LA CURIOSIDAD MATO AL GATO

1768 Words
DUQUE CHARLES ALBENDER —Señor se ve cansado ¿lo llevo a su habitación?— pregunta el señor Hollan —Si es tan amable, por favor ubique una habitación a mi ayuda de cámara, el viaje fue una pesadilla para ambos— le ordeno —O por supuesto señor sígame— Usted se puede quedar en esta habitación ¿señor?— —Teeerry— responde mi amigo un poco intimidado. —Si me sigue le muestro la habitación del Duque nos dice a ambos— seguimos adelante con él hacia las escaleras y pasamos frente a una habitación desde donde se escuchan sollozos y cosa quebrándose. —Es la habitación de Lady Elizabeth, no siempre fue así— se disculpa por ella, dos puertas mas adelante esta mi habitación, esta es el ala sur de la mansión, mañana que haya descansado un poco puedo mostrársela ¿desea algo de comer?— pregunta con amabilidad La habitación donde entro era la de mi tío, sus pertenecías están acá como si el aquí estuviese ¡siento que estoy usurpando un lugar que no me corresponde!… —Por favor, si no es molestia traer algo de comer, hasta acá— le pregunto —De ninguna manera su excelencia, es un placer atenderle— me dice con respeto —Muchas gracias, ¿por favor podrían subir agua para asearme?— —Sí señor, enseguida— me dice saliendo apresurado a cumplir mi orden estoy muy cansado, pero estoy asqueroso. En 10 minutos aproximadamente subieron cinco personas a atenderme por órdenes del mayordomo, un copioso banquete ¡no estoy acostumbrado a eso!, pan, queso, jamón, frutas picadas, galletas, vino… Se me hace agua la boca, ¡pero debo controlar mis impulsos!, sé comportarme, lamentablemente Terry no…se está atragantando con la comida y el personal ríe con disimulo. Esta a mi lado y le abro los ojos de forma desmesurada, para que se controle ¡pero no capta el mensaje!... —Esta, delicioso— dice con la boca llena Terry, mientras paso mi mano de forma nerviosa por mi rostro. —¿Qué?— pregunta al ver mi acción —No entenderías, aunque lo explique con piedritas— le respondo en francés… Terry no habla bien el ingles. Como de la forma que se espera de mi clase, me levanto apenas me siento saciado –Necesito me preparen el baño, por favor— solicito de forma amable al personal, traen agua caliente y cuando intentan ayudarme a desvestir les explico que puedo solo y que me dejen a solas. Me doy un merecido baño, reviso la ropa de mi tío ¡no me queda nada!... era más pequeño que yo y obeso ¡me tengo que vestir con los harapos que cargo!. Salgo de la habitación y no veo a nadie cerca, ya no hay ruido en la habitación de Elizabeth, comienzo a vagar por toda la mansión, observando todo, hasta que me encuentro una puerta con un gran candado, Se ve que no la han abierto en años… —Hay cosas que es mejor mantener bajo llave— Me dice sobresaltándome el señor Hollan ya que se acerco con mucho sigilo —¡Me ha dado un susto de muerte! ¿Qué hay aquí?— Me pregunto con curiosidad —Es la habitación de la duquesa madre, no se ha abierto en años— Me informa con aires misteriosos, esta parte del la mansión es algo tenebrosa, parece que tiene tiempo sin un mantenimiento adecuado. —¿Cuál es el motivo?—Le pregunto con el ceño fruncido —Esta ala completa la usaba solo ella, y no le gustaba ni que su familia esculcara por acá, todos respetaron su decisión incluso después de muerta— Me explica él —Y que hace por acá entonces? Le cuestiono —Le vi y lo seguí, por si necesitaba ayuda— Me responde a mi parecer sincero —Esta parte necesita mantenimiento y se la daremos— Le informo —No es lo único, su ayuda de cámara no es de mucha ayuda, disculpe mi atrevimiento— Me dice bajando la mirada —No te preocupes, tienes razón— Admito yo —Él levanta la vista sorprendido por mi trato, los aristócratas tratan con distancia al personal, de alguna forma se me nota el lugar de donde provengo… —Sera un honor servirle a una persona como usted, cuente conmigo mas allá de nuestra relación laboral— Me ofrece su lealtad con las mejillas rojas —Muchas gracias, señor Hollan— Le respondo —Tengo una pregunta que hacerle— —Usted dirá— Le digo viendo la puerta sellada con mucha curiosidad —Lady Elizabeth se ocupa de la administración de la casa, y decide las comidas a servir y demás ¿desea que sigua así?— Me pregunta ajustándose los anteojos —Por mi eso puede seguir así— Le respondo —el té se sirve a las 5 de la tarde, con algunas pastas en el salón amarillo— —O eso es perfecto, ya son la 4 de la tarde— —Se debe vestir apropiadamente, Lady Elizabeth tiene un protocolo de vestimenta para tal hora— Me explica él, haciéndome saber que tendré la desaprobación de mi preciosa prima. Cuando son las 5 de la tarde entro al salón amarillo, con la misma andrajosa vestimenta con la que llegue y el cabello y la barba de un miserable… Al verme se levanta, con las manos empuñadas, fui clara con el protocolo de vestimenta ¡se lo hice trasmitir! No es bienvenido aquí en esas fachas. Me dice tratando de contener el enojo, se ve aun más bella de esa forma sus mejillas se han colorado violentamente. —Hay, por Dios eres tan snob últimamente— Dice mi otra prima Elena a su hermana, Elizabeth es mi prima, aunque es normal el matrimonio entre parientes, para mí la sangre se respeta ¡pero siento una atracción muy grande por mi odiosa prima! ¡No sé si sea capaz de controlarme! —¡Le odio, le detesto!, ¡usted es horrible! Arruino mi vida. Me grita con los ojos al borde de las lágrimas —No tengo idea de qué forma— Le digo con sinceridad —Mi prometido me abandono, ahora que soy la pariente pobre— —El conde de Windsor es un estúpido, yo no dejaría a la mujer que amo solo por no tener dinero— Le digo acercándome a ella, y a lo que ella respira agitadamente, le descote provocativo de su vestido me deja ver el valle de sus senos blancos y lechosos. —Soy su tutor usted, no es mi pariente pobre ¡todo lo mío es suyo! —Le aclaro —¡Maldito bastardo, mentiroso! A la primera oportunidad nos corre— Dice ella acercándose aun mas su cara esta a centímetros de la mía y solo puedo ver sus labios llenos y rojos. —Debe tener cuidado, los caballeros tienen sus límites— Le regaño —No pretenda engañarme usted no es un caballero— Me dice riéndose de mi en mi cara —Si no lo fuese, ya le habría castigado como se merece— Le digo entre dientes —a si ¿y cómo es eso?— Responde desafiante —Con todas las nalgadas, que evidentemente le faltaron, en su niñez ¡no se sentaría en una semana— Le respondo —Ja atrévase ¡ni que fuera a dejarme de usted!— Me responde con prepotencia —Tal vez no soy ningún caballero, no deberías tentarme, pequeña revoltosa— Le respondo saliendo un poco de mis casillas. —Acaba de arruinar la hora del té, evidentemente ¡no es un caballero!— Me dice haciendo una línea de sus labios —Ya que insiste, con lo mismo ¡debe cuidar sus posaderas! Tal vez no pueda usarlas por un tiempo— Le amenazo ya molesto con toda su impertinencia. —La cena se sirve a las 7 de la noche absténgase de bajar, ya que no cuenta con el atuendo apropiado— Me responde entre dientes. —No pienso comer con usted, su novio no la dejo por el dinero ¡la dejo porque nadie podría soportarla!— Le ofendo a ella que comienza a llorar frente a mí, ¡no quise ofenderla! Pero me saca de quicio. Se va corriendo, de el salón yo la sigo con la mirada, en plena carrera se tropieza a causa del gran vestido que carga y cae a pocos metros justo frente a mis ojos, de forma muy graciosa, se queda en el suelo con la cara pegada al piso, sé que no se lastimo tanto ¡pero allí se queda largo rato, trato de no reírme ¡es casi imposible! Se sienta con lentitud —¿no piensa ayudarme?— Me dice desde el suelo Y allí suelto la carcajada en su hermosa y roja cara –Sabes que, es cierto no soy un caballero ¡levántese sola!— Le digo burlándome de ella y pasando a su lado. Esa noche ceno en mi habitación, con Terry ¡que sigue comiendo como si no hubiese comido nunca! —¿Cuando piensas comenzar tu búsqueda?— Le pregunto curioso —Esperaba me dieras permiso, y algo de dinero para comenzar, será después que te rasure ¡no sé cómo es tu rostro!— —Puedes hacerlo mañana temprano, yo también he olvidado mi rostro— Le digo sincero —¿Por qué no te rasuras?— Pregunta curioso —Para no llamar la atención femenina, tuve una hermosa novia hace dos años, un lord se intereso en ella y olvido todas sus promesas de amor, ¡sigo creyendo en el amor! Pero no algo que esté buscando ahora— —Eres todo un romántico, deberías escribir— Me dice el asombrado —Lo hago amigo, pero soy solo otro mediocre más, que lanza letras sin sentido al mundo— —Cuando terminare de conocerte, es como abrir una caja de pandora— Dice Terry sonriente. —Ni yo mismo conozco mis limites ¡jamás he perdido el control! Y hoy mi prima me lo hizo perder dos veces…— Le digo me quedo pensativo —¡Es toda una fiera! ,pobre hombre el que se case con ella se burla él— —Quizás queda solterona, y se queda para siempre haciéndome la vida imposible— Bromeo yo —Debes ofrecer una dote extraordinaria— Me dice gesticulando exageradamente Sin saber que la conversación está siendo escuchada por una curiosa y herida Elizabeth…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD