variedad de comida en este lugar que en su propia casa, había platillos de ternera asada, vegetales al vapor, y dulces, los dulces eran mucho mas variados de los que había en Vimana usaban muchas mas especias en la comida y era más insípida en ocasiones. Zafiria les había pedido que les acompañaran en barco, pero ellos no entendieron bien, así que le trataron de decir a Zafiria que querían regresar a casa, pero no hablaban aun muy bien el idioma, así que entendieron que ella les llevaría a casa en barco, pero lo que ella les dijo es que le acompañaran a la expedición del reino Aluz en contra de Carianis, era una oración un poco complicada y no le entendieron, así que dijeron que si asintiendo con la cabeza, dado que la diferencia de lenguaje aún era bastante grande, y se les dificultaba la comprensión de aquella lengua, en especial entender la pronunciación de las palabras ya que la pronunciación no se parecía en nada a su lengua natal, por lo que se les dificultó en sobremanera entenderlo, a pesar de que hacían grandes esfuerzos para poder comprender y aprender día con día. Todo el viaje se emocionaron pensando que regresarían a casa o mínimo al puerto para embarcarse a su isla donde se hallaba su hogar y su familia, grande fue su decepción al ver que desembarcaron en un lugar frío y desconocido que nada se parecía al hogar de los Vimana, con un bosque al lado, era un hecho que no iban a regresar a casa por ahora, lo que mas extrañaban de casa aparte de su familia y amigos era dar un paseo en elefante, aquí no había elefantes por ningún lado, ni edificios de piedra gris excavada en la roca como los que existían en su reino nativo, entre más continuaban avante con la expedición solo veían al lado árboles llenos de escarcha, zorros blancos que se escondían de inmediato al verles, lobos solitarios que pasaban observando desde la lejanía con recelo a los viajeros entre los pastizales y un enorme bosque; mientras que Enahkant y su hermana Fivsala acompañaban a Zafiria a donde quiera que iba, eran como sus cuidadores y amigos, vigilaban además que no salieran bandidos al ataque asimismo de animales salvajes, ellos eran los encargados de sonar el cuerno de batalla si se detectaba algún peligro para que los soldados acudieran en su ayuda sin embargo observaron como de un momento a otro, ella se adentró en la espesura de la vegetación y las sombras de los altos robles así como pinos nevados así que la acompañaron al bosque, estuvieron un extenso periodo de tiempo recorriendo el suelo lleno de hojas que crujían con cada pisada tratando de detectar su voz cuando por fin la observaron, suspiraron de alivio puesto que el padre de Zafiria se enojaría bastante si supiera que los sirvientes que tenían encomendado acompañar a su hija vieron que hablaba con un desconocido, pero no parecía peligroso ni que la estuviera amenazando, por lo que cuando Enahkant tomó en sus manos el cuerno de batalla, al final su hermana le convenció para que no hicieran sonar el cuerno de batalla de alarma, después de presentarse y de que ella les explicara que era un niño adolescente perdido, comenzaron a caminar en dirección al campamento del ejército de el padre de Zafiria, mientras caminaban algún pensamiento cruzó por la mente de Enahkant, a pesar de que no tenía mucho de conocer a Zafiria, el y su hermana le estaban agradecidos por el hecho de que hubiese sido muy bueno con ellos a pesar de que les habían encontrado en un mercado de esclavos así que veía a Zafiria como una amiga, y sin duda pensaba que se veía sospechoso para ser un niño perdido así que lo vigilaba constantemente (tenía que hacer un buen trabajo si quería que le regresaran a casa además) Entonces de pronto cuando iban a llegar al campamento, pisaron sobre un enramado de ramas cubiertas de espinas enormes, y quedaron atrapados como un grupo de ratones por un grupo de gatos, -¡Ay!, me duele,- Dijo Zafira -Sabes creo que podría sacarnos de aquí, solo necesito ...- respondió con la voz entrecortada Fadir -No lo hagas enfrente de ellos, no se que podrían hacer- le susurró al oído Zafiria- -Tengo que rescatarte- acto seguido se volvió un pequeño pájaro , ante los atónitos ojos de Enahkant y Fivsala, que reaccionaron con expresiones de terror -Tranquilos amigos, el también es bueno, solo esta tratando de ayudarnos.- Dijo Zafira para evitar que gritasen por ayuda o sonaran el cuerno de alarma Después de eso Fadir se volvió a su forma humana y cortó los enramados liberándolos, mientras Zafira les pedía a los dos niños no contar sobre eso a nadie, porque podrían pensar que se tratase de hechiceros de magia negra o peligrosos brujos, en ese momento sonó un cuerno de batalla, Zafiria volteó a ver a Enahkant pero descubrio que el no sonó su cuerno de batalla, el sonido se oía lejano y sonaba diferente... debían ser los del ejército de Alfgard Entonces un alarido de espadas y gritos, ruidos metálicos y flechas comenzaban a oírse en la distancia, toda una orquesta de sonidos metálicos. Los alfgardianos, al mando de Nelson y su segundo de al mando Magnus Lothar Magnusson se veían como gigantes comparados con los más bajos guerreros aluces se abrían paso a golpe de hacha y espada entre la muchedumbre, con un escudo con pintura de guerra y raras inscripciones en la mano y en otra un hacha de acero, mientras los aluces trataban de contenerlos a lanza y espada sorprendidos por el embate de los guerreros del norte, los vieron a través de los árboles y la densa vegetanción -¡Emboscada!, un montón de locos del norte ha salido de los arboles de por allá, ¡rápido necesito que ataquen, todos a la defensa!- Se oyó decir a la voz de su padre, mientras los cuatro trataban de mantenerse seguros en medio del campo de batalla al lado del bosque, del ala norte unos arqueros a caballo de color blanco con armaduras de color bronce y el estandarte de la ciudad de Carianis, empezaron a disparar sus flechas sobre los aluces, causando bajas y caídos en batalla, mientras los aluces se replegaban en formación y respondían con flechas, proyectiles de catapulta, en ese momento Fadir vio como un hombre alto, blandiendo un hacha iba corriendo hacia dentro del bosque hacia Zafira para raptarla y llevársela como rehén, junto con Eni y Fiv, pero él comenzó a repetir unas palabras y al instante lanzo un par de haces de luz de sus manos, eran haces de luz pequeños, pero suficientemente eficaces que deslumbró los ojos del guerrero alfgardiano, y este aprovecho para rescatar a los tres, después dijo unas palabras y aparecieron en una zona segura, en la parte alta del terreno, viendo la batalla que acontecía ante sus ojos, mientras comenzaba una lluvia torrencial, de pronto comenzaron a destellar rayos y truenos mientras se llevaba a cabo la batalla, la campiña se comenzó a teñir de rojo, mientras caían mas truenos y el estruendo de las armas de acero resonaba contra los escudos de acero y contra la carne viva., . Pero una norna, una guerrera del norte , que también tenía poderes elementales, comenzó a hacer que los del ejercito aluz se sintieran débiles con unas palabras, se entabló una batalla mágica entre Fadir y la vidente nórdica, entonces Zafira le pidió ayuda a Fadir, le pidió que usara sus poderes para ayudar, pero en ese momento salieron dos enormes cuervos, que empezaron a a****r a Fadir, el sabia que eran en realidad nornas es decir humanas que tomaban forma de ese animal para a****r con gran volumen de energía, lo decía en su libro, así que repitió unas palabras y ambos comenzaron a pelear lanzando haces de luz, pero la batalla alrededor era tan ardua que pocos se dieron cuenta de eso, los guerreros de ambos bandos estaban demasiado concentrados en pelear que nadie se dio cuenta del enfrentamiento de fuerzas elementales que se daba entre Fadir y las nornas cuervos. Mientras tanto Enahlant y Fivsala, vieron completamente pasmados el espectáculo, nunca habían visto un enfrentamiento en una batalla en la primera línea de guerra y mucho menos un enfrentamiento de fuerzas parecidas a lo que ellos conocían como brujeria, creían que solo pasaba en la fantasía., un soldado con un hacha les intentó golpear pero esquivaron con gran audacia el golpe agachándose y corriendo, ellos no tenían ni armas ni armaduras, estaban solos entre la vorágine de caos y muerte, Eni tuvo que recoger un escudo de madera de suelo para detener al último segundo un golpe de una espada que se le aproximaba , y cubrirse austeramente de la lluvia de flechas que caía del cielo, una le impactó en el cuello sintiendo un dolor punzante que quemaba, sentía como le comenzó a arder el músculo del cuello y la piel, como si de repente se le quemara por dentro la carne, dos segundos después su visión se nubló y todo se volvió n***o, había caído presa de una flecha con la punta afilada de acero envenenada....
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