Capítulo 15: Su debilidad

2287 Words
Capítulo 15: Su debilidad Creo que de pronto los árboles han decidido iniciar una rebelión en contra de los humanos y han llenado el aire de monóxido de carbono porque apenas soy capaz de respirar correctamente. “Tiempo sin verte… hermano” ¿Realmente esas palabras salieron de la boca de Mason? Franco no es un hombre que hable mucho, pero ahora mismo realmente esta rompiendo su récord de silencio. Ni siquiera escucho su respiración y su pecho no se mueve. ¿Esta igual de sorprendido que yo o los árboles realmente están intentando matarnos? —Alex.— esas son las primeras palabras que salen de la boca de Franco. ¿Espera… qué? Para rematar esta psicótica situación Mason no parece sorprendido cuando Franco se dirige a él así. —Pensé que estabas muerto— susurra Franco y Mason suelta una risa cargada de burla y resentimiento. Carajo, necesito sentarme. Me dejo caer en la fría silla de la sala de emergencia mientras mi cabeza palpita sin control. No entiendo nada y me temo que no quiero entenderlo. —¿Familiares de Ada Walk?— dice un enfermero interrumpiendo la tensión que había comenzado a acumularse densa y asfixiante como dejar el gas abierto de la estufa. —Aquí— dice Mason pasando toda su atención al enfermero— es mi esposa. Es muy ligero pero alcanzo a escuchar el jadeo saliendo de Franco cuando Mason dice esas palabras como si le hubiesen lanzado un puñetazo directo al estomago. Junto al enfermero se acerca una doctora. —Ella esta bien, esta estabilizada, pero es necesario que descanse, no es recomendable que tenga emociones fuertes ahora mismo, lo mejor es que este en cama y descanse hasta que el bebe nazca. —Lo hará, me aseguraré de ello. La doctora y el enfermero se retiran para dar de alta a Ada y yo me quedo sola con los dos gigantes. Franco parece haber visto un fantasma y Mason parece querer convertir a Franco en uno. —Haz tenido una vida interesante, ¿no es así, hermano? La palabra “hermano” parece doler en las entrañas de Franco por el gesto que hace al oírla. —Te aliaste con Thorsen y ahora tienes una posición muy ventajosa, ¡lo lograste!— aplaude de una forma escalofriante— tienes lo que siempre quisiste. Hay un silencio doloroso hasta que Franco finalmente responde. —¿Te casaste con una Walk? Ouch. Estoy segura que esa no fue la mejor oración que se le pudo ocurrir. Puedo ver la ira emergiendo en los ojos de Mason ante la pregunta directa. De acuerdo, creo que es momento de intervenir. Me pongo entre ambos mirando a Mason que ha apretando los puños a los costados de su cuerpo. Si no detengo esto seremos vetados de este hospital… otra vez. Nos quedaremos sin hospitales a los que ir. —Mason, no se que esta pasando pero no creo que este sea el lugar para saldar cuentas. Tu esposa embarazada esta adentro y tienes que cuidar de ella, lleva a Ada a casa, resuelve esto después. Eso parece hacerlo volver en si porque suelta el agarre en sus puños y destensa el cuerpo. Ya no se está preparando para luchar. Bien. Entonces me giro hacía Franco. —Tu y yo— nos señalo— afuera, ¡ahora!. Grito como la comandante que se que llevo dentro antes de agarrarlo de la muñeca y arrastrarlo afuera del hospital. Él me deja lo que demuestra que realmente esta muy afectado por lo que sea qué pasó ahí adentro. No me detengo hasta que estamos en su auto. Rebusco en sus pantalones, no me quejo, y sacó sus llaves. Lo hago subir en el asiento del copiloto y yo conduzco. De nuevo no se queja. Lo que es bastante malo en realidad. Conduzco y nos alejo lo más posible del hospital esperando que Mason no nos siga o algo así. Me detengo en un estacionamiento, estamos en silencio mientras p**o el boleto y finalmente p**o el auto. —¿Qué pasó ahí?— pregunto. —¿Cómo conoces a Mason? Me rió. —Estaba por preguntarte eso justamente. Me sobresalto cuando golpea el tablero del escritorio y luego tira de mi hacia él. —¡Respóndeme! ¿He dicho que se ve muy sexi enojado? Cómo sea eso no quiere decir que voy a aceptar esa mierda por mas lindo que sea vea con ese sonrojo en las mejillas y las pupilas dilatadas. Se ve muy parecido a cuando estamos haciendo el amor. Golpeo el tablero tal y como él lo hizo y tiro de su camisa hacia mi. ¡Yo también puedo hacer eso! —¡No me grites!— le grito— Después de los gritos vienen los golpes y yo no voy a ser una novia maltratada, ¿oíste? Mi respuesta parece sorprenderlo porque afloja el agarre en mi brazo lo suelto también. —Hagamos esto— le digo mientras me re acomodo la ropa.— respuesta por respuesta, responderé tu pregunta y después tú responderás la mía. ¿Suena justo para ti? Él me mira en silencio antes se asentir secamente. ¡Punto para mi! ¿Cómo iba el marcador? Rayos, debí anotarlo. —Conozco a Mason porque es el esposo de mi mejor amiga. Él esta mirando al frente pero se que me escuchó. No hay reacción de su parte. —¿No quieres saber quién es mi mejor amiga?— pregunto mientras un nudo comienza a formarse en mi estómago. —Se quien es. ¿Qué… —¿Cómo…? No entiendo. Suelta un sonido parecido a una risa seca y sin humor que me pone los pelos de punta. —¿Realmente crees que no te investigué? Debido a la vida que he vivido no soy alguien que confíe fácilmente. La razón por la que llegaste a ese almacén, la razón por la que tuve que rescatarte siempre fue Aron Walk. Estabas buscándolo para ella… para su madre. Mierda. —Franco yo… De nuevo ese sonido aterrador parecido a una risa sale de su garganta. Lo veo reclinarse en el asiento y cerrar los ojos como si sus propias palabras le dolieran —Eres la mejor amiga… de la madre de mi peor enemigo… el psicópata que intentó quemar viva a una niña pequeña. Soy yo quien ahora siente como si le hubiesen enterrado un puño firme en el estómago. Aron… ¿Aron realmente hizo eso? ¿Qué tan dañado está realmente ese niño? —¿Cuándo… cuando lo descubriste?— pregunto mientras el nudo en mi garganta solo se hace más grande. Él, que había mantenido los ojos cerrados los abre con mi pregunta. —Espera… ya se— no puede ser— ese cuando fuimos al hospital dónde trabaja Ada… lo hiciste intencionalmente— no es una pregunta— querías que Ada me reconociera y dejarme en evidencia ¿verdad? Él no responde, eso es suficiente respuesta para mi. Entonces la verdad cae sobre mi como un piano de un segundo piso. —Me usaste— todo este tiempo pensé que yo lo usaba a él pero él me usó a mi.— me usaste para acercarte a la familia de Aron. Para investigarlo. De nuevo no dice nada. —¡Maldita sea! ¡Defiéndete! ¡Dí algo!— la voz se me rompe. Él no lo hace. Esto es una mierda. —Si investigaste tanto ¿cómo es que no sabías de Mason? ¿Es él realmente tu hermano? Cuando sus ojos se encuentran con los míos siento como si un cuchillo atravesara mi corazón. —No hay nadie en el mundo que me conozca mejor de lo que me conoce Mason. Si él no quería que lo encontrara, no iba a encontrarlo y así fue. Jamas pensé que se casaría con una familia tan llena de mierda como los Walk. Especialmente con esa mujer madre de ese psicópata. La voz se me esta rompiendo. Necesito un baño y dos litros de tequila, pero me las arreglo para hablar al decir: —¿Entonces no lo sabes? ¿Qué Aron también es hijo de Mason… o Alex como lo llamaste? Ya ni siquiera se como me llamo yo. Eso definitivamente lo sorprendió porque pierde el color del rostro. Claro que no esperaba eso. —Supongo que eres el tío de un psicópata y estas tan involucrado con los Walk como Mason… — me sorprende lo derrotada que me escucho mientras le quito los seguros al auto para bajarme.— eres bueno en tu trabajo Franco, lograste engañarme, utilizarme, enamorarme y sacarme información. Supongo que yo me lo busqué, tu me lo dijiste, que no me involucrara contigo. Pero no soy mejor que tu. Aron me dijo que te investigara y lo hice, ahora tengo información valiosa sobre ti, pero no le diré una mierda porque eso no solo te dañaría a ti si no también a Ada, así que solo dejaré que el niño loco me mate. No tengo suerte con los hombres. Sin duda yo soy el problema. Me bajo del auto… Franco sigue adentro, parece anonadado. No me dice nada y tampoco me detiene. Supongo que yo me lo busqué. Durante el camino a casa caminando realmente espero que Franco me busque o me llame en algún momento, que me busque al menos para decirme lo mucho que me odia por traicionarlo, por ser un agente doble o lo que sea pero no lo hace. Cuando entro a mi departamento encuentro las luces prendidas. Corro a la sala de estar. —Franco yo… No es Franco. —Hola Jess. No te has reportado en un tiempo— me dice Aron mientras sostiene a mi cachorro en sus brazos, este intenta escapar de él pero es demasiado pequeño.— pero te perdono porque hiciste un buen trabajo. Doy un paso atrás pero un cuerpo más grande choca con mi espalda. Un hombre rapado a raya con una fea nariz torcida esta tras de mi. Veo que detrás de él hay al menos cinco más. Carajo, tengo que hacerme una limpia o algo. —¿A dónde vas? No sabías que es de mala educación dejar hablando a una persona. —¿Qué quieres, Aron? —Bueno— él deja a Kanan en el suelo y yo suspiro de alivio.— te dije que encontraras la debilidad de Franco, pero hiciste algo mejor que eso… te convertirse en su debilidad. Él sonríe y su expresión me hace orinarme, metafóricamente, en los pantalones. Tal vez literalmente. Sonrió con burla pero la expresión no me llega a los ojos. —Que tierno, pero estas equivocado, Franco me usó para acercarse a ti y a tu madre. Solo quería información y se la di como una tonta. Yo no le importo. Decirlo en voz alta duele. Aron se ríe y mira de reojo a mi perrhijo antes de dar un paso hacía mi. —Ya lo veremos. Un golpe tras de mi me envía al suelo. Lo último que veo es la punta de los zapatos de Aron y el rostro de Kanan. ─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──── Ver a Alex fue lo último que esperaba cuando seguí a Jessica al hospital. Llevaba siguiéndola un tiempo, pero fue ese día en el hospital cuando supe que me estaba ocultando algo. Finalmente descubrí que conocía a la hija mayor de Derek Walk y la madre de Aron Walk. Dos psicópatas asquerosos. Realmente esperaba que bajara la guardia conmigo, realmente la usé como ella pensaba usarme a mi. Y realmente me enamoré de ella. Saber que Alex… o Mason como se hace llamar ahora es padre de ese hijo de puta era algo que tampoco esperaba. “Supongo que eres el tío de un psicópata y estas tan involucrado con los Walk como Mason” Esas fueron sus palabras. Cuando razón de mierda tiene. ¿Qué se supone que haga ahora? Golpeó el tablero del auto hasta que se me duermen las manos, y sigo golpeándolo hasta que gotean con sangre. Jessica… Finalmente reacciono. Ella no esta. “Aron me dijo que te investigara y lo hice, ahora tengo información valiosa sobre ti, pero no le diré una mierda porque eso no solo te dañaría a ti si no también a Ada, así que solo dejaré que el niño loco me mate.” Aron… ese psicópata. Estoy seguro que la amenazó. Me cambio ágilmente del asiento del copiloto al del conductor y salgo del estacionamiento para ir a su departamento. Resolveré esto en orden. Pondré a Jessica en un lugar seguro… y en dónde no pueda escapar de un largo castigo por creer que podía deshacerse de mi tan fácil. Cuando le dije que no había vuelta atrás era enserio. No va a librarse de mi tan fácilmente. Después me encargaré de Alex… Mason. No se cuantas reglas de tránsito violo mientras conduzco a su edificio. Entró en él y corro hasta su departamento. Esta abierto. Un escalofrío me recorre mientras entro al lugar con paso lento. Esta oscuro, enciendo las luces y me encuentro con Kanan que me ladra sin parar. —¿Dónde esta ella?— le pregunto al cachorro que sigue ladrándome. Finalmente me doy cuenta que frente a él hay un papel. Una nota. Me agacho y la tomo. “Sabes quien soy, sabes que quiero” Aprieto el papel en mi mano hasta que los bordes se me entierra en la palma. Ese hijo de puta… La tiene. Mis oídos se ensordecen con un pitido doloroso y el ladrido de Kanan se difumina en el espacio. Él la tiene. Él… Él… finalmente encontró con que hacerme daño.
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