Finales de junio - 3,390 a. C. Tierra: Villa de Assur NINSIANNA Justo antes de llegar a Assur, el río Hiddekel se ensanchaba, dejando una larga y perezosa extensión de agua. En un día caluroso como este, todos los aldeanos abandonaban su trabajo y descendían a la playa como peces sedientos. —¡Hola, Ninsianna! —la saludó un antiguo paciente. —¡Ninsianna! —la saludó otro amigo. Un tercer amigo la saludó con su mano. Enroscando el collar que le habían concedido por ganar el concurso del solsticio, se abrió paso a través de la concurrida playa, tarareando una alegre canción de amor. Normalmente disfrutaba lavando la ropa y chismeando con las demás mujeres, pero ayer su padre le había advertido. "¡No seas una plebeya! Una chamán debe destacarse del resto”. Entonces, ¿cómo debía compor