Esa noche Alessandro volvió temprano a sus aposentos, cuando llegó atrapó a Abril comiéndose la fruta que había en su habitación, ella se ahogó al ver al rey, se daba pequeños golpecitos en el pecho, Alessandro se acerco, la tomo de las manos he hizo que las levantara en alto, a los pocos minutos ella se sintió mejor y le dijo. _ Muchas gracias. Alessandro aún la tenía agarrada de los brazos, Abril estaba en puntillas ya que él era demasiado alto. _ ¿Te encuentras bien? _ Si. Alessandro la veía fijamente, Abril se preguntó cuando la soltaba, sus manos estaban empezando a acalambrarse y su espalda a dolerle. Después de asegurarse de que se encontraba bien Alessandro la soltó y dijo. _ Si no hubiera llegado justo a tiempo estarías muerta en estos momentos. Si no hubieras llegado no m