¿Estoy en el infierno?
¿Morí?
Si es el infierno es hermoso, y muy parecido a una habitación de hotel de cinco estrellas o de seis.
¿Hay hoteles de seis estrellas? ¿Cómo se definen las estrellas en los hoteles?
¿Habrá internet en el infierno para buscarlo?
Nunca había visto sabanas negras en toda mi vida pero ahora estoy envuelta en ellas. Las paredes blancas contrastan con los muebles oscuros y hay…
¡Hay una chimenea en la habitación!
Hay un gran servicio en el infierno. Esto no me estimula a portarme bien. ¡Debí ser una actriz porno en lugar de detective!
Mmm lo consideraré para mi próxima vida.
La puerta se abre y supongo que llegó la hora de mi juicio contra el jefe final pero quien aparece frente a mi es Franco.
Oh.
¿Él murió también?
¿O él era un ángel del infierno desde el principio y todo fue planeado para matarme y traerme aquí?
—Para ser el infierno hace mucho frío. ¿Lucifer olvidó pagar la calefacción?
Él no me mira mientras se agacha para encender la chimenea.
—No estas muerta— me dice con una voz sin emociones.
Su camisa se aprieta contras sus músculos mientras lucha por encender la chimenea.
Dios, es tan sexy.
—¿Estas seguro? ¿No quieres reconsiderarlo?— preguntó mientras el calor empieza a llenar la habitación poco a poco.
Él se acerca a mi y yo tragó saliva.
¿Por qué se mueve tan lento?
Brinco en la cama cuando él toca mi frente y tardo un segundo en darme cuenta que esta tratando de sentir la temperatura de mi cuerpo.
Alta.
Es seguro que es muy alta.
—Ya bajó la fiebre— me dice con esa voz baja y ronca.
—No, definitivamente mi temperatura es muy alta.— le digo tocando mi propia frente.
Entonces todo lo que ocurrió antes de este instante viene hacía mi como una ola marina inesperada.
—Pagaste 100 mil dólares por mi— digo honestamente asombrada.
—Si— me dice cortante tomando una taza de algo hirviente de la mesita de noche y poniéndola en mis manos.— tómalo te ayudará a sacar los rastros de la droga.
—¿Y ahora?— preguntó bebiendo el te mal oliente— ¿Me compraste, qué harás conmigo?— preguntó sin ocultar mi emoción.
Él me mira en silencio y sus ojos bajan ligeramente por mi barbilla hasta mi pecho.
Y me doy cuenta que estoy en sostén.
—¿Me violaste?— pregunto cubriéndome.
—No te he tocado— me dice con frialdad— ni lo haré. Vístete y vete de mi casa.
Lo tomo por la muñeca antes de que tenga tiempo de alejarse. Se que él podría soltarse fácilmente de mi pero no lo hace.
—Oye, se que pagaste más por mi culpa, estaba muy drogada y dije e hice muchas cosas. — tomo aire— realmente lo siento, voy a pagarte, lo prometo.
100 mil dólares.
Eso tomará algunos años.
¿Cómo pudo pagar esa cantidad en efectivo?
Tal vez debería reconsiderar abrir mi Only fans, el trabajo de detective no me permitirá pagar esta deuda en esta vida.
—No necesito tu dinero.— responde cortante otra vez.
—Pero tengo que pagarte de alguna forma. Me salvaste la vida.
Él se suelta de forma brusca de mi agarre pero en lugar de alejarse como espero que lo haga me empuja contra la cama, su mano rodea mi garganta sin apretar.
—Te lo advertí Jessica, te dije que te mantuvieras alejada ¿Por qué esos hombres iban a violarte? ¿Cómo terminaste involucrada con ellos?¿No entiendes la gravedad de la situación? ¡Ahora estas en su mirada! Ellos nunca olvidarán tu rostro. Acabas de quedar fichada por la mafia para siempre.
Wow.
Se ve tan sexy enojado.
Pongo una mano alrededor de su muñeca solo en caso de que decida apretar el agarre en mi cuello y asesinarme.
—Aprecio tu preocupación Franco, pero no es la primera vez que estoy en situaciones parecidas, afortunadamente salgo de ellas de formas milagrosas cada vez, mi mejor amiga es mi mejor amiga porque me sacó de una situación muy parecida, solo que esa ocasión yo estaba ahogándome en un rio con filosas rocas y estaba muy atada… tampoco sabía nadar.
Él me mira en silencio después de mi explicación como si no pudiera creer mis palabras.
—Pensé que era la droga, pero parece que la locura es parte de tu sistema.
Abre un cajón y lanza algo que aterriza en mi cabeza.
Es una camisa negra que seguro no es mía.
—¿Me darás tu ropa?— pregunto sonriendo y la paso por mi cabeza.
—Fuera— me ordena— te quiero fuera de mi casa ahora mismo. Eres un maldito dolor de cabeza.
Bueno supongo que me lo he ganado.
Salgo de la cama y afortunadamente su camisa me cubre completamente la ropa interior.
Doy un paso fuera de la cama y termino en el suelo.
Ni siquiera había notado lo adormiladas que están mis piernas. Me pongo de pie y lo intento de nuevo.
Vuelvo a caer.
Al menos el suelo esta cubierto por un cálido tapete n***o.
—Dame… dame dos segundos y estaré en la puerta para Año Nuevo.
Él se gira para mirarme. Camina hacía mi y me levanta del suelo en brazos para volver a ponerme en la cama.
—Solo…— parece en un conflicto interno, su cabeza parece ir a mil por horas antes de decir— solo quédate hasta que mejores. Después desaparece. De esa manera me pagaras.
Con esas palabras frías sale de la habitación.
En cuanto me quedo sola una sonrisa amplia cubre mi cara.
En realidad puedo caminar perfectamente.
─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────
Ella es tan…
Carajo.
Esto es malo.
¿Qué voy a hacer con ella?
Si la dejo sola ellos simplemente la encontrarán. Es una simple civil.
Abro la llave del grifo y me humedezco la cara. Tengo suficientes problemas. Los dos lideres máximos de la mafia: Derek Walk y Tristan Thorsen están fuera del juego. Derek Walk esta muerto y Tristan Thorsen esta en coma. Eso oficialmente deja ambos puestos libres y una guerra campal lista para desatarse.
Si no es que lo ha hecho ya.
Una mujer loca con aires de inmortal que no parece entender la gravedad de los problemas en los que se mete es lo último que necesito en mi vida en este momento.
Entonces que debería…
Eso… ¿Eso es una campana? ¿Ella esta tocando una campana para llamarme? ¿Y de dónde sacó un campana?
No puedo creer que este haciendo esto.
Abro la puerta y le encuentro en la cama golpeando la tasa de te con una cuchara de metal haciéndola sonar como una campana.
—¿Se te ofrece algo?—pregunto molesto.
—Quiero ir al baño.
¿Qué?
La miro en silencio esperando que haga algún gesto que demuestre que esta bromeando.
No lo hace.
—¿Y qué esperas que yo haga?
—Pues puedes permitirme usar tu linda cama matrimonial como inodoro o puedes llevarme al baño.
Ella extiende las manos hacía mi como una niña y quiero estrellar mi cabeza contra la pared.
Tomó aire antes de cerrar la puerta ignorándola y alejándome de la habitación arrastrando conmigo la poca paciencia que me queda. Estoy a un paso de dejar la casa cuando mis pies se mueven antes que mi mente y regreso sobre mis pasos hasta mi habitación dónde Jessica sigue sentada en la cama en silencio.
Definitivamente esto es lo más bajo que he caído en mi vida.
Camino hacía ella y la tomo en brazos. La breve tensión en su cuerpo me demuestra que ella realmente no esperaba que yo hiciera esto. Abro la puerta del baño y la siento en el inodoro tapado.
—No haré más por ti, si necesitas ayuda solo cállate y arréglatelas.
Salgo del baño y la dejo adentro.
Me recargo en la puerta tratando de procesar lo que acabo de hacer.
Si. Definitivamente nunca he caído más bajo en mi vida.
Espero un poco hasta que escucho un golpe de algo hueco cayendo. Abro la puerta del baño y es solo después de hacerlo que me doy cuenta de que acabo de abrirle la puerta a una mujer en el baño. Afortunadamente ella esta visible con mi camisa cubriendo su cuerpo. Parece que intentó alcanzar el lavabo al lado del baño para lavarse las manos pero tiró varias cosas en el proceso intentando sostenerse.
—Mujer problemática— le susurró levantándola y sentándola en el borde del lavabo para que pueda lavarse las manos.
—Escuche eso— se queja ella secándose con el borde de mi camisa que lleva puesta pese a que tiene una toalla perfectamente funcional justo al lado. Hago un gesto para ayudarla a bajar del lavabo pero ella me detiene.— ¿Por qué me miras como si fuera un bicho molesto pero me tratas con tanto cuidado?
Tardó en darme cuenta que su pregunta no tiene su acostumbrado tono irónico y burlesco. Me mira con seriedad y curiosidad.
Algo duele en mi pecho.
—¿Qué tengo que hacer para que salgas de mi vida, ya?— es mi respuesta.
Ella me observa en silencio un segundo antes de suspirar como si tratara con un infantil adolescente.
En realidad me siento un poco de esa manera y es realmente molesto.
No se en que momento comencé a besarla, solo se que ella no me rechaza. En un instante tiene los brazos envueltos al rededor de mi cuello atrayéndome más fuerte. Me acomodo entre sus piernas y tiro de ella hacía mi para pegar su cuerpo al mio lo más posible.
Siento sus ágiles manos pasar por mi cabello mientras yo dejo sus labios para besar su cuello. La muerdo, acaricio sus muslos desnudos y disfruto con los gemidos que ella no controla saliendo de su boca.
Abro más sus piernas dejándola más expuesta a mi y ella me deja hacerlo.
Es exactamente eso lo que me vuelve loco.
¿Por qué se muestra tan vulnerable ante mi… tan dócil? ¿Qué no se da cuenta de que puedo hacerle mucho daño si quiero? Esta en mi casa, sola, nadie sabe dónde esta, tiene rastros de drogas fuertes en su sistema, el edificio en dónde estamos nos pertenece. Nadie va a venir en su ayuda si grita o suplica.
Y ella solo cierra los ojos y confía en mi.
Cómo si yo fuera un buen hombre.
Ella suelta un grito ahogado cuando meto los dedos dentro de sus bragas pero no cierra las piernas ni hace ningún gesto de alejarse.
Acarició los pliegues de su v****a con cuidado, conociéndola, explorándola. Ella se recarga en la pared detrás del lavabo y deja que la toque. Cuando mis dedos encuentran su clítoris ella hecha la cabeza hacía atrás y abre la boca y se queda así como si el gemido se hubiese quedado atorado en su garganta
Empiezo a hacer círculos lentos, muy lentos, lo suficiente para que ella empiece a mover sus caderas buscando más.
Y se lo doy.
Ella se agarra a los bordes del lavabo mientras un gemido fuerte finalmente sale de su garganta acompañado de muchos más.
Ella sigue con los ojos cerrados dejando que le de placer, sin miedo, sin desconfiar de mi en ningún momento. Cuando el orgasmo la alcanza no me detengo. Quiero seguir viéndola convulsionarse desesperada, deseando más y al mismo tiempo sintiéndose tan sobre estimulada que quiera que me detenga.
Veo que es demasiado para ella, que su clítoris esta demasiado sensible pero no me detiene.
¿Por qué me se entrega a mi tan voluntariamente? ¿Por qué no es capaz de ver el hombre malo que soy?
Tal vez tenga que recordárselo.
Ella abre los ojos cuando mi mano libre se cierra al rededor de su garganta mientras mi otra mano sigue estimulando si clítoris sin darle un descanso.
—Podría matarte ahora mismo— le digo apretando más fuerte mientras mi mano entre sus piernas se mueve a más velocidad.
Su voz suena ahogada cuando me dice:
—Lo se.
Y ella… vuelve a cerrar los ojos.
Su espalda se arquea cuando otro orgasmo la alcanza y se apoya por completo en el lavabo para no caerse.
—Recupérate y vete.— le digo dejándola sola.
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Él curó mi herida.
Me doy cuenta cuando me deja sola en la casa y puedo mirar mi torso en un espejo. En medio de las drogas y los sedantes no había sentido el dolor de la bala hasta ahora. Duele, realmente lo hace, pero no es la primera bala que atraviesa mi cuerpo ni tampoco la más peligrosa.
Y ahora que veo los excelentes cuidados que él puso en mi herida estoy segura que tampoco es la primer herida de bala que él cura por su cuenta.
Cuando Franco me dijo que era un hombre con el que no quería involucrarme realmente no estaba exagerando. El respeto que los idiotas que me secuestraron mostraron ante él me demuestra que su papel en el bajo mundo no es irrelevante y dudo que vaya a poder alejarse de la mafia en esta vida.
“Mujer problemática”
Es lo que me dijo él y lo soy porque he aprovechado que me ha dejado sola en la casa para revisarla de punta a punta. Sigo siendo una detective privada contratada, sigo teniendo un trabajo que hacer y aun que la joya entre mis piernas aún palpita de necesidad con el recuerdo de su toque, hay mucho por hacer.
Encontrar al hijo de mi mejor amiga es mi prioridad.
Si Franco esta haciendo negocios con los idiotas sin duda debe tener alguna información sobre Aron.
Reviso de arriba a abajo hasta que llego a su oficina.
Un cajón con llave.
Eso siempre es una señal.
Busco entre sus cosas pero no hay llave. Buscó el pasador que siempre llevo en mi cabello pero no esta. Él debe haberlo quitando cuando me trajo y me cambió.
Me doy cuenta, también de que desenredó mi cabello.
Parece esforzarse tanto por parecer el villano frente a mi y tiene actos tan dulces como desenredarme el cabello y llevarme al baño en brazos cuando “no puedo caminar”. Parece que él mismo no es consciente de lo que hace lo que solo lo hace más adorable.
Encuentro un abre cartas delgado.
Eso debería servir.
Lo hace. Muevo la cerradura un par de veces hasta que cede limpiamente. Me sorprende encontrar adentro un historial medico, los documentos necesarios para internar a alguien en un hospital privado y…
Como detective privada puedo reconocer el trabajo de otro detective y este sin duda es uno de ellos.
Esta es una investigación sobre Aron Walk.
Dejó los papeles en el escritorio mientras la realidad de la situación me alcanza. Si lo que dice aquí es cierto el jefe de la mafia Tristan Thorsen esta hospitalizado en estado de coma y es muy posible que quien lo envió al hospital sea… el hijo de Ada y mi lindo hombre misterioso está detrás de él.
Para vengarse.
Para matarlo.
Mi chica me envió a investigarlo para proteger a su hijo, para protegerlo de hombres como Franco, hombres que quieren dañarlo. El hombre que me salvó la vida es en realidad de quien debo deshacerme.
Bueno, la ironía de eso duele.
“¿Qué tengo que hacer para que salgas de mi vida, ya?” Fue lo que él me dijo.
Bueno mi querido hombre “olor a madera-café-pólvora”, creo que cumpliré tu deseo.
Cierro todo y lo dejo tal cual estaba. Voy a la cocina y dejo una nota con una servilleta. Solo para ser más dramática.
“Fuiste la mejor aventura de una noche que he tenido.
Pd. Ya que me compraste, si decides revenderme no te atrevas a hacerles un descuento. Soy muy linda para estar en oferta.
Tuya: Jessica.”
Dejo la nota en la mesita de la cocina antes de dejar el edificio.
Hasta nunca Franco.
∗ ⋅◈⋅ ∗
Nota de la autora:
Chicas hermosas muchas gracias por sus lindas palabras y el apoyo a mi trabajo tanto aquí como por mis r************* . Las quiero un montón, nos vemos en el siguiente capítulo.
Cambio y fuera.