—Asesinaria por ti, Isi—expresa y levanta su mano hacia mi, me toca la mejilla con los nudillos, pero no se atreve hacer nada más—si un día me faltas, soy capaz de arrasar con quien se interponga en mi camino con tal de encontrarte.
Su declaración me toma desprevenida. Me siento halagada y al mismo tiempo asustada de que Valois diga esas cosas porque sé perfectamente que tiene la capacidad y los medios para lograr su cometido.
—Pero también sé que tú elegirías a cualquiera antes que a mí—me reclama y entonces, él hace una señal con la cabeza para mostrarme a los prisioneros, los cuales llevan sacos de tela en la cabeza y así me es imposible verles el rostro.
—Si les perdonas la vida, haré lo que me pidas—murmuro desesperada al ver que los guardias los llevan hacia la horca y ese pare
