Todavía no puedo creer lo que dijo Nicholas solo hace unos momentos. Tal vez pasaron algunas horas o solos segundos, perdí la noción del tiempo después de hacer el amor como si no hubiese mañana. Estoy desnuda en nuestra cama abrazada por él recordando sus palabras y lo bien que se siente saber que confía plenamente en mí, quiere casarse conmigo y sin ningún tipo de contrato prematrimonial, quiere una vida junto a mí, y para ser sincera yo quiero lo mismo con él.
Y aquí es donde me pregunto ¿Qué hice yo para merecer todo esto? es tanto que me abruma, pero más allá del dinero y todas las cosas que me puede dar, que honestamente una parte de mi le gusta a otra le asusta, mientras otra se debate en preguntar si tener tanto dinero y sexo desenfrenado será pecado.4
—¿Qué piensas? —pregunta Nicholas medio adormilado.
—En todo lo que mi vida a cambiado desde que empezamos, en todas las cosas que tengo ahora que jamás imagine que tendría, bueno, si no te arrepientes de eso de que todo lo tuyo es mío.
—No me arrepiento, voy a abrirte una cuenta de banco, para que tengas dinero cuando requieras, sea de la casa o tuyo, mi abogado me informo que no había inconvenientes con ese tema, así como otros, es más podemos casarnos sin mayores contratiempos, pero me recomendó que hasta que no esté la sentencia de la adopción de Gabriel mejor no demos el siguiente paso.
—¿ha averiguado todo eso?
—Si, lo hice antes de proponerte la adopción de Gabriel, quería estar seguro del paso que iba a dar, no porque no estuviera seguro de mi relación contigo— se apresura a decir —pero necesita tener la ruta clara y las cosas que podrían suceder en el camino, lo último que quiero es causar una imprudencia y afectarte a ti.
— te entiendo —digo en voz monótona—realmente cuando llegue a este país hace más de una década no pensaba mucho, solo quería enviar dinero a casa y en cuanto fuera posible devolverme, debo confesar que no he parado de enviar dinero y tal vez nunca termine esa labor, no hay nada para mi allá, y ahora que estoy contigo lo único que quiero es quedarme.
—¿Te da miedo que te deporten?
—Antes no, bueno, solo por Gabriel, siempre me dedique a protegerlo con mi vida, y me da miedo que le hagan daño, pero ahora no quiero estar aquí, contigo. aunque desde que estamos juntos me siento segura, una sensación de miedo que me acompañaba se fue borrando de a poco, es como si los hubieses espantado.
—¿Desde cuándo te sientes segura conmigo? —pregunta para luego mordisquear suavemente mis dedos.
—Desde el momento en el que Joan me dijo que me mudara aquí para hacerme cargo en el horario de desayuno y cena, y luego cuando dijiste que me ibas a ayudar, sentí que podía descansar en ese momento, supe que tu estarías junto a mí, aunque no me lo imagine de esta manera… bueno, luego empezaron a pasar otras cosas que realmente solo había fantaseado…
—¿Qué pensaste la vez que llegue a tu casa y te invite a salir?
—¿La verdad? —pregunto riéndome.
—Si, la verdad — responde conteniendo la risa.
— Que eras el hombre más lindo que había visto en mi vida y ojalá fuera verdad, luego me dejaste dinero, y después, desapareciste…
—Bueno, te cumplí, te he invitado a salir un montón de veces, solo que toco esperar un tiempo para ello,
—Si, hoy sé que te fuiste a rehabilitación, pero honestamente me ilusioné, en especial después del fin de semana cuando fuimos al zoológico, luego te vi con aquella mujer y al mismo tiempo llego la propuesta de trabajo de Joan… fueron muchas cosas en tan poco tiempo después de regresaste…
—No tenia mucho tiempo que perder después de rehabilitación, estar sobrio me dio la sensación que había perdido mucho tiempo en mi vida, además que todo ocurrió de una manera extraña, es como si la vida me hubiese puesto como una opción verte a ti.
—¿Eso es bueno o malo?
—Espero que bueno, porque estoy locamente enamorado de ti y estoy a un paso de cometer por amor la locura que declare que jamás haría…
—¿Cuál es esa locura? —pregunto con curiosidad.
—Casarme contigo…
—Eso me gusta y ahora me voy a duchar, en cualquier momento debe estar llegando Gabriel y no he sabido nada de Emma en mucho tiempo.
— Ahora que hablas de Emma, debo darte las gracias por ayudarla tanto en todo este proceso que esta viviendo, pero también quiero que pienses en ti, que hagas las cosas que te apasionan.
— Hay algo que me gusta y mucho, bueno he tenido la oportunidad de explorarlo más contigo — digo en forma tímida — en especial las pocas veces que he ido a esos eventos de gala.
—¿Qué cosa? ¿Qué quieres hacer?
—Me gusta la moda, quiero aprender a diseñar esos vestidos hermosos que usan en las alfombras rojas.
— Desde que salí de rehabilitación estoy evitando ese tipo de eventos, voy a los que no puedo rechazar, pero la próxima semana hay uno, ¿quieres venir conmigo? te consigo un vestido de diseñador, maquillaje y peinado.
— ¿Me llevarías? —pregunto emocionada
—¿Por qué no? aquí la pregunta es ¿esta lista? irías como mi novia, nunca más a escondida en el papel de asistente.
—Me da miedo, pero sí, quiero hacerlo.
—Entonces vamos, ya mismo pido algunos vestidos para ti y busco clases de diseño, si eso quieres no hay tiempo que perder.
—¿Contigo todo es así de rápido? —pregunto divertida.
—No, hay cosas que me gusta lento para más placer, pero quiero que hagas lo que amas y no es algo que quiera retrasar...
—¿Cómo encontraste tú lo que amas? ¿Cómo supiste lo de la actuación? nunca me has contado sobre eso.
—Fue algo curioso, porque realmente fue algo que se me cruzo, cuando me fui de casa busqué refugio donde Johny, quien por cierto viene el fin de semana…
—No me cambies el tema — digo en tono gruñón.
— No te lo cambio solo me acorde de ese detalle.
—Ya se lo de Jhony que después peleaste con él, bueno ya después de todo esas penurias que pasaste, en fin, como supiste que te gustaba actuar —digo con la intensión de que no se quede en esos detalles, quiero que me cuente algo más.
—Me lo encontré de frente, realmente no sabía que me gustaba, estaba pasando hambre, estaba pasándola mal y tenía como cuatro trabajos, cuando un tipo me propuso bailar como stripper en un bar, me aseguraban un buen dinero cada noche, aparte que podía tomar o ingerir lo que quisiera, así que me pareció buen trato, cada noche me subía a una tarima mientras todas las mujeres y bueno, no mintamos, hombres también, gritaban y metían dinero en mi tanga.
—¿no te daba pena?
—No, por eso descubrí que no me molestaba algunas cosas, entre ellas mostrar mi desnudes, así que trabaje varios años y tal vez lo estuviera haciendo aun, si no hubiese sido que una noche se acercó Jack preguntado si quería actuar, me dijo que tenía un papel secundario para un hombre que hacía de stripper y yo encajaba con el rol, me propuso presentarme a una audición, la verdad no lo dude, al final no tenía nada en mi vida.
—¿y que paso después?
—Fue mi primera película, hice un papel pequeño y me fue bien, pague clases de actuación, Jack se volvió mi manager y una cosa llevo a la otra, me llamaron al principio para papeles en películas de comedia romántica, luego fueron llegando otras cosas y aquí vamos.
—¿Te puedo preguntar algo más personal?
—Sofia, eres mi novia, puedes preguntar lo que quieras, dispara la pregunta.
—Está bien, es que a Mariela y Sandra les parece extraño que Jack no venga a la casa seguido, ellas dicen que antes pasaba aquí todo el tiempo, además de las interminables fiestas que se hacían.
—Porqué él no está de acuerdo con nuestra relación y voy a hacer cambio de manager, ya está todo listo.
—¿vas a cambiarlo? ¿Por qué? ¿Qué paso? tengo entendido que él te ayudo mucho.
—SI me ayudó mucho, pero también se aprovechó mucho de mí, además que no te quiere a ti, así que es momento de parar con un ciclo de violencia que venía viviendo y tú me hiciste ver que no estaba bien en mi vida.
—¿yo? ¿Cómo es eso? ¿Qué te hizo? — hago una pregunta tras otra —perdón muchas preguntas juntas.
— Si tú, tú me mostraste sin darte cuenta que se puede vivir tranquilo, sin presiones, que se puede tener esto que estoy viviendo ahora, vivir mi carrera sin fiestas desenfrenadas, sin meterle cosas a mi cuerpo, bueno, es que hay otra cosa —dice esto último incomodo —es algo que nunca he podido contarle a nadie, ni a mi terapeuta, no he podido sacarlo de mi sistema y me come por dentro…
— ¿Qué te pasa Nicholas? — pregunto al verle como su rostro empezó a cambiar, esta triste, incomodo y molesto.
—Jack abusó sexualmente de mi muchas veces, cuando estaba borracho se aprovechaba, en especial al principio cuando era un stripper borracho jugando a ser un actor de Hollywood, el abusaba de mí, una y otra vez…
—¿Por qué no lo denuncias? ¿tienes pruebas? —pregunto intentando controlar la voz.
—Si, tengo pruebas, tengo videos, incluso en uno de esos se ve cuando forcejea conmigo, se ve cuando me emborracha y droga para que termine aceptando lo que él quiere, pero me da miedo denunciarlo, me tiene amenazado que si hago algo en su contra te jode a ti, a Gabriel y por lo tanto a mí.
—¿Él sabe de los videos?
—No, no lo sabe, los grabe con la cámara de seguridad que coloque en esa época, tengo horas y horas de videos de él, además que los tengo en un lugar donde no podrá llegar, tengo incluso copias.
—Prométeme una cosa —digo con voz serena.
—Lo que tú quieras Sofia— dice con una mirada triste.
—Cuando todo este en orden lo denunciamos, prométeme que lo vas a exponer al público sin importar lo que suceda, quien sabe a cuantos más le estará haciendo lo mismo que a ti.
Afirme suevamente la cabeza, para luego darme un beso rápido en los labios.
—Te lo prometo Sofia, te prometo hacerlo caer una vez estemos listos y ahora vamos a ducharnos, en cualquier momento llega Gabriel.