CAPÍTULO ONCE Thor abrió los ojos, desorientado, preguntándose dónde estaba. Estaba acostado en el piso, en un montículo de paja, con la cara de costado, con los brazos colgando sobre su cabeza. Levantó su cabeza, limpiando la baba de la boca, e inmediatamente sintió una punzada de dolor en la cabeza, detrás de sus ojos. Era el peor dolor de cabeza de su vida. Se acordó de la noche anterior, la fiesta del rey, la bebida, su primer contacto con la cerveza. La habitación daba vueltas. Tenía la garganta seca y en ese momento prometió que jamás volvería a beber. Thor miró alrededor, tratando de orientarse en las barracas cavernosas. Por todos lados había cuerpos, acostados en montones de paja; la habitación estaba llena de ronquidos; volteó al otro lado y vio a Reece, a pocos metros de dist