Sarah abrió los ojos lentamente, sus ojos se adaptaban perfectamente a la oscuridad, mirando a su alrededor comprobó la hora, eran las cinco de la mañana, Dios sabia que estaba más muerta que viva en ese momento asique se pregunto que la habia despertado, la respuesta estaba al final de la cama, a uno centímetros la sombra del cuerpo de un hombre brillaba bajo la luz de Luna Nicolas miraba la figura de la mujer en su cama con una sensación de profunda tristeza y soledad abarcándolo por completo, una extraño dolor le atenazaba el pecho y es que sabia que su increíble encuentro esa noche estaba llegando a su fin, lo más los rayos de sol bañaran las colinas a lo lejos, el bosque por completo y la mansión él seria tan transparente como el aire Podía sentir intacta la maldición en él, era co