Abstracción de la luz

29. ¿MADRE?

Max

—Me agrada Vero, se ve muy amable y es linda.

—¿Qué haces aquí enano? sabes que debes estar en la escuela.

—No te enojes Ragnar; solo quería verte, además, te traje un delicioso café cargado y sin azúcar para empezar excelente tu día.

—Muy bien, suéltalo ya.

¿Será que algún día lograré engañarla o soy demasiado transparente con ella?

—Bien, me sacaron de la escuela por una pelea con los mismos de siempre, pero esta vez quizás le di un golpe en el ojo a uno de ellos, pero no lo hice con intención, aunque bien se lo mereciera, solo trataba de soltarme de su agarre y en defensa propia terminó ocurriendo eso.

—Maldición enano, esas cosas deberías decírselas a tu tío, no a mí.

—Lo sé, pero con él nunca se resuelven las cosas realmente, solo les coquetea, les endulza el oído y todo sigue como siempre, incluso mi profesora de francés me baja las notas para que él vaya a verla y así coquetearle, además...

—Maldición, además ¿qué? —ella se queda mirándome y entiende a qué me refiero.

—Ah no, olvídalo, búscate una niñera, yo tengo trabajo que hacer y no pienso resolver tus malditos problemas, acá ya me ponen bastantes toda esa partida de vagos.

—Por favor Ragnar no tengo a quien más acudir, te lo pido por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor…

—¡Cállate ya joder! está bien, está bien, qué fastidioso eres, debería enviarte a la escuela militar.

Por eso la adoro, es imposible ocultar mi sonrisa con ella y sé que siempre está para mí.

—¿Te he dicho que eres la mujer más increíble de todas Ragnar? En serio, incluso te ves radiante hoy.

—Olvídalo enano, no me verás con un vestido y mucho menos subirás a la moto, tomaremos el auto de Robert, ahora salgamos a ver el problema en el que me metiste.

—Aguafiestas —refunfuño y ella entre entrecierra sus ojos inquisitiva.

Salimos de la oficina encontrándonos con Vero en su puesto.

—Verónica cuida a los bebés, saldré con el enano y no sé a qué hora regrese.

—Adiós Vero te debo una grande, nos vemos más tarde.

—Adiós Max, que tengan un buen día.

Al llegar a la escuela nos dirigimos a la oficina de la directora quien se presenta al igual que la maestra de francés, ya que todo ocurrió en su clase, también nos está esperando la mamá del chico junto a él quien se hace la víctima, ella empieza a hacer un escándalo diciendo que yo soy un criminal por haber lastimado a su hijo y fracturarle un dedo, además de que lo mordí y golpeé su ojo. Sí, lo sé, omití algunos detalles y eso hace que Ragnar me vea con ganas de freírme en aceite hirviendo, pero igual sigue aquí.

—Me alegra saber que pudo venir, la verdad es que desde hace un tiempo he querido hablar con usted, Max y su tío nos decían que se encontraba trabajando en otra ciudad, pero es bueno conocer al fin a la madre de este magnífico chico —sentí mi corazón detenerse... y no en el buen sentido.

Diablos, no puedo creer que en serio la directora dijera eso, creo que ahora sí prefiero el aceite hirviendo a lo que sea que Ragnar esté pensando hacerme cuando salgamos de aquí.

Tras media hora de gritos por parte de la madre del idiota, la directora y la maestra calmándola y Ragnar simplemente escuchando con total aburrimiento al igual que yo, decide levantarse de su puesto quedando frente a frente con esa mujer tan escandalosa, su mirada es más fría de lo usual, menos mal que no trae un bate de béisbol o quedaría sin rostro, aunque quizás le haría un favor.

—Ya me cansé de escuchar todas estas estupideces, el que tenga una vida miserable, un esposo que no le presta atención por andar acostándose con cualquiera menos con la frígida de su esposa y un mocoso que no sabe de modales, pero sí de golpear a otros chicos, no le da el derecho de venir a gritarle a nadie, así que guárdese sus palabras y gritos para el imbécil de su esposo y mejor ocúpese de la vida del criminal de su hijo; o lo enviaré a una correccional para menores en menos de lo que se imagina.

Todos quedan en shock al escuchar esas palabras y más ese tono tan amenazante, creo que sería excelente interpretando papeles de villana en el cine. Ella gira un poco para dirigirse al idiota y se acerca lo suficiente haciendo que él quede intimidado por su presencia.

—En cuanto a ti pequeño insecto asqueroso, si vuelvo a verte a ti o a tus amigos molestándolo a él o a cualquiera en la escuela, te juro que vendré por ti, haré que te cagues en los pantalones del susto tan grande que te provocaré y después de ese día seré parte de tus pesadillas si no aprendes a ser una buena persona ¿entendido?

Él asiente muy rápido con su cabeza, está temblando como nunca antes lo llegué a ver, me encantaría tener una cámara para grabar este momento, debí hacer un esfuerzo muy grande para no reírme por todo lo que les dijo.

—Bien, ahora coge la mano de la escandalosa de tu madre y lárguense de aquí.

En menos de un minuto él salió con ella y no pude aguantar más, evité reírme a carcajadas por la escena, pero sí esbocé una gran sonrisa. Luego de eso, la directora nos dice que nos quedemos un poco más y nos comenta que han planeado desde hace un tiempo adelantarme varios cursos, es decir, que prácticamente en un par de años o antes terminaré por completo la escuela, quedo sorprendido por eso, pero ella solo dice que es algo que deberá hablar conmigo y con mi tío puesto que es una decisión importante en mi vida.

Ellas les dicen otras cosas sobre mí, bastante buenas diría yo, me felicitan y me piden que no me meta en más problemas para no manchar mi historial. Al salir no decimos nada, simplemente procedemos a caminar un poco hasta un parque cerca de la escuela y nos sentamos en una banca bajo un árbol.

—Entonces... ¿madre? —abrí mis ojos estupefacto y mi corazón latió desenfrenado.

—Te juro que no dije nunca eso, ellas lo asumieron de esa forma, pero nunca les dije algo así ni lo insinué.

—Pero si omitiste detalles importantes.

—Lo sé y lo siento, quería que me ayudaras y no el mismo teatro de siempre con mi tío.

—Que sea la última vez que lo haces, si algo así pasa dime la verdad completa.

—Te lo juro Ragnar, solo no te enojes conmigo por favor.

—No estoy enojada, pero debes medir las consecuencias de tus actos. Dejando eso de lado, ¿qué opinas de la propuesta?

—Supongo que está bien, al menos saldría rápido de la escuela, total, no tengo amigos y la única chica que me trata bien solo piensa en otras cosas, así que no siento que estemos a la par.

—Habla entonces con tu tío de eso y procede para que hagan el papeleo correspondiente.

—Gracias otra vez y discúlpame.

—Si aprendes la lección me doy por bien servida ¿y ya le comentaste a tu tío de nosotros? —rayos, justo la pregunta que no quería.

—Amm sabes, de repente tanta pelea y gritos abrió mi apetito ¿qué te parece si vamos a comer donde Janet? —y de nuevo esa mirada inquisitiva…

En serio que ella sabe cómo controlarme por completo sin mover un dedo.

—Luego hablaré con él, es solo que no creo que lo tome bien, él se pone sobre protector con ciertas cosas y no quiero que piense de manera errónea sobre nosotros, igual Janet te conoce, le he hablado de ti y ella está tranquila.

—Soluciona eso pronto o después las cosas se pondrán peor de lo que imaginas.

Y vaya que tenía razón... si tan solo lo hubiese hecho en ese momento, lo que vendría al poco tiempo no habría acabado de una forma tan catastrófica.

(...)

Luego de todo eso, nos fuimos al restaurante de Janet a hablar lo que quedaba de la mañana y le pedí que me ayudara en algunas cosas de la escuela, no es que la necesitara realmente, pero al menos era una buena excusa para tenerla conmigo más tiempo.

Ya para el mediodía me levanto de la mesa a estirarme un poco e ir con Janet para encargar el almuerzo de todos en el taller, mientras tanto, Ragnar se queda haciendo unas llamadas a algunos clientes.

—¿Y qué tal van las cosas con tu amiga?

—Excelente, no tengo quejas de nada, creo que nunca me había sentido tan feliz con alguien.

—Vaya, pues gracias por lo que me toca —me reclama con fingida indignación.

—No me mal entiendas Janet, tu eres increíble y lo sabes, pero con ella las cosas son diferentes, siento que alguien me comprende del todo.

—Tranquilo, igual se nota que la quieres bastante y ella aun cuando no quita esa cara de asesina en serie se preocupa por ti.

—Bastante, no imaginas todas las cosas que ha hecho por mí, solo me preocupa mi tío, ya sabes cómo es y no quiero que la aleje de mi lado.

—Eso será complicado, pero es importante que le digas Max o las consecuencias podrían ser peores.

Hablamos un poco más hasta que una de las chicas de la cocina le informa que están listos los pedidos, le cancelo todo con el dinero que Ragnar me dio y le encargo tres cheescake, uno de limón con frambuesa para Ragnar, otro de chocolate con café y Bailey's para Vero y el tercero dejé que lo escogiera para ella, por supuesto invitados por mí.

Nos despedimos de Janet y acomodamos todo en el auto para dirigirnos al taller, al llegar vemos que los chicos están un poco nerviosos, es como si el mismo diablo se les hubiese puesto al frente, excepto por Rob, él sí está neutral como de costumbre, saludamos a todos, repartimos los almuerzos y luego llegamos con Vero.

—¿Qué tal se portaron los bebés?

—Estuvieron un poco inquietos un rato, pero nada que una buena mano no haga —esa sonrisa que da Vero es sumamente perversa, me encanta.

—Hola Vero, aquí está tu almuerzo y te traje algo especial espero que te guste, es cheescake de chocolate con café y Bailey's —digo en lo que le entrego todo.

—Gracias Max, nadie había tenido ese detalle conmigo, nunca he probado una antes, pero estoy segura que debe ser deliciosa.

—Es un placer, antes gracias por quedarte a trabajar aquí y ayudarme en la mañana para que Ragnar saliera conmigo.

Recogimos todo y nos fuimos los tres a la oficina de Ragnar, allá preparamos una mesa plegable y comenzamos a almorzar, Vero y yo solíamos hablar un poco más de nosotros y Ragnar solo nos escuchaba atenta, apenas pronunciando un par de preguntas.

Me alegra saber que quizás pueda encontrar otra amiga en Vero, es una mujer increíble pareciera guardar algo muy enigmático y al mismo tiempo fascinante, supongo que con el tiempo y el trato que tengamos nos iremos conociendo más el uno al otro.