—¿Y… a dónde vamos? —inquiero, con el mejor encogimiento de hombros que puedo obtener de mí misma en este instante. Evan me analiza detenidamente de una forma que me hace preguntarme qué hacía, cuando decidió enfocar su atención en mí y no en el oscuro escenario del exterior. Una pequeña sonrisa parece querer tirar de su labio, aunque no entiendo el porqué. —Peter volvió del viaje —dice como si nada. Agradezco que no haga comentarios, aunque seguro es parte de nuestro trato. —Lo sé —resoplo contra mis cabellos—. Lo ví en casa de Alan… ¿me odia? —Peter siempre hace eso. El golpe en el orgullo me hiere, porque me recuerda que no soy la única con la que él ha tenido este tipo de acuerdos. A veces me pica la curiosidad por preguntarle algo al respecto, pero después me convenzo que es un