Guillermo al verme acostada en la camilla, enseguida me abrazó fuertemente mientras me decía: — Cariño por fin te veo, estaba muy preocupado por ti. Ya hablé con el doctor, voy a estar presente en la cesárea. No paraba de besarme por todo mi rostro, actuaba como si había pasado mucho tiempo sin verme, se veía realmente ansioso, pero sobretodo muy nervioso. Yo estaba callada, la verdad es que me sentía confundida, tenía sentimientos encontrados, no estaba segura de estar haciendo lo correcto, hasta llegué a pensar en si había sido muy apresurado haber tomado la decisión de casarme con Guillermo. — Cariño ¿Qué te pasa? Estás muy callada. — Estoy nerviosa, no pensé que iba a pasar todo esto tan pronto. ¿Y cómo está mi madre? Necesito saber de ella. — Ella está esta