Alessandro despertó a Abril cuando llegó la hora de cenar, ambos se dirigieron al comedor, la duquesa estaba sola. _ ¿Dónde están los niños? Preguntó Abril ya que no los veía por ninguna parte. _ Duermen, han jugado toda la tarde correteando por el jardín, han caído rendidos, pero tomad asiento por favor, enseguida servirán la cena. Alessandro apartó la silla para que Abril se sentara. La duquesa se les quedó mirando, ella conocía al rey desde hacía mucho tiempo, pero esa era la primera vez que ella lo veía siendo tan amable y dulce con una mujer. Durante la cena ella se percató de cómo miraba el rey a su esposa, con un inmenso y profundo amor, sin duda alguna ella había derretido el frío y duro corazón del rey volviéndolo más amable. Al terminar de cenar Abril no quería volver a la