La misma tarde Chicago Luciano ¡Acorralado! Esa es la palabra para definir como me sentí con los argumentos de Salvatore, porque no podía ponerme una venda en los ojos, ni taparme los oídos para no escucharlo, cada vez me abrumaba más, me ponía contra la pared, sobre todo pensé que se calmaría al conocer a Emily, creí que despejaría sus dudas y olvidaría el tema de investigarla. No obstante, lo que obtuve fue un recordatorio de lo que soy. Un mafioso, un sujeto que vive al margen de la ley, entonces lo ideal es conocer mi entorno y eso no se limita a saber todo de la gente con quien trabajo sino también con quien me acuesto. Sin embargo, desde el inicio de mi relación con Emily me prometí cuidarla, mantenerla ajena a mi otra vida, pero existía una realidad, no conocía todo de ella, n